Este jueves, Isabel Díaz Ayuso, la Presidenta de la Región de Madrid y recientemente gran vencedora de las elecciones comunales de la capital española, dialogó con Eduardo Feinmann en El Noticiero de la tarde. La representante del Partido Popular habló sobre lo que significó su triunfo sobre el representante de Podemos, Pablo Iglesias, y trazó algunos paralelismos entre la situación política de España y la Argentina.La presidenta de la región sostuvo que la Argentina, “después de unos años de noticias muy positivas, emprendimientos, autónomos, empresarios, ha vuelto a la senda peronista”.Díaz Ayuso realizó una pequeña presentación de sí misma, en la que contó que era la presidenta de la Región de Madrid, que es “el corazón del país”. “Madrid es una forma de entender la vida en libertad, con respeto y basado en la cultura del esfuerzo, del mérito y de la unidad nacional”, señaló.Cuando le consultaron sobre un balance de su triunfo en las elecciones, la dirigente del PP apuntó: “En estas elecciones básicamente lo que hemos hecho es defender esta forma de vida respetuosa, con acento en la persona, y no tratarla como una manada a la que imponer y dirigir”.Cuando fue consultada sobre el gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias Turrión, Díaz Ayuso respondió: “Ellos gestionaban sentimientos, que es fácil. Pero ahora que ha llegado la pandemia y hay que gestionar presupuesto y servicios públicos han demostrado otras formas de entender la vida”.“Por un lado estamos las personas que defendemos la vida, que respetamos al individuo -se diferenció Díaz Ayuso- y por otro lado los que consideran que todos tenemos que estar mal entendidos a la igualdad, a la baja, y que la cultura de la subvención y el cierre es la única para acabar con la pandemia”.Cuando Feinmann le preguntó si ella se daba cuenta de que había “jubilado” a Iglesias en las últimas elecciones, Díaz Ayuso respondió: “Estoy satisfecha porque era una persona que se aprovechaba del discurso del débil, es el tipo del discurso de los dirigentes ricos para ciudadanos cada vez más pobres. Esa forma de vivir bajo la hipocresía y la opulencia lo han separado del pueblo”.“Esos son los ciudadanos que lo han expulsado, la verdad, yo solo le he abierto la puerta -bromeó-. Es la calle la que le ha dicho: ‘Hasta aquí ha estado bien, gracias, no queremos vivir así, ni tampoco con el odio’”.Noticia en desarrollo que está siendo actualizada
Fuente: La Nación