Fue tapa de revistas desde el mismo día en que nació (es uno de las figuras con más portadas en la historia de ¡HOLA!), y con los años, su fabulosa y a la vez agitada vida, sus maridos, sus herederos y su estilo único (es una de las mujeres más chic y elegantes) no hicieron más que acrecentar el entusiasmo de la prensa por “la novia de Europa”, como la apodaron.Dueña de un espíritu libre y jovial, a la princesa le encanta tomar sol en bikini y nadar en altamar.
(Photone/)Con 36 metros de eslora y más de 80 años, el barco en el que navega la princesa por el Mediterráneo, el Pacha III, fue un regalo que le hizo su segundo marido, Stefano Casiraghi (murió en un accidente marítimo en 1990). El nombre fue en honor a sus hijos: son las inciales de Pierre, Andrea y Charlotte, algo que ya había hecho el propio Raniero con un barco similar al que llamó Albercaro, por sus hijos Alberto y Carolina, y luego con otras naves a las que nombró Carostefal (Carolina, Estefanía y Alberto) y Stalca (de nuevo por sus hijas). (Photone/)Sin embargo, tras una vida de alta exposición, hace tiempo ya que la princesa Carolina (64) decidió aparecer lo justo y necesario para apoyar a su hermano Alberto en su rol de príncipe soberano y mantener en alto la bandera de nobles causas solidarias y dedicarse a gozar de la madurez y de sus nietos.Carolina ama navegar en el Pacha III y reúne cada verano a sus cuatro hijos, nueras y yernos, y a sus siete nietos a bordo. Y también lo disfruta sola o con amigos, con los que suele hacer programas en tierra firme para después volver a embarcarse.
(Photone/)La hija mayor del príncipe Rainiero y Grace Kelly se siente libre, dejó sus canas a la vista (una tendencia cada vez más marcada en Europa, tanto en la realeza como entre las celebridades) y asumió el papel de matriarca de un familión que completan sus cuatro hijos (Andrea, Pierre y Charlotte Casiraghi y Alexandra de Hannover), sus nueras y yernos y sus siete nietos.SIN AMOR A LA VISTAPasaron unos once años desde que Carolina se separó del príncipe Ernst de Hannover. Y desde entonces, no volvió a presentar en sociedad un nuevo candidato. Como es de público conocimiento, la relación empezó con tintes novelescos, ya que la hija de Grace Kelly y Rainiero era amiga íntima de la entonces mujer de Hannover, Chantal Hochuli. Pero el amor fue más fuerte y la pareja se casó el 23 de enero de 1999 (día del cumpleaños de ella) en una discreta ceremonia civil. Al poco tiempo fueron padres de Alexandra (22), la única de sus herederos con título real, y se mantuvieron juntos una década. Pero, aunque tomaron caminos diferentes, no se divorciaron.Un recuerdo de mayo de 2004, con su tercer y último marido, el príncipe Ernest August de Hannover, llegando al casamiento de Federico y Mary de Dinamarca. Aunque se separaron hace doce años, nunca se divorciaron.
(Getty Images/)Por un lado, se dice que ella prefirió conservar el tratamiento de “Su Alteza Real, princesa de Hannover”, un título con más linaje que el que trae de su cuna monegasca. Pero, además, el año pasado la revista alemana Bunte aseguró que el divorcio definitivo no llegará porque Carolina habría hecho un pacto con los hijos de su ex, con los que mantiene una excelente relación, a fin de preservar el patrimonio familiar. Cabe recordar que el titular de la Casa Hannover está enfrentado con su hijo mayor, Ernst August, por algunas propiedades que pertenecieron a la millonaria dinastía durante más de 150 años.CAPITANA DEL PACHA IIICon looks muy relajados (bermuda desflecada, una camisola floreada, sandalias y morral tejido), la princesa Carolina se convierte año a año en la capitana más estilosa del Pacha III, el barco que le regaló su segundo marido, Stefano Casiraghi (murió en un accidente náutico en 1990), padre de sus hijos mayores, Andrea (37), Charlotte (35) y Pierre (33). Con la idea de flotar juntos en los mares europeos, reúne a su tripulación familiar cada verano. Una tropa cada vez más grande, que completan sus nueras, la diseñadora Tatiana Santo Domingo y la periodista Beatrice Borromeo; su yerno, el cineasta Dimitri Rassam; el novio de su hija menor, Ben Sylvester Strautmann; y sus siete nietos.Después de una vida de alta exposición, hace tiempo decidió aparecer lo justo y necesario. Hoy, la ex “novia de Europa”, como la llamaban en su juventud, se siente libre, dejó sus canas a la vista y se convirtió en la matriarca de un familión.
(Photone/)Alterna travesías en familia con otros días más serenos en altamar. Y recorre distintas islas y puertos y, de tanto en tanto, desembarca para comer en algún restaurante exclusivo o visitar pequeños parajes. Su soledad amorosa, aseguran desde su entorno íntimo, no es una preocupación para la princesa que navegó tantos mares tormentosos y ahora elige aguas más calmas.En el balcón del palacio, durante el Día de Mónaco de 2019, con su nuera Tatiana Santo Domingo, su hija Alexandra de Hannover, sus hijos Andrea Casiraghi y Pierre Casiraghi, su nuera Beatrice Borromeo (al fondo) y sus nietos Francesco, India, Stefano y Alexandre. (Getty Images/)Este año, con su nieto Raphael Elmaleh (hijo de Charlotte), en la entrega de premios del tradicional Concurso Internacional de Salto. La hija de Rainiero y Grace Kelly adora su rol de abuela. (Getty Images/)La tapa de revista ¡Hola! de esta semana (Photone/)
Fuente: La Nación