La llegada de la pandemia cambió todo, hasta lo que pensamos que se necesitaba en una casa. De repente, el hogar se vio superpoblado e invadido por productos adquiridos por compras virtuales, por elementos educativos o máquinas aptas para realizar actividad física. Como siempre sucede en momentos extremos, los seres humanos nos adaptamos. Lo mismo pasa con nuestros hogares. Ahora, la pregunta es ¿cómo deberían adaptarse nuestras casas?Para responder a esa pregunta recurrimos a dos reconocidas firmas de arquitectura y diseño: Perkins & Will y Perkins Eastman. A cada una de ellas le propusimos el desafío de diseñar el hogar pos-pandemia.SEGUÍ TODAS LAS NOVEDADES DEL MERCADO INMOBILIARIO EN LN PROPIEDADESEl resultado obtenido fue diametralmente opuesto, aunque ambas marcas ofrecen visiones convincentes. Aquí los casos:La Casa Pulmo (también conocida como “El Pulmón”)Perkins & Will desarrollaron un concepto que se denominó “Pulmo House” o “Pulmón”. La idea es que sea un hogar vivo, que respire, construido con paredes que literalmente filtran las cosas malas -ya sean gérmenes o desinformación digital-.Si el arquitecto Le Corbusier una vez llamó a la casa “una máquina para vivir”, Pulmo House podría definirse como “una forma de vida para vivir”. El pulmón es básicamente una célula gigante con una membrana semipermeable en el exterior que sirve como pared. Esta membrana está construida a partir de varias capas vaporosas que dejan entrar aire fresco.Los profesionales de Perkins & Will imaginan que estas paredes también podrían filtrar y poner en espera los paquetes recibidos tras las compras virtuales. ¿De qué estarían hechas las paredes para lograr todo esto y aún así mantener cálidas nuestras casas por la noche? Sería mejor evitar que esos detalles razonables -y aún sin resolver- se interpongan en el camino de la visión más amplia de este proyecto.La casa es en gran parte transparente. Ésta fue diseñada, en gran medida, no sólo para mantener alejadas las cosas malas, sino también para poder tener una mejor y mayor conexión con el mundo.Los arquitectos sostienen metafóricamente que debajo de la casa hay raíces profundas que crecen en el suelo, en lugar de la tradicional base de concreto. “Ésta es una referencia simbólica a la forma en que el edificio interactúa con la tierra. Este inmueble se diferencia de los tradicionales por no ser agresivo con la tierra ni con el medio ambiente”, explican los profesionales. Y agregan: “Esta construcción tendría sensores para comprender la hidrología, el movimiento geológico, las condiciones del suelo y para intercambiar tanto nutrientes como recursos. La casa trabajaría de forma muy similar a cómo lo hacen los pulmones: manejando el recambio gases”. Pulmo House es una visión de lo que podría ser una casa si los edificios se apartaran del camino de la naturaleza.El proyecto de Perkins Eastman, Nudge Home, -si se quiere- es en muchos sentidos lo opuesto. En este caso fue concebido con la idea de cambiar el comportamiento de sus ocupantes. Los arquitectos sostienen que la casa es la que empujaría hacia una vida más sana y saludable a sus residentes. De algún modo, este concepto propone al hogar como una máquina.Nudge Home fue pensado como una vivienda sostenible que cuenta con generadores de energía solar y eólica. Además, tiene recolectores de agua de lluvia, paredes hidropónicas e incluso un jardín que llega a la calle donde sus ocupantes podrían cultivar su propia comida.Es furor en Amazon: una casa se vende a US$10.000 y se arma en dos díasSegún los arquitectos que llevaron adelante este proyecto, la casa es, también, un ordenador gigante que está repleto de sensores para rastrear la actividad humana y vegetal; mientras que las paredes y ventanas funcionan como pantallas táctiles interactivas.Cuando el ordenador central de la vivienda reúne todos estos elementos, realiza un análisis que le permite llevar adelante acciones pertinentes para mejorar su estado. En tanto, la casa lo empuja sutilmente a tomar mejores decisiones. Perkins Eastman ofrece tres ejemplos específicos de cómo funcionaría este hogar del futuro.Peredes y ventanas que son pantallas táctiles1. En el caso de las personas que realicen home office, la vivienda podría ofrecer algunas acciones inteligentes. Por ejemplo, durante el horario laboral las ventanas exteriores realzarían los colores verdes del césped y el azul del cielo. De esta manera, la vivienda estaría incentivando, por un lado la producción laboral, mientras que -a su vez- invitaría a que el ocupante saliera a realizar una relajante caminata.2. Otro ejemplo, que dieron los arquitectos, da cuenta de que si una persona pasara junto a la heladera a una hora próxima a la cena, el ordenador central -haciendo uso de los sensores distribuidos en la propiedad- podría hacer un cruzamiento de datos que le permitiera evaluar los alimentos existentes refrigerados y brindar al residente una lista de comidas sanas acordes a estos productos. Luego podría escribir sobre la ventana próxima la receta elegida. La idea es ofrecerle a alguien una opción que sea buena para su salud y presupuesto.3. El último ejemplo se centra en la habitación infantil. Imaginemos que una niña se sienta a jugar en su computadora y la casa reconoce que ha estado usando durante demasiado tiempo los videojuegos. Al analizar esa situación, la casa busca en el exterior un modo de juego con la naturaleza y detecta un grupo de pájaros. Luego, transforma las ventanas en una interfaz interactiva para diseñar nidos de pájaros invitando a los más pequeños a ponerse en contacto con la naturaleza.Más allá de las diferencias, tanto Pulmo House como Nudge Home empujan los límites de la tecnología y el diseño en direcciones muy diferentes. Pero lo cierto es que ambas casas son atractivas y priorizan las necesidades de sus ocupantes. Cada una trabaja de forma dinámica (24 horas al día y 7 días a la semana) para proteger y enriquecer las vidas de los seres humanos y su relación con el planeta.
Fuente: La Nación