WASHINGTON.- Bajo una enorme presión interna y de los aliados europeos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que la evacuación de Kabul es una de las “más difíciles de la historia” y evitó brindar promesas acerca de cómo terminará el esfuerzo multilateral por sacar a todos los ciudadanos occidentales y los afganos aliados que buscan huir del nuevo régimen talibán, aunque dijo que movilizará “todos los recursos necesarios”.Apremiado por evitar un eventual derramamiento de sangre en Kabul de proporciones catastróficas, Biden intentó generar confianza en los planes de evacuación que el Pentágono, el Departamento de Estado y la Casa Blanca debieron improvisar luego de la estrepitosa caída de Kabul y el veloz retorno de los talibanes al poder, que desató la peor crisis que ha debido enfrentar su joven presidencia.Biden, quien había prometido una salida ordenada de Afganistán y afirmó que su gobierno había planificado para “todas las contingencias”, ahora reconoció en un nuevo discurso en la Casa Blanca que la evacuación es peligrosa, una de las “más difíciles de la historia”, y que no puede asegurar cómo terminará.“Esta es una de las evacuaciones aéreas más grandes y difíciles de la historia”, dijo Biden en un discurso de la Casa Blanca. “No se equivoquen, esta misión de evacuación es peligrosa […] No puedo prometer cuál será el resultado final, pero como comandante en jefe puedo asegurarles que movilizaré todos los recursos necesarios”, prometió el mandatario.El equipo de Biden insistió, tal como lo hizo desde el inicio de la crisis, que el gobierno se ha movido con los planes contingentes trazados cuando se ordenó la retirada. Pero la impresión que dejó la lentitud de la evacuación de Kabul fue que la Casa Blanca aparecía atada de manos, forzada a trabajar con los talibanes y con el único recurso de la solitaria pista de aterrizaje del aeropuerto internacional de Kabul.Una de las preguntas que debió responder el Pentágono esta semana fue por qué el gobierno entregó a principios de julio la base aérea de Bagram, ubicada a unos 60 kilómetros de Kabul, que cuenta con dos pistas de aterrizaje y funcionó como cuartel general de las tropas norteamericanas en la capital afgana. El Pentágono dijo que carecía de las tropas suficientes para proteger Bagram y la embajada debido a la retirada, y que se tomó la decisión de custodiar la embajada. Por ahora, Estados Unidos elevó la cantidad de tropas en Kabul a 5200 efectivos.La corresponsal de CNN en Kabul, Clarissa Ward, dijo esta mañana que había pasado las últimas doce horas en el aeropuerto y no había visto despegar un solo avión de Estados Unidos. “¿Cómo van a evacuar 50.000 personas en las próximas dos semanas? Simplemente no puede ocurrir”, afirmó.Además de las tropas, Estados Unidos envió personal de otras embajadas en la región al aeropuerto de Kabul en los últimos días para acelerar el procesamiento de visas especiales para los hasta 65.000 afganos aliados de Washington que buscan desesperadamente abandonar el país por temor a sufrir represalias de los talibanes. Estados Unidos mantiene un canal de comunicación abierto con los talibanes para asegurar el traslado seguro de la gente al aeropuerto.

Fuente: La Nación

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