* Atacantes usaron armas de alto calibre: primer ministro* Haití ha sufrido una ola de violencia de pandillas* EEUU y países latinoamericanos condenan el asesinato* República Dominicana cierra la frontera con Haití* Gabinete y primer ministro asumen hasta nuevas elección
(Actualiza con detalles y citas)Por Andre PaultrePUERTO PRÍNCIPE, 7 jul (Reuters) – El presidente de Haití,
Jovenel Moïse, fue asesinado a tiros por hombres con armas de
gran calibre en su residencia privada durante la noche en un
“acto inhumano y barbárico”, lo que provocaba una condena
internacional y el temor de una escalada de la violencia en la
empobrecida nación caribeña.El asesinato, que provocó la condena de Washington y países
de América Latina, coincidió con una ola de violencia de
pandillas en Puerto Príncipe, avivada por una grave crisis
humanitaria y por el caos que ha llevado a muchos distritos de
la capital a convertirse en zonas prohibidas.El primer ministro interino, Claude Joseph, dijo que el
gobierno había declarado el estado de emergencia en medio de la
confusión sobre quién tomaría las riendas del país y que se
inició una operación para capturar a los responsables.Las autoridades del país, donde la mayoría habla francés o
creole, dijeron que los pistoleros hablaban inglés y español, y
parecían ser extranjeros.”Mis compatriotas, mantengan la calma porque la situación
está bajo control”, dijo Joseph. “Este golpe ha herido a nuestro
país, pero no quedará impune”.La esposa de Moïse, Martine Moïse, también recibió un
disparo en el ataque que tuvo lugar alrededor de la 1 de la
madrugada hora local (0500 GMT) y estaba en estado crítico y
recibiendo tratamiento médico en Miami, dijo el embajador de
Haití en Washington.En videos que circulan en redes sociales y que Reuters aún
no pudo verificar, los hombres armados afirmaron ser miembros de
la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos
(DEA) cuando ingresaron a la residencia de Moïse.El embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond,
confirmó que los pistoleros se habían identificado falsamente
como agentes de la DEA.Una fuente del gobierno estadounidense negó que la DEA
tuviera algo que ver con el asesinato.Mucha gente en Haití quería que Moise dejara el cargo. Desde
que asumió en 2017, enfrentó pedidos de dimisión y protestas
masivas, primero por acusaciones de corrupción y su gestión de
la economía, y después por su creciente control del poder.Joseph dijo que la Policía y el Ejército tenían la situación
bajo control, aunque en general se considera que las fuerzas de
seguridad de Haití carecen de personal y equipamiento suficiente
en comparación con las poderosas bandas. Varios policías han
muerto en las últimas semanas en intentos de recuperar el
territorio de los bandidos fuertemente armados.Las calles de la bulliciosa capital de 1 millón de personas
estaban vacías el miércoles por la mañana después del ataque y
los disparos intermitentes durante la noche.El aeropuerto internacional de Puerto Príncipe fue cerrado,
según medios locales. No fue posible contactar al director del
aeropuerto de inmediato para que se refiriera al tema.Haití se encuentra políticamente dividido y enfrenta una
creciente crisis humanitaria y escasez de alimentos, por lo que
se teme un desorden generalizado. República Dominicana dijo que
estaba cerrando la frontera que comparte con Haití en la isla La
Española.”Este crimen atenta contra el orden democrático de Haití y
de la región. Nuestras condolencias a sus familiares y al pueblo
Haitiano”, declaró el presidente de República Dominicana, Luis
Abinader.Líderes de todo el mundo condenaron el ataque y pidieron
calma. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó como
muy preocupante la situación en Haití y dijo que “estamos listos
para ayudar mientras continuamos trabajando por un Haití seguro
y protegido”.El Consejo de Seguridad de la ONU expresó su profunda
conmoción por la muerte de Moise antes de una reunión a puerta
cerrada del jueves, solicitada por Estados Unidos y México, para
evaluar la situación.El asesinato de Moise ocurre en un vacío de poder. El
presidente había gobernado por decreto durante más de un año
después de que el país no celebró elecciones legislativas y esta
misma semana había nombrado a Joseph, que aún no ha jurado como
primer ministro.El jefe del Tribunal Supremo de Justicia murió el mes pasado
de COVID-19 y aún no ha sido sustituido.Un número extraordinario del boletín oficial del miércoles
decía que el primer ministro y su gabinete asumirían los poderes
ejecutivos hasta que se pudiera elegir un nuevo presidente,
según la Constitución de Haití.Historia turbulentaEl país de 11 millones de habitantes, la nación más pobre
del hemisferio occidental, ha luchado por lograr la estabilidad
desde la caída de la dictadura de Duvalier en 1986 y ha
enfrentado una serie de golpes de estado e intervenciones
extranjeras.Una misión de mantenimiento de la paz de la ONU, destinada a
restablecer el orden después de una rebelión que derrocó al
entonces presidente Jean-Bertrand Aristide en 2004, terminó en
2019 con el país aún en crisis. En los últimos años, Haití ha
sido golpeado por una serie de desastres naturales y todavía
tiene las cicatrices de un gran terremoto en 2010.Moïse, un exportador de banano convertido en político,
enfrentó feroces protestas tras asumir la presidencia en 2017 y
la oposición lo acusó este año de buscar instalar una dictadura
al sobrepasar su mandato y volverse más autoritario, acusaciones
que él negó.Estados Unidos, el principal donante de ayuda de Haití y que
durante mucho tiempo ha ejercido un peso enorme en su política,
condenó el 30 de junio lo que describió como una violación
sistemática de los derechos humanos, las libertades
fundamentales y los ataques a la prensa en el país.(Reporte de Andre Paultre en Puerto Príncipe, reporte adicional
de Ezequiel Abiu Lopez en Santo Domingo, Susan Heavey y Doina
Chiacu en Washington, Stefanie Eschenbacher en Ciudad de México;
Escrito por Sarah Marsh; Editado en español por Janisse
Huambachano/Carlos Serrano)
Fuente: La Nación