En la actualidad, Lolium spp. más comúnmente llamado “raigrás” es una de las principales malezas en barbechos y cultivos de invierno. Dada su aptitud forrajera y aporte a la ganadería, en sistemas mixtos no se la consideraba como un problema grave, pero a partir de la intensificación de la agricultura y la reducción de rotación se comenzó a incrementar su importancia respecto de otras malezas.
En Argentina, comúnmente nos encontramos en el campo con Lolium perenne (raigrás perenne) o Lolium multiflorum (raigras anual). Al ser ambas especies alógamas, de polinización anemófila, pueden cruzarse generando híbridos fértiles, considerándose muchas veces como una única especie (Lolium spp.). En el país crecen espontáneamente a raíz de su naturalización a partir de praderas o pasturas ganaderas en zonas templadas, con amplia distribución en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba.
A nivel mundial, es la principal especie con mayor registro de resistencia a herbicidas de diferentes modos de acción. Aspectos propios de la especie como la alogamia, la relativamente alta producción de semillas, la baja longevidad de las semillas en el suelo explican la rapidez con que evoluciona su resistencia a herbicidas. Relevamientos que se realizan en Australia desde 1991 hasta el presente indican un crecimiento constante y sin pausa de las poblaciones resistentes a diferentes modos de acción.
La presencia de raigrás resistente a glifosato en los lotes agrícolas del país se ha duplicado desde 2017, afectando hoy en día a 4.132.492 has agrícolas y concentrándose el 50% en la provincia de Buenos Aires (REM, 2019) (Gráfico). Cada año las hectáreas afectadas aumenta, complicando su manejo para el productor, principalmente en los lotes que van a trigo y cebada.
En la provincia de Buenos Aires, especialmente en el sur, los problemas de poblaciones de Lolium spp. con resistencia a glifosato se han hecho frecuentes desde hace más de una década. En el año 2008, Vigna et al. comunicaron la resistencia a glifosato de poblaciones espontáneas de Lolium multiflorum. Al mismo tiempo, se comenzó a trabajar sobre poblaciones sospechosas de ser resistentes a herbicidas graminicidas “fop” utilizados para su control selectivo en trigo, confirmando posteriormente la presencia de biotipos resistentes (Vigna, et al 2011). Desde 2009 en la zona de Balcarce comenzaron a identificarse poblaciones de Lolium multiflorum con resistencia múltiple a herbicidas de tres modos de acción diferente, Inhibidores de EPSPS, ALS y ACCasa (Diez de Ulzurrum y Leaden, 2011). Confirmando estos datos, un trabajo realizado sobre semillas recolectadas durante el 2013 (Vigna, et al. 2017) reveló la existencia de un porcentaje relativamente alto de poblaciones con baja sensibilidad a los tres mecanismos de acción correspondiente a los herbicidas más utilizados en el S-SO de Bueno Aires.
Identificación a campo y características de la especie
Para la identificación de Lolium spp. a campo, en estado vegetativo presenta láminas de envés brillante y la base de los macollos color rojiza-purpúrea (foto); al estado reproductivo, presenta la inflorescencia constituida por espigas dísticas con dos series opuestas de espiguillas multifloras. La planta forma varios macollos fértiles desde su base, pudiendo alcanzar una altura de hasta 80-100 cm. En condiciones de campo en la región pampeana se han registrado producciones de 1.500 a 7.500 semillas por planta dependiendo de la sensibilidad a glifosato y de las condiciones hídricas (Yanniccari et al., 2016).
El raigrás presenta un ciclo otoño-invierno primaveral, su principal período de emergencia se produce durante el primer semestre del año. En un estudio realizado por Patricia Diez de Ulzurrun, et al. (2015) determinaron el flujo de emergencia de Lolium multiflorum en lotes de infestación natural en las localidades de Balcarce y Bordenave. Los resultados encontrados permiten decir que la emergencia de L. multiflorum se concentró durante los meses de marzo-abril-mayo (otoño) en ambas localidades y no se observó un segundo pico de emergencia durante la primavera, y a su vez, la emergencia no guardó relación con el régimen de precipitaciones de ese año. La mayor proporción de nacimientos se registró durante los meses de marzo y abril con valores superiores al 80 y 90 % de la emergencia total en Balcarce y Bordenave respectivamente. (Gráfico)
La planta germina y emerge con las primeras lluvias otoñales, para esto anticipadamente, las semillas requieren haber perdido la dormición condicionada por el tiempo térmico post – maduración (Steadman et al., 2003). Por esta razón, una proporción permanece sin germinar, aún después de las primeras lluvias, propiciando un banco de semillas cargado de raigrás en el lote que puede durar varios años.
