“Gracias por no quedarse dormidos”, dijo Roger Federer al final de su enfrentamiento de tres horas y 39 minutos con el alemán Dominik Koepfer cuando ya regía el toque de queda en Francia y él cerraba la jornada en Roland Garros con el último pasaje a octavos de final en el bolsillo. El certamen parisiense retira al público cuando se cumple la hora, para respetar la disposición sobre circulación de personas.“Fue un partido difícil y distinto a los que venía jugando”, comentó el tenista suizo, que se impuso por 7-6 (7-5), 6-7 (3-7), 7-6 (7-4) y 7-5 en el estadio Philippe-Chatrier, que lucía iluminado pero desolado bien entrada la noche. La ausencia de espectadores le quitó calidez a un espectáculo que, por el nivel del juego, habría tenido muchas aclamaciones.Diego Schwartzman superó a Phillip Kohlschreiber y avanzó a los octavos de final de Roland GarrosFederer pega de derecha ante Koepfer en un partido demandante: cuatro sets y 3 horas y 39 minutos. (MARTIN BUREAU/)“Amo jugar al tenis y amo hacerlo en esta cancha”, destacó Federer, campeón del certamen por única vez en 2009, tras superar a un rival que se había entusiasmado con la chance de vencerlo. “No sólo quiero jugar con él; quiero darle batalla”, había apuntado el alemán. Y vaya si lo hizo. Obligó al ganador de 20 títulos de Grand Slam a apelar a todo su repertorio para avanzar a la segunda semana del Abierto de Francia, con suspenso y mucho esfuerzo. Federer lo doblegó en su segundo match point.Habrá que ver si el cansancio terminará pasándole factura al suizo. Por lo pronto, al parecer la rodilla que volvió a operarse y que lo mantuvo durante largo tiempo alejado de las canchas respondió como él lo esperaba. De todas formas, la evaluación es día tras día.Roland Garros: Rafael Nadal y Novak Djokovic avanzan y siguen sumando récords en los Grand Slam“Mi equipo y yo venimos haciendo bien las cosas hasta ahora y debemos evaluar cómo seguir. Veré cómo me siento mañana”, advirtió Federer, de 39 años, como poniendo en duda si se presentará en la etapa de octavos, en la que debe medirse con el italiano Matteo Berrettini. “Aquí y en Ginebra, después de cada partido tengo que reevaluar la situación y ver cómo me despierto y cómo se siente la rodilla. Siempre es así”. Es su físico, entonces, el condicionante para presentarse al próximo encuentro.See you soon, ?#RolandGarros | @rogerfederer pic.twitter.com/t8nDzi27IY— Roland-Garros (@rolandgarros) June 5, 2021Más temprano, Berrettini superó al surcoreano Soonwoo Kwon por 7-6 (8-6), 6-3 y 6-4 en dos horas y 11 minutos, para acceder por primera vez en su carrera a los octavos de Roland Garros.Iluminado pero desolado, el estadio Philippe Chatrier es testigo de un saque de Federer en una sesión sin público a raíz del toque de queda que rige a la noche en París. (MARTIN BUREAU/)Federer completó el trío fantástico en esa instancia, a la que también accedieron Rafael Nadal, campeón del certamen en 13 ocasiones (incluidas las últimas cuatro), y Novak Djokovic, número 1 del mundo y ganador del Abierto en 2016. También el español y el serbio tendrán adversarios italianos: Jannik Sinner y Lorenzo Musetti, respectivamente.

