Por Daria Sito-SucicLIVNO, Bosnia, 15 sep (Reuters) – Los caballos salvajes que
galopan por las escarpadas montañas del oeste de Bosnia son una
atracción turística cada vez mayor, pero necesitan protección
frene a los agricultores locales que los ven como una plaga,
según los activistas.El número de caballos que deambula por la meseta de Kruzi,
al pie del monte Cincar, ha ido en aumento durante los últimos
30 años, muchos de ellos liberados en la naturaleza por sus
dueños, que los han sustituido por máquinas en los campos.En los últimos años, emprendedores entusiastas han empezado
a organizar safaris fotográficos para turistas en las montañas
sobre la localidad de Livno.”La pandemia de coronavirus ha impulsado incluso las
llegadas y los bosnios han descubierto las atracciones de Livno
debido a las restricciones de viaje”, dijo Marin Mamuza, quien
abrió en 2019 una agencia de turismo que ofrece aventuras.Mamuza, fotógrafo y cineasta, presiona a las autoridades
locales para proteger a los caballos, que compiten con el ganado
doméstico por los escasos recursos hídricos y son perseguidos y,
a veces, matados por agricultores cuyos cultivos destruyen.El gobierno de Livno aprobó una decisión para proteger a los
caballos en 2009, pero la retiró en 2017 debido al costo de los
reclamos por daños de los agricultores y conductores por
accidentes automovilísticos cuando los caballos bajan en
invierno para lamer la sal de las carreteras.No obstante, las autoridades de la ciudad están evaluando
una vez más la protección de los animales, que ahora ven más
como un activo que un pasivo.”Realmente creo que esto representa un enorme potencial para
el turismo y la economía”, dijo a Reuters el alcalde de Livno,
Darko Condric, agregando que toda la meseta debería estar bajo
protección.El ganadero Benjamin Varupa duda que se pueda encontrar una
solución para reconciliar los intereses en conflicto de los
agricultores y los caballos.”No hay solución, todos presentan demandas por los caballos
y nadie quiere hacerse cargo de ellos”, dijo Varupa, mientras
usaba un generador para sacar agua de un pozo para su ganado.
“Los caballos pueden desaparecer y también nosotros, los
granjeros”.(Reporte de Daria Sito-Sucic; Editado en español por Carlos
Serrano)

Fuente: La Nación

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