Carlos Murguia, el falso médico que habría atendido a más de 500 pacientes, fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión por ejercicio ilegal de la medicina, usurpación de títulos y honores y falsificación de documento público. En la sentencia se indicó que la condena será de cumplimiento efectivo. Esto significa que el condenado seguirá preso y cumplirá en prisión la pena impuesta en un juicio abreviado.El falso médico había sido detenido el 4 de junio pasado. Durante la investigación encarada por el fiscal de la Unidad Funcional de Investigaciones N°8, de Lomas de Zamora, Javier Martínez y el ayudante fiscal, Alejandro Alleno, se habría determinado que habría atendido a una candidad indeterminada de pacientes en la clínica Luzuriaga SRL, situada en Luzuriaga 246 de Lavallol.“Allí funcionaba un centro de atención médica conocido en ‘Centro médico laboral Luzuriaga SRL´, donde el acusado Murguia, aparentando poseer título de médico, y autorización para el ejercicio del arte de curar, hizo uso de documentación falsa que lo acreditaba como médico habilitado para ejercer, presentando en dicho centro asistencial, copias del título de médico graduado el 29 de septiembre de 2017, presuntamente emitido por una universidad privada, con la especialidad de médico clínico”, expresó la sentencia.Cientos de fichas médicas de atención a pacientes fueron pruebas fundamentales en el caso del falso médicoSi bien los investigadores judiciales, indicaron en la acusación que Murguíi atendió a una cantidad indeterminada de personas, se abonó la sospecha que indicaría que habría atendido a más de 500 pacientes. Esta presunción se fundó en la cantidad de historias clínicas que fueron secuestradas durante el allanamiento realizado hace una semana, documentos que tienen el sello y la firma del falso médico. Además, existen firmes sospechas que atendió a más personas en otros centros asistenciales.Algunos integrantes del entorno familiar de Murguia aseguraron que “la detención del imputado los sorprendió porque trabajó toda su vida como médico. No le conocieron otra ocupación en los últimos 16 años”. Recetó remedios, firmó certificados de licencia por enfermedad, atendió a por lo menos 226 niños en la clínica Luzuriaga, de Llavallol, donde se desempeñó como director técnico del área de medicina laboral, pero no era médico.“Murguia realizó todas estas acciones careciendo de título de médico expedido por autoridad competente, diagnosticando y prescribiendo medicación, sin ser profesional idóneo y sin contar con las autorizaciones legales pertinentes para ello, habiendo exhibido la documentación antes mencionada, de carácter pública, antes las autoridades de dicho centro médico asistencial”, explicó el representante del Ministerio Público en su acusación.El Rey de la Noche: el disparo de un sicario y un asesinato que sacudió al seno del poder menemistaAnte las autoridades del mencionado Centro Médico, Murguia presentó un título universitario falso y simuló estar registrado a nivel nacional con una matrícula correspondiente a otro profesional. Con estos documentos falsos comenzó a trabajar en mencionado sanatorio donde ejerció como médico, sin los requisitos objetivos legales.En su descargo los responsables de la clínica en la que Murguía trabajó desde 2017 hasta septiembre de 2019, indicaron que dicho centro asistencial está dividido en dos partes. En un sector se desarrolla la atención de los pacientes con patologías de complejidad media a grave y de medicina general. Mientras que el otro sector está tercerizado y allí funciona el área de medicina laboral con algunos consultorios externos. En este sector se desempeñaba Murguía, de 69 años.El caso del falso médico quedó al descubierto porque la titular de la matrícula que figuraba en el diploma falso que presentó Murguia y en el sello que usaba para validar las recetas de los remedios que suministraba, comenzó a recibir llamados de laboratorios que le ofrecían muestras gratis de los medicamentos que había recetado. Este detalle llamó la atención de la médica debido que se desempeñaba como auditora de empresas prestarias de servicios de salud y no recetaba remedios.La verdadera titular de la matrícula siguió la pista del profesional que usaba su sello, concurrió al centro médico en elq ue atendía y lo confrontó. Luego hizo la denuncia y el falso médico quedó preso.

Fuente: La Nación

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