Fuente: La Nación

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Alberto Fernández suele decir que su vida como presidente ha sido como “caminar en un terremoto” porque “el piso se te está moviendo permanentemente”. Es su forma de retratar lo que significa gobernar en pandemia, pero algo del subconsciente se cuela en la metáfora elegida por un líder que sufrió en un año y medio un incomparable desgaste interno. Los desafíos cotidianos a su autoridad moldearon una gestión imprevisible y a menudo ineficiente para responder a un presente trágico.El Frente de Todos resultó hasta ahora un dispositivo fallido para gobernar, pero busca probar que sigue siendo un instrumento electoral exitoso. Cristina Kirchner demostró en los últimos días que conserva los reflejos intactos para saber cuándo pausar las guerrillas entre los propios y alistarse para la campaña. Fernández ejerce otra vez de ejecutor fiel de los planes de ese colectivo con una conductora indiscutida.¿Cuándo le dará la vacunación un respiro a la Argentina y la región?“La orden bajó alta y clara. Basta de peleas y operaciones entre nosotros. Foco y acción”, retrata un hombre de peso en el oficialismo, acostumbrado a sufrir en el fuego cruzado entre el kirchnerismo duro y los habitantes del equipo presidencial.El punto de largada de la campaña encuentra el Gobierno en el peor momento de imagen de la gestión, con una sociedad en extremo pesimista sobre el futuro económico y que mira con angustia la cuenta de muertos por el coronavirus (más de 10.000 en 20 días). El miedo a perder es sabio: la unidad del peronismo es la condición número uno para encarar la temporada electoral.Alberto Fernández escucha el discurso de Putin en la videoconferencia de la que participó el viernes; le agradeció al “amigo” ruso por la Sputnik VLa segunda es conseguir vacunas. En los últimos días, embriaga al gobierno nacional y al de la provincia de Buenos Aires la esperanza de una “tormenta de dosis” que permita tener a una enorme porción de la población inoculada antes de votar.Los partes de prensa del Gobierno están llenos de fotos de bodegas de avión con cajas de vacunas y ciudadanos felices con motitas de algodón en el hombro. En junio esperan que se regularice el arribo de las AstraZeneca que fabricó Hugo Sigman en Escobar y que se mandan a México para su envasado. Las que debieron estar en enero. Y el Presidente tiene la promesa de que para julio comenzará a operar la planta de Richmond que despachará dosis de Sputnik V. Axel Kicillof se sumó al operativo al pactar con la farmacéutica india Bharat Biotech la eventual compra de la vacuna Covaxin, atada a mil condicionantes (desde barreras aduaneras hasta la aprobación regulatoria de la fórmula). En el fragor de la semana se llegó a analizar el anuncio de un acuerdo con Cuba para acceder a la Soberana, pero se optó por esperar.El caso PfizerLas promesas buscaron tapar el ruido incesante del caso Pfizer, un pecado original del que el Gobierno no consigue redimirse. Hacía tiempo que el oficialismo no vivía horas tan agitadas como las que vivió la madrugada del miércoles, después de que el directivo de la alianza Covax dijo en público que la Argentina había rechazado acceder a dosis del laboratorio norteamericano. La velocidad con la que la ministra Carla Vizzotti fue proporcional a los niveles de furia que reflejaban los chats entre la residencia de Olivos, la casa de la vicepresidenta y La Plata.La llegada de vacunas a EzeizaLa fallida negociación con Pfizer y las complicaciones inesperadas con AstraZeneca impidieron el inicio del plan de vacunación en el verano, a tiempo de atenuar el golpe infernal de la segunda ola. El costo de ese fracaso se cuenta en vidas y destrucción económica.La incógnita inconfesable en el Gobierno es si un acelerón en la aplicación de dosis alcanzará para lograr un “Indulto social” en las elecciones. Las encuestas siguen reflejando el notable cambio de percepción sobre la gestión de la pandemia entre aquellos que fueron vacunados y quienes todavía esperan la inyección protectora.El mes adicional que consiguió el oficialismo en el Congreso al aprobarse la postergación a septiembre de las PASO significó un alivio importante para el Frente de Todos. Si la realidad lo impone, se reserva la bala de plata de cancelar las primarias y votar directamente en noviembre.Entramos en el terreno en que las encuestas mandan. El Gobierno no tuvo freno para rechazar de un día para otro la sede de la Copa América que Fernández pedía celebrar completa en la Argentina cuando constató que a la enorme mayoría de la población (desde cristinistas a macristas) consideraba irritativo semejante evento en medio de las restricciones a la circulación y al trabajo que impone la crisis sanitaria.Con vacunas no alcanzaLa opinión pública es sensible a la vacuna, no hay dudas. Pero es una constante de todas las mediciones que la mayor preocupación social en estos momentos es la inflación, a lo que se suma el miedo a perder el empleo y a caer en la pobreza. En el Frente de Todos reversiona la famosa expresión de Alberto Fernández en 2019 sobre el papel de Cristina en el peronismo: “Sin la vacuna no se puede, pero con ella sola no alcanza”.El riesgo de apostar solo a un pleno está a la vista: países como Chile o Uruguay, donde el programa de vacunación funcionó con menos contratiempos, siguen sufriendo récords de contagios y de privaciones.Coronavirus: el Gobierno anunció cuál será el próximo grupo que se vacunará en el paísAl grupo político que llegó al poder con la promesa de heladeras llenas y asado para todos lo interpela la frustración de sus propios votantes. La pandemia es un atenuante apenas. Lo describe un intendente kirchnerista del conurbano: “Nuestro votante es el tipo que no tiene para comer, que ve cómo los precios suben sin parar y al que nosotros le decimos que se tiene que quedar en casa. Nos viven puteando”. La expresión habitual con la que se chocan en los barrios populares o de clase medio baja es aquella que alguna vez incomodó en público a Mauricio Macri: “¡Hagan algo!”.El presidente Fernández y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, en el acto que encabezaron sobre la Ruta 7. Los anuncios de infraestructura toman temperatura de cara a la campañaA esa queja intenta responder Kicillof, con la complicidad de Cristina y de Máximo, cuando presiona por imponer un programa económico de corto plazo. La guerra de las tarifas eléctricas está terminada. El Presidente aceptó públicamente el aumento único del 9% que defendía el subsecretario camporista Federico Basualdo.El desautorizado Martín Guzmán se resignó. No solo eso: agradeció la generosidad del líder de La Cámpora por haber creado y pagado el impuesto a la riqueza. Y peregrinó a La Plata para exhibirse alineado con Kicillof, cada vez más cómodo en el papel de cogobernante de la Argentina.Cristina y Massa celebran el acuerdo salarial con los empleados legislativos: 40% de aumento, muy por arriba de la pauta presupuestariaAhora Guzmán ve avanzar un plan para fijar un congelamiento más amplio de precios de cara a las elecciones. No se percibe otra política en curso para detener el alza inflacionaria, de enorme poder destructivo en una economía que va a tener un crecimiento mucho menor al planificado a raíz de los confinamientos. Cristina pidió también ser “más generosos” con los aumentos salariales, como transmitió con su decisión junto a Sergio Massa de darle un 40% a los empleados del Congreso. Queda por ver si se animará a hacerlo extensivo a los legisladores. Se aguardan encuestas.El presupuesto es una obra en construcción. El gasto aumentará de manera significativa en infraestructura y subsidios sociales para atravesar un invierno de baja actividad por los confinamientos intermitentes. En el Instituto Patria crece la presión por compensar por el lado de los ingresos, con subas de impuestos a los sectores de renta alta (bienes personales e incluso ganancias). Los dólares de la supersoja han sido el mejor regalo del 2021, pero se agotan en julio. Muy lejos de la meta electoral.Axel Kicillof y Martín Guzmán: una postal de reconciliaciónEl discurso oficial también se alineó con respecto a la deuda. El FMI es mala palabra y la posibilidad de un default con el Club de París es cada vez más factible cuando se venza a finales de julio el período de gracia para cumplir con la cuota pendiente de 2400 millones de dólares.La ventaja que da la oposiciónEl Frente de Todos dio una muestra de realismo político al abroquelarse ante la inminencia de las elecciones y la asunción de la agenda envenenada que enfrenta. Encuentra un respiro cuando mira a la vereda opuesta.Juntos por el Cambio, y más precisamente el Pro, experimenta una disputa feroz que le impide capitalizar la caída del Gobierno en la consideración pública. Detrás de los dardos de Patricia Bullrich a María Eugenia Vidal y la resistencia de Jorge Macri a que Diego Santilli desembarque en la provincia de Buenos Aires se filtran las diferencias de fondo entre Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri por la orientación futura del proyecto que se propone reemplazar (otra vez) al kirchnerismo.Los opositores sufren la falta de un liderazgo claro, como el que Cristina ostenta en el oficialismo. La lapicera no tiene dueño. Tampoco cuentan con la ventaja que da el Estado para ordenar un cierre de listas. Les pasa en distritos que tienen a la mano para ganar, como la Capital y Córdoba, y otros que requieren una estructura fuerte para ganar, como Buenos Aires o Santa Fe. La opción de ir a una PASO de momento está a la mano, pero se percibe como riesgosa.Juntos por el Cambio: con acusaciones y críticas, Pro enfrenta un clima de máxima tensión por el armado electoral“Es difícil defender la idea de que la democracia está en juego y que nos matemos entre nosotros por un cargo. No sea cosa que terminemos como los opositores de Venezuela, estéril mientras el régimen avanza”, se sincera un dirigente de la primera línea cambiemita.El Gobierno detecta el punto débil. Hubo una merma en los ataques a Larreta y un foco más claro en cuestionar a Bullrich. “A Larreta lo tenemos que abrazar cada vez que podamos”, dice un integrante del Gabinete.Hay una convicción en el kirchnerismo de que “contra Macri es más fácil”, espejo de lo que el anterior gobierno sentía respecto de enfrentarse a Cristina. Necesitan acentuar las contradicciones.Horacio Rodríguez Larreta, el sábado, en el vacunatorio de La RuralA la oposición le falta aún construir un discurso. Hay insistentes advertencias internas sobre la inconveniencia de centrar la campaña en la falta de vacunas y en el caso Pfizer. Simple: las vacunas van a llegar y pueden quedar presos de una queja vacía. Es peligroso subestimar la memoria de pez del votante medio. Larreta lo vio desde un principio y emula al Gobierno en eso de recorrer vacunatorios y distribuir fotos de prensa.El colmo de Juntos por el Cambio es terminar apoltronado en el banquillo de los acusados, donde intentó ponerlos el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su visita al Senado cuando dijo eso de que “al final de esta pesadilla van a tener que rendir cuentas”.Los muertos de la pandemia son de los que critican al Gobierno. El Presidente anuncia sin titubear que “Argentina se parece cada vez más a un país pobre” y acusa al capitalismo que “no ha dado buenos resultados”.El kirchnerismo unido es experto en repartir culpas por las cosas que no le salen. Sus rivales enfrentan el desafío complejo de encontrar una propuesta esperanzadora y salir de la trampa de señalar al mago por el truco que tan a menudo deslumbra a su público.

