MONTEVIDEO. La búsqueda terminó, Andrea Panini apareció, está bien y con vida, pero todavía quedan cosas por arreglar. La instructora de yoga argentina, residente en El Remanso de Neptunia, había desaparecido sin dejar rastros, y sus amigos y familiares temían por su vida. Pero la argentina se había ido del Uruguay hacia su país, y se refugió en Córdoba sin dar aviso.Alivio y sorpresa entre sus amistades de Neptunia, la zona de la costa canaria del este uruguayo, porque Andrea dejó a su hijo con unos vecinos, con la promesa de volver en tres horas, pero recién se supo de ella ocho días después.A través de comunicación con familiares en Buenos Aires, efectivos de Interpol la ubicaron acompañada por una amiga y en buen estado de salud.La argentina Andrea Panini había desaparecido el jueves 10 de junio en el Remanso Neptunia, UruguayConflicto familiarPanini sufría de violencia de parte de su expareja, padre de su hijo de 11 años, a quien había conocido en España, por lo que tenía protección judicial: él lleva tobillera electrónica y ella contaba con un rastreador.Cuando desapareció se manejó la hipótesis de un nuevo problema con su exesposo, pero éste se había mantenido en Rocha sin moverse, según la Justicia pudo determinar por el uso de la tobillera electrónica.El jueves 19, al mediodía, Andrea dejó a su hijo con vecinos amigos, se fue en bicicleta hasta el peaje y tomó un colectivo con destino en Parque del Plata, un balneario que está a 100 kilómetros de Montevideo. Nadie más supo de ella.La Justicia dio tenencia provisoria del hijo a los vecinos, que no salían del asombro por el caso.La investigación trabajó con imágenes de cámaras de seguridad de la mujer y había llegado a la conclusión de que Andrea no había sido víctima de delito, sino que se había ido por su propia voluntad, lo que se determinó hoy, al encontrarla en Córdoba.Ahora queda por definir la situación del hijo que sigue con los vecinos.

Fuente: La Nación

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