El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que la Organización de los Estados Americanos (OEA) “no fue un lugar de encuentro para América Latina” en los últimos años y que, en cambio, funcionó como “una suerte de escuadrón de gendarmería para avanzar sobre los gobiernos populares” de la región, a partir de la impronta que dejó en el organismo el expresidente estadounidense Donald Trump.“Lo que ha hecho la OEA en Bolivia necesariamente debe ser investigado y necesariamente debe ser juzgado porque ahora no caben dudas de lo que pasó”, expresó Fernández al participar del encuentro virtual por el Segundo Aniversario del Grupo de Puebla, en una disertación en la que mencionó cómo se impidió la consagración como Presidente de Evo Morales, primero, y el golpe de Estado cometido después, en el 2019.Luego reafirmó su convicción de que “la OEA tal como está no sirve”, y consideró que quien debe hacer primero una “mea culpa es su secretario general (Luis) Almagro” por “las cosas que ha hecho”, al igual que parte de la estructura institucional de los Estados Unidos “por haber propuesto y sostenido a un hombre” como él.Brote de variante delta: Megaoperativo de testeos en tres barrios de Córdoba, 260 aislados y 17 casos confirmadosEl presidente agregó que América Latina tiene la “obligación moral” y el “deber ético” de alzarse frente a los bloqueos económicos que pesan sobre Cuba y Venezuela en tiempos de pandemia de coronavirus y evaluó que los Estados, por una cuestión “humanitaria”, no pueden “quedarse callados” ante esas situaciones.“Los bloqueos deberían avergonzar a quienes los promueven y en América Latina hay 2 bloqueos que se sostienen en medio de la pandemia que privan a los pueblos, ya no solo de alimentos, ya no solo de insumos para que la industria produzca, sino de insumos médicos, de respiradores y de lo elemental para hacer frente a la pandemia; humanitariamente nosotros no podemos quedarnos callados”, expresó Fernández.El Grupo de Puebla, entonces, en la mirada del jefe de Estado, “aporta a un debate muy sustancioso” en el objetivo de “encontrar caminos alternativos” para que América Latina logre “salir adelante” y sacarse el “triste estigma” de ser el continente “más desigual” del mundo.“Las políticas de los últimos años profundizaron esa desigualdad y además vino la pandemia y quedó más en evidencia esa desigualdad”, planteó Fernández, quien reivindicó la “importancia del Estado” y el valor de darle sustento al carácter público de la salud y de la educación.“Es imprescindible que la educación sea pública y gratuita para el progreso de nuestras sociedades; en Argentina tuvimos un presidente que distinguía a quienes tenían la suerte de estudiar en la educación privada, de los que tenían la desgracia de caer en la educación pública”, reflexionó y aludió, aunque sin nombrarlo, a Mauricio Macri.Marcó, en esa línea, que “la pandemia enseñó la trascendencia del Estado” porque -dijo- “es el mayor garante de la solidaridad” y graficó: “Si el Estado no arbitra y pone igualdad donde la igualdad no existe, ningún mercado promueve la igualdad”.El Presidente describió el contexto regional para renovar su certeza de que los países deben “unirse” para lograr mejores renegociaciones de sus “deudas”, un problema que -pronosticó- impactará a nivel global.“En el mundo de la pospandemia, el FMI decidió disponer 50 mil millones de dólares para atender las necesidades de los países más pobres del mundo; a la Argentina de Macri le prestó 57 mil millones; eso me exime de todo comentario de explicar por qué el Gobierno de Trump respaldó que el Fondo dé ese crédito”, advirtió Fernández e ironizó: “En nuestro país decimos que Trump pagó la campaña electoral más cara del mundo”.Pidió al resto de los miembros del Grupo de Puebla poner en alto las “ideas, las convicciones” para llevar estos debates “a todas las sociedades” de la región.“Ser progresista no es tampoco solo distribuir riqueza de un modo más igualitario, eso sí, pero también es garantizar la igualdad de género, terminar cualquier tipo de discriminación, es promover la unidad del continente en un tiempo en el que el mundo se regionaliza; todas esas son deudas que tenemos en nuestras sociedades”, concluyó Fernández.

Fuente: La Nación

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