Fuente: La Nación

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Luego de sucesivos traspiés en la campaña de vacunación, el gobierno de Alberto Fernández pretende dar vuelta la página e ingresar en el segundo semestre del año con la mira puesta las elecciones legislativas. Con un fabuloso desembolso de recursos públicos, el oficialismo focaliza su campaña sobre tres ejes claves: inyectar más dinero en los bolsillos de los votantes para atenuar el impacto de la inflación; desplegar obras públicas por todo el país –sobre todo en el conurbano, bastión kirchnerista- y llegar a las primarias con la mitad de la población vacunada con al menos una dosis contra el Covid-19.La segunda ola de la pandemia –que el Gobierno ignoró en sus proyecciones presupuestarias de este año- obligó al ministro de Economía Martín Guzmán a abrir el grifo del gasto público y reforzar distintas partidas para atender la emergencia sanitaria y los perjuicios económicos que generan las “cuarentenas intermitentes” que viene decretando Fernández. El kirchnerismo, sin embargo, presiona para que Guzmán expanda todavía más el gasto antes de las elecciones y apunta al colchón de recursos que el ministro acumuló durante el primer cuatrimestre merced a la fuerte suba de la recaudación tributaria –en buena parte por la cosecha récord de soja- y la licuación de salarios públicos y jubilaciones por la inflación.De todo esto hablaron Guzmán y el gobernador bonaerense Axel Kicillof durante el largo almuerzo que compartieron la semana pasada en el Palacio de Hacienda. Kicillof no disimula sus críticas por el celo que exhibe Guzmán por mantener en caja las cuentas públicas y no excederse en el déficit fiscal en su afán por llegar a un acuerdo con el FMI y el Club de París para renegociar la deuda externa. Gracias a los oficios de Sergio Massa y del ministro del Interior Eduardo De Pedro, ambos economistas acordaron reunirse y sellar una “tregua de hostilidades” que redundaría en más recursos para la provincia de Kicillof de cara a las elecciones.Por contrapartida, Economía no reeditaría el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). como reclama un sector del kirchnerismo, sino que se amplían el programa REPRO II y los beneficiarios de la Tarjeta Alimentar, de menor impacto fiscal para el Estado. Punto para Guzmán.Con estos refuerzos presupuestarios el Gobierno pretende inyectar recursos a un amplísimo espectro de ciudadanos (votantes). Por caso, con la ampliación de la Tarjeta Alimentar el Estado reparte todos los meses hasta $12.000 a las familias de 3,7 millones de chicos menores de 14 años. El programa REPRO II, en tanto, pretende alcanzar a 13.000 empresas y 330.000 empleados. Con la ampliación de la Asignación por Hijo (AUH) el objetivo es llegar a 700.000 familias; el programa Potenciar Trabajo, por su parte, reparte otros $12.264 a casi un millón de trabajadores de la economía popular.La pelea es contra la aceleración de la inflación, el principal talón de Aquiles del plan electoral del Gobierno. El malestar social es elocuente y así lo revelan las encuestas que, con sus matices, reflejan una fuerte caída en la imagen presidencial. Las perspectivas en materia de precios no lucen alentadoras: analistas privados estiman que la inflación rondará este año el 47%, lejos de la estimación (corregida) del Ministerio de Economía, del 33% para todo 2021.El kirchnerismo presiona, pero Guzmán mantiene pisada la caja. Los últimos refuerzos presupuestarios demandarán unos $480.000 millones (equivalente al 1,3% del PBI) durante este año, según precisó el jefe de Gabinete en su último informe al Senado. Un monto importante, pero muy por debajo del billón de pesos que erogó el Estado el año pasado por la pandemia, equivalente al 4% del PBI.Guzmán gana por ahora la pulseada, pero cayó doblegado ante el kirchnerismo en la puja por las tarifas energéticas. Ceder a la presión de Cristina Kirchner de mantener congelados los servicios de gas y electricidad en este año electoral demandó, sólo durante el primer cuatrimestre, un costo de $152.856,6 millones (128,4% de suba interanual), según precisa el último informe de ejecución presupuestaria de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).Para dimensionar tamaña partida basta una comparación: lo que el Estado insumió en sólo cuatro meses en subsidios energéticos supera al presupuesto anual (y actualizado) que se destina para la compra y distribución de las vacunas contra el Covid-19 ($131.304 millones) para todo el país.Pero el kirchnerismo va por más: de la mano de Máximo Kirchner impulsa en el Congreso un proyecto llamado “zonas frías” que beneficia a 3 millones de personas con rebajas en las boletas de gas de entre el 30 y el 50%. De los beneficiarios, 1.200.000 usuarios residen en territorio bonaerense.Todo suma para ganar las elecciones: más planes sociales y de emergencia y subsidios universales, aunque sean “prorricos” como definió Guzmán. A ello se suma una última carta: antes de las primarias, el Gobierno pretende hacer efectivo el pago de las primeras cuotas de la devolución del impuesto a las ganancias. Un ingreso extra que percibirán 1.200.000 asalariados y jubilados que debieron abonar el tributo en los primeros meses del año, antes de la suba del piso. Engrosar el bolsillo del votante antes de las elecciones, esa es la premisa del oficialismo.Obras públicasEs un clásico de toda campaña electoral: la obra pública. Pese a la pandemia, el Gobierno aumentó fuerte el gasto en infraestructura. Según el informe de ASAP, las transferencias de capital a las provincias totalizaron $43.355,5 millones durante el primer cuatrimestre del año y mostraron un muy significativo incremento de 494,5% interanual. Los desembolsos se concentraron en las funciones Agua Potable y Alcantarillado (+649,4%); Educación (+493,7%) y Vivienda y Urbanismo (+660,3%).Abril marcó el punto de largada de la obra pública con Buenos Aires como la provincia más beneficiada: sólo ese mes recibió un desembolso de la Nación de $9793 millones, el triple que la Capital, el cuádruple de lo que recibió Córdoba y 20 veces más que Santa Fe.Los municipios del conurbano ya comenzaron a recibir dinero fresco. El ministro Kicillof anunció la semana pasada la puesta en marcha de 199 obras en el marco del Fondo de Infraestructura Municipal, de $8800 millones. El reparto, acordado con la oposición, es encabezado por La Matanza, de Fernando Espinoza (Frente de Todos), que recibirá $844.290.600. Le sigue Malvinas Argentinas, de Leonardo Nardini (Frente de Todos), con $361.459.773; Lomas de Zamora, de Martín Insaurralde (Frente de Todos) con $344.936.882; Merlo, de Gustavo Menéndez, con $334.465.200 y San Isidro, Gustavo Posse (Juntos por el Cambio), con $309.314.142.A la par de la obra pública, el Gobierno apuesta a potenciar la campaña de vacunación antes de las elecciones. La Casa Rosada es optimista: cree que las críticas opositoras a la gestión de la pandemia irán desapareciendo conforme avance la vacunación. Entre AstraZeneca, Sputnik V y, a partir de este mes, la Sputnik V fabricada en el país, en el Gobierno proyectan que tendrán garantizadas más de 1,5 millón de dosis por semana. Estiman que en septiembre se alcanzaría las 25 millones de personas inoculadas con una dosis. Para ello ya se triplicó el presupuesto destinado a la compra de vacunas y la logística de distribución en todo el país.Hoy, con casi 4 millones de casos positivos y superada la barrera de 80.000 muertos, nuestro país se encuentra en el tercer puesto entre los países con más pacientes en terapia por millón de habitantes. El interrogante es si el Gobierno y sus tardíos esfuerzos por vacunar lograrán revertir el alicaído ánimo social –y su reflejo en las encuestas- antes de las elecciones.

Fuente: La Nación

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A menos dos meses del cierre de listas para las elecciones legislativas, el Frente de Todos comienza a alinear la tropa para la batalla con Juntos por el Cambio en la Capital, bastión de Pro desde hace trece años. La principal coalición opositora a Horacio Rodríguez Larreta en el distrito porteño enfrenta un doble desafío en estos comicios de medio término. Por un lado, debe mantener la cohesión interna para ser competitivos frente al macrismo. Y, por el otro, necesita encontrar un candidato atractivo en el distrito que reúna consenso entre las distintas facciones del conglomerado opositor.Los referentes del espacio en el distrito reconocen que no será sencillo encontrar un postulante indiscutido, ya que el espacio carece de un liderazgo claro en la ciudad. Es que en el Frente de Todos, que logró superar el techo histórico de votos del PJ en la Capital en las últimas elecciones, confluyen las distintas vertientes del kirchnerismo y peronismo porteño, como La Cámpora, el sector de Víctor Santa María y el Nuevo Espacio de Participación (NEP), que lidera Juan Manuel Olmos.Alberto Fernández junto a Juan Manuel Olmos (Twitter/)Mientras el gobierno nacional avanza con el plan de vacunación, los distintos armadores de la principal fuerza opositora a Larreta analizan el escenario electoral y buscan posicionar alfiles propios en la antesala del cierre de listas. Los representantes de las distintas líneas internas del Frente de Todos coinciden en un punto: será clave despejar la incógnita de quién será el candidato de Juntos por el Cambio en el distrito, Patricia Bullrich o María Eugenia Vidal, antes de definir el perfil del postulante que encabezará la nómina del espacio. “Si Larreta va con Bullrich, podemos disputarle el electorado del centro y vamos a necesitar a alguien moderado”, plantea un integrante del espacio.Mientras el Pro vive una crisis interna por la indefinición de Vidal y la presión de Bullrich, en el Frente de Todos comienzan a barajar nombres de posibles postulantes. Muchos ya se prueban el traje de candidatos y generan malestar interno, sobre todo, en el camporismo. “No hay que adelantarse, todavía no comenzó la discusión electoral y no hay posibles candidatos. Estamos enfocados en asistir a los sectores afectados por la pandemia”, señalan desde la agrupación de Máximo Kirchner. Mariano Recalde, jefe de La Cámpora, en la Ciudad asumió como titular del PJ -junto a María Rosa Muiños, y será el encargado de articular la estrategia con Olmos, Santa María y el resto de los socios. Hay aliados que piden avanzar con la institucionalización del Frente de Todos y definir una mesa de conducción para articular la estrategia y minimizar los ruidos internos, sobre todo en época de campaña.Leandro Santoro (Fernando Massobrio/)En la fuerza hay quienes dan por sentado que el candidato que encabece la lista de candidatos a diputados será el legislador Leandro Santoro, que termina su mandato en diciembre. “Es candidato de Cristina y de La Cámpora”, dijo a LA NACION un dirigente porteño. Con su estilo verborrágico y llegada a los votantes del espacio, Santoro sería una carta para dar la batalla en el ring mediático, destacan en la fuerza.Varios laderos de Alberto Fernández en la ciudad impulsan el nombre del ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, el postulante ungido por Fernández en los últimos comicios.“Con Lammens podemos garantizar 35 puntos y meter 11 legisladores porteños y 4 o 5 nacionales”, agregó una fuente de la fuerza. El propio funcionario aclaró a LA NACION que le entusiasma más seguir en la gestión que pelear por una banca en el Congreso. “En este momento tengo mucho más para aportar desde el lugar en el que estoy”, dijo en una entrevista con este medio.El ministro de Turismo, Matías Lammens (guille llamos/)En el entorno de Lammens, sin embargo, aseguran que el ministro no se resistirá a encabezar la boleta si el Presidente se lo pide. Para fortalecer su lugar en la alianza porteña, el funcionario se prepara para asumir como presidente del Frente Grande, el partido fundado por Carlos “Chacho” Álvarez en los noventa. El objetivo de sus laderos es sumar a esa estructura a radicales, socialistas y hasta exintegrantes de la CC, el partido de Elisa Carrió, que no comulgan con el Pro. En ese esquema también trabaja Gustavo López, vicepresidente del Enacom y líder de Forja.Una espada legislativa del Frente de Todos que habla seguido con Alberto Fernández dijo que hay una “sensación de escasez de vacunas” que, cuando llegue el momento del cierre de listas “va a decaer”. Por ese motivo, emergió durante los últimos días el nombre de la asesora presidencial Cecilia Nicolini, quien tuvo un rol clave en la negociación con Rusia para la compra de las vacunas Sputnik. “Se la asocia con la llegada de vacunas y no está ligada al escándalo del vacunatorio vip”, señaló un armador político del Frente de Todos a LA NACION. Nicolini es, además, una de las pocas integrantes del albertismo que logró moderados elogios de Cristina Kirchner.Cecilia Nicolini: una "fixer" para Alberto Fernández clave en la relación con Rusia (Twitter/)Desde el sector de Santa María, quien meses atrás lanzó junto con Nicolás Trotta y Victoria Donda el espacio albertista “En común”, impulsan la eventual postulación de Gisela Marziotta. La excompañera de fórmula de Lammens -su vínculo con el exministro no terminó bien- reemplazó a Daniel Filmus en la Cámara baja y tiene mandato hasta diciembre. Entusiasmada con su experiencia en el Congreso, busca retener su banca.En el sector de Olmos en tanto intentan posicionar a Muiños, quien ya no puede renovar en la Legislatura, para ocupar un lugar en la nómina de diputados nacionales. Durante las últimas semanas, también se mencionó a Daniel Scioli, pero tendría pocas chances de competir en la Ciudad.Como renuevan los escaños que obtuvieron en las legislativas de 2017, en el Frente de Todos porteño se muestran optimistas sobre sus chances en el terruño de Pro. Consideran que será muy difícil para Larreta superar los 50 puntos, como ocurrió en 2019, y buscarán morderles votos progresistas.

Fuente: La Nación

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El Gobierno busca romper la inercia negativa. La crisis económica, la gestión de gobierno y el plan de vacunación son los ejes sobre los que la Casa Rosada trabaja para cambiar esa perspectiva que hoy pone al Gobierno a la defensiva mientras calienta motores para la elección legislativa. Pese a la multiplicidad de problemas, el presidente Alberto Fernández y su equipo están convencidos que hay tiempo para ordenar la situación y modificar la tendencia.El comando electoral del Frente de Todos, que se reúne semanalmente en La Plata, ya definió las bases sobre las que construirá la campaña: vacunas, obras y grieta, esa es la hoja de ruta con la mira puesta en el 14 de noviembre.Destrabado el flujo de vacunas, ahora el objetivo es mostrar un Estado en obra. Con dos ofertas electorales antagónicas, como se anticipa será la batalla entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, en el oficialismo ya definieron al enemigo: el expresidente Mauricio Macri.El presidente Alberto Fernández encabezó este mediodía desde la residencia de Olivos el acto de puesta en marcha de las primeras 30 obras públicas de 2021 (Presidencia/)“Es el jefe de la oposición y todavía está muy fresco el desastre que dejó, principalmente en el conurbano”, graficó un integrante del gabinete nacional de diálogo diario con el Presidente.Las próximas cuatro semanas serán fundamentales para la instalación de un mensaje homogéneo dentro de una coalición de gobierno con miradas disimiles sobre temas estructurales. Ese es uno de los desafíos que se plantearon en la mesa que integran Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Eduardo de Pedro, Sergio Massa, Santiago Cafiero y Gabriel Katopodis.La última vez que los líderes del Frente de Todos se cruzaron en un evento público fue durante la apertura del año legislativo, en marzo pasado (Presidencia/)Mientras tanto, el Gobierno se prepara para poner en marcha en el segundo semestre casi 1000 obras en las 24 provincias; la obra pública y las viviendas, serán los motores que utilizará la administración de Alberto Fernández para intentar revivir una economía atravesada por dificultades.Se trata de una inversión de unos 100.000 millones de pesos –gran parte de las obras son plurianuales, es decir que comienzan este año, pero tienen fecha de finalización más adelante– con la que busca generar empleo.“Vamos a salir de la pandemia y vamos a poner en marcha el país. Tenemos que recuperar la expectativa que había en 2019. Es importante transmitir que después de la pandemia la Argentina tiene destino”, explicó el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, que ya puso en marcha 1466 obras.Desde que asumió, el funcionario, que administra uno de los presupuestos más abultados de la administración pública, ya desplegó obras en 1500 de los 2300 municipios que hay en el país. “No hay un opositor, ya sea gobernador o intendente, que pueda decir que no hay obra pública es su distrito”, dijo a LA NACION el exintendente de San Martín.Con 233 obras listas para comenzar, la provincia de Buenos Aires aparece como el principal destino para la obra pública, con 15% del gasto total. Principal bastión kirchnerista, el conurbano, será uno de los epicentros.Los 40 municipios que integran el Gran Buenos Aires son una pieza clave. Ahí, las obras se concentran en pavimento, cloacas, agua potable, hospitales y centros de salud. “Una obra cada cinco manzanas, todos tienen que verlas”, se entusiasmaron desde la Casa Rosada.El podio de favorecidos lo completan Córdoba, con 109 obras; Entre Ríos, con 64, y Santa Fe, con 54. En la otra orilla, últimos, aparece la Ciudad de Buenos Aires y San Luis, con 6. Todos los datos oficiales se publican en la plataforma “MapaInversiones”, iniciativa que lanzó Katopodis junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para mejorar la transparencia.En paralelo, desde el ministerio de Hábitat, que lidera Jorge Ferraresi, se comprometieron a comenzar la construcción de 30.000 viviendas y se licitarán 80.000 lotes para construir.El presidente Alberto Fernández inaugura el tramo Chacabuco-Junín de la Ruta Nacional N°7 (Captura Presidencia/)“Hace poco dijeron que mi palabra estaba devaluada [por las críticas de Mauricio Macri], pero yo tengo la tranquilidad de poder decir que en medio de una pandemia fuimos cumpliendo promesas que hice en campaña”, dijo el Presidente el miércoles en un acto que compartió con Ferraresi. Campaña, obras, Macri, la fórmula electoral que está en marcha.Contagios y vacunasSi bien el estado de alerta no desapareció, el arribo de casi siete millones de vacunas en el último mes y el anuncio de que comenzó la producción local de la vacuna Sputnik V, actuaron como un bálsamo para el jefe del Estado.En la Casa Rosada están convencidos que el plan de vacunación seguirá aumentado su ritmo. El viernes se inocularon 356.454 personas, un nuevo récord en la lucha contra el coronavirus. A esta velocidad y siempre y cuando no haya problemas con la producción de las vacunas, según las estimaciones oficiales, todos los mayores de 18 años estarán vacunados con una dosis antes de las elecciones.Según los datos del monitor público de vacunación fueron distribuidas 17.495.490 de vacunas, de las cuales 13.730.521 ya fueron aplicadas. En total, 10.733.428 personas recibieron la primera dosis y 2.997.093 ya cuentan con su esquema de vacunación completo.El presidente Alberto Fernández en teleconferencia con el presidente ruso Vladimir Putin y otros mandatarios“La primera parte, la del cuidado, está encaminada. En 15 días estará vacunada toda la población de riesgo. Ahora, tenemos que trabajar sobre la esperanza del futuro”, resumió un funcionario de primera línea. En esta construcción hay un factor clave, algo que marcó la vicepresidenta Cristina Kirchner en sus presentaciones: que el poder adquisitivo de la gente le gane a la inflación. La expresidenta impuso un nuevo piso para los incrementos salariales esta semana cuando firmó un 40% de aumento para los empleados legislativos.En este recorrido, la híperpolarización es el camino elegido para la batalla electoral. En ese sendero, Macri reúne las características de un “enemigo” perfecto, según advirtieron cerca del Presidente. “Sintetiza todo lo malo. Nuestra consigna es que ellos fueron un fracaso. Fueron muy malos gobernando”, resumió un hombre con acceso al despacho presidencial.Desde la Casa Rosada creen que la campaña servirá de ordenador interno. “La marca del Frente de Todos es muy contenedora. Lo más importante es no desconectarse de la gente y alinear nuestro discurso a sus prioridades”, describió uno de los ministros que responde al Presidente. El metamensaje tiene destinatario: el Instituto Patria y la agenda judicial.En las charlas privadas con sus colaboradores, el Presidente repite lo mismo. “Tenemos que contar lo que hicimos”, les dice. En el listado aparece la asistencia social, el IFE, ATP, pero también el cambio de las escalas para Ganancias y las vacunas.Esa es la receta para intentar enfrentar una elección que asoma complicada y con final abierto.

Fuente: La Nación

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La actualización de los valores de la tabla del monotributo –tanto de las facturaciones máximas de cada categoría como de los importes mensuales a pagar– y la habilitación de un “puente” entre ese esquema impositivo y el régimen general (que implica la inscripción en IVA y Ganancias y el pago de aportes previsionales de autónomos), son los dos grandes cambios normativos que llegaron de mano de la ley 27.618 y de sus recientes reglamentaciones.Ambas cuestiones (actualizar el esquema y aliviar el costo que implica la exclusión del monotributo) van en el sentido correcto, según consideraron tributaristas consultados por LA NACION. Sin embargo, al tiempo que el reajuste de los montos no es más que el cumplimiento de una disposición legal que este año se demoró cinco meses por efecto de decisiones del Gobierno (una demora que derivó en que ahora los contribuyentes se encuentren con que la AFIP les reclama el pago de deudas por la suba retroactiva de los aportes), el nuevo esquema del pase al sistema general siembra dudas respecto de sus reales efectos.Hay una conclusión, eso sí, que hay quienes expresan sin dudar: el régimen que nació como un esquema simplificado se vuelve cada vez más sofisticado y complejo. Incluso la actualización de la tabla se presenta este año como un tema que les deja a los contribuyentes nuevas obligaciones que cumplir; por ejemplo, pagar la ya mencionada deuda que la AFIP les dice a muchos que tienen, como consecuencia de la retroactividad de los nuevos valores del importe mensual que corresponde al impuesto integrado y a los aportes a la seguridad social.La actualización de la tablaLos montos de la tabla del monotributo publicada por la AFIP el 1° de este mes surgen de haber incrementado en un 35,3% los que estaban antes vigentes y que correspondían a 2020. Ese porcentaje equivale a la suba que tuvo el haber jubilatorio mínimo del sistema de la Anses el año pasado, y es la referencia que decidió usar el Gobierno (la incluyó en un artículo del proyecto de ley que aprobó el 8 de abril el Poder Legislativo) para hacer, excepcionalmente, la actualización de 2021.Desde 2018 y según la ley 27.430, en cada enero los ingresos máximos permitidos y los aportes mensuales del sistema aumentan en el mismo porcentaje en que subieron en el año previo las jubilaciones, de acuerdo con el resultado de la fórmula de movilidad previsional. Pero en 2020 la vigencia de ese cálculo se mantuvo suspendida, y las subas otorgadas de forma discrecional y por decreto no fueron iguales para todos los jubilados. De allí, el índice de carácter excepcional para la actualización para este año.El reajuste no solo incluye los topes de los ingresos, que en las categorías más altas llegan ahora a $2.353.705,82 anuales (K, de prestación de servicios) y a $3.530.558,74 (H, de venta de cosas muebles), sino también los de alquileres devengados en el año. En el caso de los dos escalones más altos de la tabla (K y H), ese tope es por 2021 de $423.667,03.También suben 35,3% el impuesto integrado y los aportes al sistema jubilatorio y a la obra social. Como todo tiene efecto desde enero, la combinación entre la reubicación de contribuyentes en las nuevas categorías y la adecuación de las cifras lleva a que se generen deudas o acreencias. Desde el martes pasado, cada contribuyente puede ver en la página de la AFIP o en el portal del monotributo en qué categoría se lo ubicó. A la recategorización la hizo el organismo según los datos de facturación de 2020. Quienes entiendan que no quedaron bien encuadrados tienen tiempo hasta el 25 de este mes para tramitar el cambio, usando el servicio interactivo “Categorización Retroactiva 2021” (los adheridos al débito automático para pagar deben hacer ese trámite hasta el viernes 11, según la resolución 5003 firmada por la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont).Un dato que muchos monotributistas vieron cuando ingresaron el martes a la página de la AFIP, fue un saldo a su favor o una deuda con el fisco. Sin embargo, esa misma noche se admitió desde el organismo que las cifras que se habían publicado eran erróneas. Luego se dijo que hubo correcciones, pero lo cierto es que hay números que generan dudas, y la resolución oficial indica que las consultas sobre deudas o acreencias deberán hacerse desde el 1° de julio. De hecho, para quienes informen hasta el 25 de este mes una modificación de la categoría asignada, deberá haber un nuevo cálculo de las retroactividades. Para saldar lo que se deba o para adherir a un plan de cuotas habrá tiempo hasta el 20 de julio. Y sobre el monto que reclama, la AFIP no deberá cargar intereses por el período que pasó entre los vencimientos originales de cada cuota y el día en que se efectivice el pago.“Si bien las diferencias (entre los montos que debieron haberse pagado y los que se abonaron en lo que va del año) no generan intereses resarcitorios, estamos en un momento especial, en el cual al pequeño contribuyente le cuesta mucho afrontar esos pagos”, observa Gabriela Russo, presidenta del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y agrega que el plazo previsto para que cada persona revise su situación y vea si está bien encuadrada “parece corto, comparado con los meses que le llevó al organismo poner a disposición la reglamentación” de la ley, cuyo proyecto fue enviado al Congreso recién el último día de 2020. La incertidumbre sobre la actualización por 2021 ya existía desde varios meses antes.El viernes, el Consejo le envió una nota a Marcó del Pont pidiendo que se reconsidere la exigibilidad del pago de las diferencias por la actualización de los aportes, o bien que, en caso de mantenerse la obligación, al menos no haya intereses por financiación en los planes de cuotas ofrecidos.Según dijeron en la AFIP, los pagos podrán hacerse en hasta 20 cuotas, aunque el plazo será por lo general más corto, dado que cada cuota no puede ser menor a $500. Esos planes tienen una tasa de interés que ronda el 3% mensual.Algunos ejemplos: alguien que estaba y se mantiene en la categoría A, pagó $1955,68 en los últimos meses; ahora el importe es de $2646,22 y el saldo deudor equivale a la diferencia -$690,54- multiplicada por la cantidad de meses ya abonados. Si alguien pasó de la categoría B a la A, tendrá una diferencia mensual que, a partir de febrero (dado que en una recategorización correspondiente a enero el aporte correspondiente al nuevo casillero se paga desde el mes siguiente), es de $459,42 (en cuanto a lo pagado en enero, la diferencia es de $772,15). Y a quien estaba y sigue en la categoría K, le reclamarán $5196,33 por mes. Otro caso: a un monotributista del sector servicios que estaba en la categoría E y que ahora fue reubicado en la C, le quedará un saldo a su favor.El puente al régimen generalQue exista un mecanismo de pase “armónico” del monotributo al régimen impositivo general es parte de un viejo conjunto de reclamos o recomendaciones de economistas, tributaristas y hasta de los propios contribuyentes que alguna vez se ubicaron, por su nivel de facturación, cerca del umbral. Al salto de un esquema al otro, que implica un incremento enorme de los costos económicos y administrativos, se refiere la mayor parte de la nueva ley.Por una parte, hay disposiciones dirigidas a quienes en algún momento, hasta el final del año pasado, se excedieron de los límites del monotributo. Desde los últimos meses de 2019 estuvieron suspendidos los controles sistémicos de la AFIP para detectar inconsistencias y determinar exclusiones. Por lo tanto, y si bien siempre rigió la autoexclusión, la ley asume que hay personas en el monotributo que no deberían estar. Para esos casos, hay diferentes escenarios.• Quienes en algún momento se hayan excedido en no más de 25% de la facturación tope, podrán quedarse en el monotributo, abonando dos sumas. Una, equivalente a la diferencia entre el aporte de la categoría más alta y el monto que en los hechos se abonó, desde el momento en que ocurrió la causa de la exclusión y hasta diciembre pasado. Y una suma adicional, vinculada con cuánto se excedió la persona del ingreso admitido. La opción para quedarse debe hacerse entre el 2 y el 27 de agosto (y hasta este último día habrá que hacer los pagos).• Quienes se excedieron en más de 25% pasan a autónomos y podrán tomar –con efecto desde que se produjo la causa de la exclusión–, parte de sus gastos como créditos fiscales de IVA y como deducciones para el impuesto a las ganancias. Debe tratarse de compras vinculadas a la actividad, hechas a responsables inscriptos.• Quienes voluntariamente habían salido del régimen simplificado para ir al general entre el 1° de octubre de 2019 y el 31 de diciembre de 2020, si no se habían excedido en más de 25% podrán volver al monotributo, o quedarse en el sistema de autónomos con el beneficio de una reducción de los saldos deudores de IVA de 50% en el primer año, 30% en el segundo y 10% en el tercero. La opción deberá hacerse entre el 5 y el 31 de julio.Esta última medida vinculada con el IVA está contemplada en el esquema de puente permanente. De ahora en más, quienes superen los límites de facturación y pasen al régimen general podrán usar –si cumplen con determinadas condiciones– créditos fiscales que se originen por las compras de los 12 meses previos a que la exclusión tenga efectos, y aplicar deducciones en Ganancias por esas operaciones. Además, si salen voluntariamente tendrán la baja del IVA descripta en el párrafo anterior.¿Qué impacto concreto tendrán las medidas? Más allá de los aspectos técnicos, una conclusión es que queda confirmado, según señala Russo, que ya no se trata de un régimen “simplificado”, si se tienen en cuenta, por ejemplo, “los cálculos y análisis que se deben realizar para decidir permanecer o ingresar en el régimen general. Entonces, cada vez es más importante tener el asesoramiento de un contador matriculado”.Con respecto a los créditos fiscales que podrán tomarse por las operaciones hechas durante la etapa de permanencia en el monotributo para aliviar la carga luego del salto a autónomos, el contador Iván Sasovsky señala que “muchos monotributistas reciben facturas de otros monotributistas”, mientras que la ley dispone que, para el crédito fiscal, deben provenir de responsables inscriptos. Entonces, dice, “habrá que ver cuán verdadero termina siendo el beneficio”. Agrega que puede ser engorroso “hacer el análisis de 12 meses para obtener un número exacto de crédito fiscal computable en el régimen general”.Con la mirada puesta en lo que hay del otro lado del puente, el contador Martín Caranta, de Lisicki, Litvin & Asociados, dice que “en una parte importante, el problema [del salto] se produce porque el impuesto a las ganancias se popularizó en los últimos tiempos a causa de lo bajas que son las deducciones y, en este punto, los autónomos son los más perjudicados. “Es muy positivo que la ley haya receptado la necesidad de un puente, porque realmente se produce un salto al vacío cuando se va del monotributo al régimen general”, dice Caranta. Y advierte, también, que “cada ley de reforma vuelve más sofisticado” a un régimen que nació al amparo de la idea de hacer algo “simplificado”.Russo, por su parte, considera que los importes del crédito fiscal podrían no ser tan significativos para aliviar la situación y pone también la mirada sobre la diferencia entre los aportes previsionales de uno y otro sistema. En el monotributo, los de las categorías más altas son de $1965,71 (servicios) y $2616,36 (comercio). En la categoría I de autónomos el aporte es, desde este mes, de $4143 (y hay actualización trimestral, mientras que la del aporte de monotributo es anual).Revisar el componente de seguridad social del esquema del monotributo es una de las cuestiones que quedan pendientes, según entiende el economista Oscar Cetrángolo, docente e investigador en el IIEP (UBA-Conicet). “Esta norma es en realidad un parche –dice con respecto a la nueva ley–, pero un parche que va en el sentido correcto, a la vez que hace falta rever muchas cosas más; esto es lo que se puede hacer en esta coyuntura y no creo que se pretenda darle un punto final al tema del monotributo. La reforma que está pendiente no es solo de ese esquema, sino también de IVA y Ganancias”.

Fuente: La Nación

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MONTEVIDEO.- Una sola palabra usa Fabián “Pepín” Rodríguez Simón para responder cuando le preguntan si quiere volver a la Argentina. “No”, dijo tajante en un juzgado de Montevideo.“Pepín” se quiere quedar en Uruguay para vivir, trabajar y estar lejos del tejido político y judicial porteño, que trajinó durante el gobierno de Mauricio Macri.El exasesor judicial del líder de Pro pasa sus días entre Punta del Este, la Ciudad Vieja montevideana y el coqueto barrio de Pocitos, frente a la playa popular de la rambla. Y no quiere saber nada con cruzar el Río de la Plata y exponerse a lo que considera una maniobra del poder kirchnerista.Nadie se anima a decir cómo terminará el caso, pero todos coinciden en que llevará tiempo. Rodríguez Simón quedó libre, pero no tan libre; puede trabajar y vivir cómodo, pero no hacer planes a largo plazo. Por un lado, está su pedido de refugio político; por otro lado, la jueza federal María Servini de Cubría que pide la extradición para juzgarlo en Buenos Aires. No fue detenido como pretendía la magistrada, pero debió entregar el pasaporte y tiene dispuesto un cierre de fronteras; la espera de “Pepín” debe ser sí o sí en Uruguay.Rodríguez Simón en el ingreso al juzgado de Montevideo que tomó su caso. (Marcelo Zina/EGMFotos/)Al presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, le cayó el caso en medio de una relación tensa con el gobierno de Alberto Fernández, y aunque en su entorno sostienen que está claro por normativa que el Poder Ejecutivo no decide si le da un paraguas protector o si lo entrega a la Justicia argentina; todos saben que el mandatario no quiere sumar un lío más.En la diplomacia oriental y en el ámbito político coinciden en que un refugio a una persona que sostiene que la justicia de su país está sesgada y manejada sin división de poderes, derivaría en un nuevo conflicto entre Uruguay y la Argentina.“Pero no podemos hacer nada, que resuelvan los que deben resolver”, dicen en la casa de gobierno uruguaya. La administración de Lacalle Pou está jugada a la apertura comercial y precisa que sus socios del Mercosur le abran la puerta para negociar con otros bloques. Dar refugio a Rodríguez Simón podría embarrar estas tratativas que ya están iniciadas.Mercosur: Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso lanzaron un manifiesto para respaldar a Alberto FernándezEl refugio lo decide una comisión extra-gubernamental y la extradición es un proceso judicial posterior. Pero la defensa de “Pepín” tiene una batería de argumentos jurídicos explicados en detalle por tres juristas de alto nivel que están identificados con las principales corrientes políticas del Uruguay.Según pudo saber LA NACION, uno de ellos es Martín Risso, considerado como uno de los principales constitucionalistas del país e identificado con el Partido Nacional.Otro puntal para “Pepín” es Gonzalo Fernández, referente del Frente Amplio que fue canciller de la República Oriental del Uruguay, ministro de Defensa Nacional y jefe de Gabinete del expresidente Tabaré Vázquez.De acuerdo a las fuentes consultadas, el tercer jurista que aporta a la defensa de Rodríguez Simón es Didier Operti, un experto en Derecho Internacional que tuvo cargos políticos importantes en las dos presidencias de Julio María Sanguinetti (1985-90 y 2000-2005) y fue ministro del Interior y de Relaciones Exteriores, en el gobierno de Jorge Batlle.Risso y Operti sostienen que hay condiciones para otorgar la calidad de refugiado a Rodríguez Simón, mientras que Gonzalo Fernández argumenta que no corresponde la extradición. Además, considera que no corresponde la detención porque no se ha fundado ni la necesidad ni la urgencia de la medida. Indica además que el acusado, al ser parlamentario del Mercosur, tiene el estatus de representante de un organismo internacional con sede en Uruguay.Y eso no es todo: Fernández agrega que la medida de arresto es siempre excepcional y sobre el tema de fondo que es la extradición, dice que no cometió el delito de extorsión por el cual lo denuncia en Buenos Aires el empresario kirchnerista Cristóbal López.¿Dónde vive Pepín?El exasesor de Macri está en Uruguay desde el año pasado, donde declaró un domicilio en un estudio jurídico de la Ciudad Vieja. Al principio se alojó en un hotel céntrico, pero ahora vive en un departamento de Pocitos. Fuera de Montevideo, tiene tiempo para escaparse a pasar unos días al Este, en La Barra de Maldonado.“Pepín” es un abogado corporativo y vive de asesorar a empresas, por lo que ahora trabaja con sus clientes del extranjero on line, como lo hacía cuando llegó a Uruguay.José Torello, uno de los exfuncionarios macristas con los que se reúne Rodríguez Simón en Uruguay.En Punta del Este se encontró con ex funcionarios de Cambiemos como José Torello, quien fue jefe de asesores del expresidente Macri y también está mencionado en la denuncia contra “Pepín”. Desde el año pasado, son muchos los argentinos que se refugiaron en el Este durante la cuarentena sanitaria.

Fuente: La Nación

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En un estupendo libro de artículos que desdichadamente permanece inédito en la Argentina –Cuando los tontos mandan–, Javier Marías fustiga al filósofo Slavoj Žižek, “al que no he leído y oído más que trivialidades vehementes salidas de la máquina del tiempo –anota–. Todas me recuerdan a mi más estúpida y pomposa juventud”. Más adelante, el hijo de Julián Marías carga contra los líderes del kirchnerismo español (Podemos), que le producen el mismo déjà vu: “Yo he conocido a estos tipos en el pasado lejano; es más, milité junto a ellos, breve tiempo y a desgana –piensa cada vez que los ve–. Dicen las mismas cosas y tienen las mismas actitudes de los pro chinos de mi primer curso de Facultad, con algún tic de los trotskos y algún otro de los miembros del Partido Comunista Español más cerriles y estalinistas, ya anticuados entonces”. Marías expone su perplejidad ante el hecho de que vuelvan a circular como nuevos y brillantes estos discursos oxidados. Esa circulación, en América Latina, se ha mixturado con el nacionalismo más obtuso; es aún más intensa y mucho menos espontánea. Basta escuchar un rato a Hilda Molina, notable médica cubana que reside en Buenos Aires y examiga de Fidel Castro: se cuenta que el Hombre estaba enamorado de ella. Esta semana, Molina fue entrevistada por Laura Di Marco y Pablo Rossi en Radio Mitre, y narró allí lo que el mítico líder le confesaba en la intimidad: el imperativo de colonizar el continente para contar con aliados, y hacerlo todo mediante “guerrilleros ideológicos”, la batalla de las ideas (inspirada en Carl Schmitt) y “esa democracia boba”, que debía ser utilizada para ingresar en el sistema e instalar paulatinamente desde adentro un “régimen popular”. Para ese objetivo era necesario limar algunos valores básicos: “Trabajar el cerebro de la sociedad diciéndole ‘tú lo que no tienes es porque este te lo sacó’ y ‘los que defienden el mérito son malos y es porque algo te han quitado’”. Toda la maquinaria castrista se abocó a enseñarle a Chávez cómo construir una epopeya, método crucial para ganar el territorio propio y el sentimiento de los pueblos de la Patria Grande: así se creó el “socialismo del siglo XXI”, sustituto del viejo comunismo (la sola palabra era un quemo) y promotor de autocracias con retórica izquierdista y partido único. “El gran defecto del mundo ha sido subvalorar quién fue el señor Fidel Castro”, concluyó Hilda Molina. Y es imposible no recordar cómo tras la muerte de Néstor Kirchner, el carapintada de Caracas ejerció fuerte influencia sobre su viuda, y cómo los hermanos Castro la arroparon en su reino durante sus múltiples visitas, que no solo tenían por objeto acompañar a su hija enferma, sino también repensar el mundo y ajustar los antiguos “sueños” al momento y al carácter nacional. De esa misma usina surgieron el verso del lawfare, su renovada fobia a la meritocracia y su declamada convicción de generar en su país un Nuevo Orden. La Pasionaria del Calafate también habrá sido asaltada allí por el déjà vu de los ideales setentistas, que los Kirchner resucitaron e institucionalizaron desde el Estado. Tal vez le hayan recordado la migración temprana de John William Cooke, mentor del “peronismo de izquierda” y luego revolucionario armado en La Habana. Cooke intentó convencer a Perón de que abandonara su exilio en tierra de Franco y lo continuara en el jardín de Fidel. Pero el General no solo se resistió, sino que a su regreso se encargó de exterminar a quienes habían “infiltrado” el Movimiento. En los albores del cuarto gobierno kirchnerista, Horacio González le advirtió a Alberto Fernández que no debía confundirse: “Abandonar las ideas de Cooke sería abandonar el peronismo”.Una forma inteligente de comprender la política de nuestra cancillería falsamente zigzagueante podría consistir en leer el diario Gramma, house organ de la más añeja dictadura caribeña. En sus páginas, el ataque del grupo terrorista Hamas fue escamoteado de los grandes titulares y el caso fue presentado así: “Una vez más la tierra palestina, ocupada y pisoteada por Israel, es bañada en sangre inocente”. Resulta sencillo, a partir de esta caracterización realista, explicar la empecinada labor por abrazar a Venezuela y librarla de toda culpa en sus incontables crímenes de lesa humanidad, la amistad innegable con Irán (financista de Hamas y de Caracas), el viaje a la “próspera” Cuba para promocionar la invisible vacuna Soberana y el envío extraoficial de un cargamento de 739.000 jeringas y agujas en calidad de donación, y también aquella jactancia vicepresidencial: “Quién diría que en medio de esta pandemia atroz que rompió todos los modelos para gestionar el Estado las únicas vacunas con las que contamos hoy son rusas y chinas. ¿Qué cosa no?”. La frase intentaba una autocelebración y también exhibir un falso multilateralismo, pero lo cierto es que su sesgada diplomacia antioccidental resulta un calco exacto de la cubana. Las adquisiciones y carencias de vacunas tienen entonces como explicación no solo la inepcia acostumbrada y el capitalismo de amigos, sino muy especialmente la geopolítica, que el Instituto Patria no dudó en colocar por encima del pragmatismo humanitario que exigía la hora. Ni China sigue ya al maoísmo ni Rusia es leninista –más bien todo lo contrario–, pero no han abandonado por ello la costumbre del totalitarismo, son enemigos de Washington y Bruselas, y resulta tentador hacerles favores, aunque en ese lago no hay muchos peces para la Argentina: despóticos, pero no gilipollas. Este extraño PC chino de la globalización no quiere cambiar el sistema capitalista sino liderarlo; ha invertido miles de millones de dólares en Venezuela y se arrepiente de esa operación porque el chavismo ha resultado desastroso para todos y todas. El zar nacionalista de Moscú, más allá del Zoom, apuesta a la Argentina con la aprensión de un torero cobarde. Los expertos en política internacional observan todas estas maniobras argentas más como resultado de la ignorancia que de una meditación profunda: nuestro largo plazo, ya saben, es el fin de semana; la hipótesis de que el kirchnerismo coquetea con esas autocracias para producirles celos a Estados Unidos y a Europa tampoco los convence. Es un hecho, sin embargo, que Cristina –un significante vacío– necesita llenarse de argumentos porque desprecia profundamente las democracias liberales, sabe que para el mundo ella es un emblema del populismo y, despechada, redobla la apuesta por los sistemas donde no existen contrapesos ni alternancias ni libertad de prensa. Para adaptarla a sus propósitos, ha comprado en Cuba la caja de herramientas ideada por un modelo que curiosamente ahora el régimen –en grave indigencia– comienza a abandonar. El presidente de la DAIA ha sintetizado toda nuestra política exterior: “Nos dolió ver a la Argentina votando con países que no son democráticos y violan derechos humanos”. Y entusiasmado con el microclima camporista, Alberto predicó el viernes: “Es hora de entender que el capitalismo no dio buenos resultados”.El kirchnerismo, que ha copado la cabina de mando del peronismo en nombre de las ocurrencias desactualizadas de Cooke, mantiene todas estas alianzas temerarias, pero cuando son denunciadas tiende a desmentirlas: sabe que la avanzada genera enemigos, mete miedo, pianta votos y, sobre todo, huele a naftalina. Javier Marías se lamenta por la cultura del déjà vu: “Resulta descorazonador y decepcionante ver cómo vuelve todo lo antiguo una y otra vez”.

Fuente: La Nación

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LIMA (AP) — Los peruanos elegirán el domingo entre dos opciones presidenciales populistas, pero opuestas en ideología, que ponen en debate las bondades del sistema económico afectado por el COVID-19.El izquierdista Pedro Castillo y la derechista Keiko Fujimori van empatados según todos los sondeos. Ambos prometen vacunar contra el nuevo coronavirus a toda la población y son conservadores en temas sociales. Se oponen al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo.La batalla radica en el modelo económico. La pandemia remeció a Perú, que se jactó de ser la estrella económica regional por sus buenos datos macroeconómicos en 20 años, pero no reparó en la informalidad laboral mayor a 70% y sus pésimos servicios públicos en salud y educación.El país lleva casi tres décadas de gobiernos amigos del libre mercado sin intervención estatal en el sector empresarial debido a una Constitución escrita en 1993 bajo el gobierno del padre de la candidata Fujimori, el ahora encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumple condenas por corrupción y su responsabilidad en el asesinato de 25 peruanos en su gestión.Keiko Fujimori busca mantener el mismo sistema, mientras Castillo anhela reescribir la Constitución para modificar el sistema económico y lograr más ingresos para educación y salud con la participación del Estado en la extracción de recursos naturales como la minería, el petróleo y gas.“El Perú es un caso de éxito en crecimiento económico, pero, a su vez, de no éxito de un crecimiento social e incluyente”, dijo al diario capitalino El Comercio Santiago Levy, ex vicepresidente de sectores y conocimiento del Banco Interamericano de Finanzas.El virus provocó 10 millones de pobres que viven con menos de tres dólares por día, decenas de miles de negocios quebraron y hay más de 185.000 muertos, cifra que casi triplica las víctimas del conflicto armado entre el grupo terrorista Sendero Luminoso y los uniformados entre 1980-2000.La hija de Fujimori también promete 2.500 dólares a cada familia con al menos un muerto por COVID-19. Asegura que repartirá 40% de un impuesto por la extracción de minerales, petróleo o gas a familias que viven cerca de esas áreas extractivas.Castillo ofrece de forma adicional, renegociar los contratos con multinacionales que extraen minerales, gas y petróleo en busca de más ingresos estatales. También asegura que cobrará deudas al fisco de poderosos grupos empresariales que suman más de 2.400 millones de dólares.El presidente interino, Francisco Sagasti, pidió el viernes a Castillo y Fujimori “respetar escrupulosamente la voluntad del pueblo peruano” tras los comicios y afirmó que apenas el tribunal electoral publique los resultados “convocará a quien el voto popular haya elegido”.Fujimori, sobre quien la fiscalía pide 30 años de cárcel por presunto lavado de dinero, recibe apoyo de la élite económica local, así como de políticos de otros países, entre ellos, el opositor venezolano Leopoldo López, el expresidente colombiano Andrés Pastrana y el expresidente boliviano Jorge Quiroga.Por su parte, el profesor izquierdista tiene adhesiones de los expresidentes de Bolivia, Evo Morales, y del exmandatario de Uruguay, José Mujica. Gran parte de los pobres también lo apoyan.De acuerdo con la ley electoral, ganará quien acumule más votos e iniciará su gobierno el 28 de julio cuando reciba el poder de manos del actual mandatario Sagasti.

Fuente: La Nación

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Colón campeón, y es saludable que así sea. Son varios los motivos que convierten su título en una buena noticia. En primer lugar, porque llegó a la consagración por méritos propios, basado en su juego y su atrevimiento. Después, porque es un ejemplo muy válido para romper con una serie de axiomas y preconceptos instalados, porque resalta una manera de trabajar, y porque reivindica a un jugador, el Pulga Rodríguez, que lleva en sus genes la esencia del futbolista argentino.Personalmente, siempre desconfío del técnico que adapta su plan de juego a lo que haga el adversario, incluso aunque sea circunstancial. Prefiero al entrenador que, más allá de consideraciones puntuales, intenta grabarle su sello a los equipos y sostenerlo en el tiempo. El equipo santafesino demostró que si el libreto es claro y la postura no se modifica se puede reemplazar jugadores –Colón debió hacerlo por lesiones, suspensiones o contagios de Covid-19–, manteniendo la estructura de las ideas y sin perder el estilo.Álvarez, el soñador que debutó en la selección con su ídolo Messi: su historia y los números que explican su presentePero además, ese libreto se adapta a los tiempos que corren en la evolución del juego. En la búsqueda de alternativas para lograr lo más complejo, fabricar los espacios que el rival quiere anular, el fútbol actual privilegia las relaciones que se dan en la cancha entre los jugadores por encima de los aspectos individuales, y en ese aspecto, el medio campo alcanza un estatus fundamental. En defensa o en ataque se puede lograr eficacia apoyándose en la especialidad de cada jugador. Pero las acciones sustanciales del juego, la elaboración y la recuperación, se definen en la mitad de la cancha. Es ahí donde el técnico decide cómo quiere jugar, y es ahí donde Colón tuvo los ingredientes para alcanzar el éxito.Cristian Bernardi pica la pelota ante Chila Gómez, fue el 2-0 de Colón ante Racing (Fotobaires /)En ese punto geográfico del campo son necesarios futbolistas inteligentes, capaces de pensar y tener criterio para que el fútbol transite con naturalidad. Como Federico Lértora, que sabe correr la cancha ahorrando kilómetros. O Rodrigo Aliendro, uno de los secretos del equipo porque cumple perfectamente con las dos funciones vitales y juega bien casi con disimulo. En la recuperación es aguerrido, toma como referencia al volante central para desplazarse y posicionarse por detrás de la línea de la pelota, y siempre lo hace de manera correcta. En la elaboración toca y llega, y tiene buenos recursos para asociarse.Colón: una madrugada interminable a puro festejo por la consagración en la Copa de la LigaA ellos se suma Cristian Bernardi, que a su movimiento constante le agrega habilidad para descubrir los recovecos vacíos que van generando sus compañeros a partir de las rotaciones y los desplazamientos; y Alexis Castro, uno de esos casos en los que un jugador encuentra su hogar. No siempre sucede, porque tiene que darse una serie de requisitos: la complicidad con los compañeros, la tranquilidad, el liderazgo y el estilo que impone el entrenador, el clima general alrededor del equipo. Pero cuando ocurre y uno se siente de verdad confortable -algo que evidentemente pasa con Castro en Colón-, el jugador explota y saca lo mejor de sí mismo.Colón de Santa Fe vs Racing de Avellaneda (Pool Argra /)Por supuesto, Eduardo Domínguez es el artífice de la obra, porque el trabajo artesanal de la construcción de un equipo siempre empieza por el pensamiento del entrenador. El fútbol de Colón demuestra, una vez más, que no es cierto que solo se puede aspirar a dominar los partidos e imponer un estilo propio si se cuenta con materia prima de primerísima calidad. La clave está en no estancarse, en ser activo en lugar de perezoso, en imaginar cómo se puede superar al rival a través de la pelota con los recursos que se tienen a mano, pero también alejándose de las ideas mezquinas.Hay técnicos, también dentro de nuestro fútbol, que todavía conservan una mirada más esquemática del juego. Que se encomiendan a sus jugadores en la creencia de contar con un potencial individual de mayor categoría; que se aferran a un dibujo táctico o incluso que alteran las capacidades o funciones originales de algún futbolista, casi siempre por cautela defensiva. El fútbol de Colón los deja de algún modo en evidencia.Colón fue mejor que Racing en la final por la Copa de la Liga Profesional. (Pool Argra /)El talento del futbolista siempre va a estar presente, nadie llega a Primera División de casualidad, y ningún técnico le pide a un jugador que haga malabarismos ni virtuosismos que no están a su alcance. Pero entre sus obligaciones está la de perfeccionar a sus dirigidos y ofrecerles un armazón para que formen parte de la organización colectiva que le interesa proponer. Domínguez ha sabido hacerlo, y algunas actitudes suyas después de la semifinal y la final permiten suponer que tiene el carácter necesario para dar el salto a un equipo grande. En medio de los flashes supo correrse a un costado y cederle todo el protagonismo a sus jugadores. No es algo menor. En clubes con más presión se necesitan liderazgos más amigables y comprensivos. En ese gesto, el técnico de Colón mostró que entiende cómo se mueve este mundo. También lo hace al poner al equipo a jugar alrededor del Pulga Rodríguez.Rodrigo Aliendro anticipa y convierte el 1-0 de Colón ante Racing en la final disputada en San Juan (Pool Argra /)A medida que un jugador va creciendo se va volviendo un poco más sabio pero también más dependiente de sus compañeros para poder expresar la sabiduría. Si su técnico, en lugar de exigirle que ponga en el campo el talento que conserva, le exige obligaciones y rigideces, su final de carrera será ingrato. El delantero tucumano encontró en Colón un equipo que lo cobija y un entrenador que le da plenos poderes para expresarse. El Pulga lo hace, disfruta en la cancha, y enseña que lo más valioso del fútbol no está en el pizarrón ni puede premeditarse. Por eso celebro que a esta altura de su trayectoria haya conseguido por fin la recompensa a tanto fútbol.

Fuente: La Nación

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