Durante el invierno, la tasa de crecimiento es baja y las plantas ya establecidas permanecen en macollaje durante la primera mitad de la estación fría, resultando ser importantes malezas al momento de la siembra de cereales de invierno. En tanto, las nuevas emergencias durante la implantación de estos cultivos presentan un lento establecimiento en relación a las primeras cohortes de Lolium spp. Con el aumento de las temperaturas en la primavera, se acelera la tasa de crecimiento de las mismas fomentando de esta forma su desarrollo reproductivo.
Manejo del raigrás
El mayor problema del raigrás como maleza se presenta en los cultivos de invierno y en algunos casos puede complicar los barbechos para siembras tempranas de cultivos de verano, sobre todo ante situaciones de alta resistencia a herbicidas. Un aspecto clave al diseñar una estrategia de manejo del problema o para retrasar la evolución de resistencia es la rotación de cultivos, esto permite la alternancia en el manejo de la maleza, ya sea por el momento del control o las herramientas químicas que pueden utilizarse.
Su control en barbecho presenta un abanico de herramientas disponibles amplio, pudiendo alternar o mezclar diferentes modos de acción de los herbicidas además de “elegir” el momento oportuno en el estado de crecimiento de la planta. La mezcla de glifosato y cletodim ó haloxifop se utiliza con éxito para muchos biotipos. En plantas que tienen un desarrollo avanzado, con más de 15 macollos, una alternativa es realizar el doble golpe, principalmente recomendado para casos de poblaciones difíciles de controlar, con grados importantes de resistencia a glifosato.
El manejo de la maleza dentro del cultivo es diferente y presenta un abanico de herramientas más reducido. El objetivo es lograr un cultivo de trigo o cebada con la menor densidad de malezas al momento del macollaje del cultivo, a partir del cual se producen pérdidas en el rendimiento que no pueden recuperarse.
En Bordenave bajo un sistema de labranza convencional y con 250 plántulas de raigrás por metro cuadrado, emergidas junto con el cultivo, provocan una pérdida del 20% de rendimiento (Vigna, 2004).
En el cultivo, la rotación de herbicidas de diferentes modos de acción es una de las principales recomendaciones para tratar problemas de resistencia como para prevenir su avance, para esto, deberíamos tener en cuenta también los principios activos utilizados en barbecho. Dentro de las opciones que tenemos disponibles en el mercado, los mejores controles se logran con la aplicación de herbicidas residuales pre-emergentes de la maleza (ej. Pyroxasulfone o flumiozaxin) que garantizan el establecimiento del cultivo libre de competencia, evitando la repetición de modos de acción y reduciendo la posibilidad de generar resistencia en mezclas de ambos herbicidas. En cuanto a las herramientas post emergentes, la clave es el momento de su aplicación, ensayos han demostrado que aplicaciones tempranas (Z 1.2 a 2.1) controlan mejor la maleza y liberan al cultivo de la interferencia temprana. En estos casos, difícilmente se logre un 100% de eficiencia en condiciones de campo, sobre todo sobre plantas que ya han escapado a tratamientos previos o se encuentran en estadios muy avanzados de desarrollo. Las plantas que escapan al control darán origen a una población con una proporción mayor de individuos de menor sensibilidad a esos herbicidas, y potenciarán el banco de semillas del lote.
Summit Agro ofrece dentro de su paleta de soluciones un herbicida residual, YAMATO, con tecnología AXEEV. Su principio activo corresponde a la familia de las ISOXAZOLINAS, controlando un amplio rango de malezas de hoja ancha y gramíneas anuales, principalmente Lolium spp.
YAMATO permite disminuir costos ya que reduce la necesidad de hacer aplicaciones en post-emergencia, asegura un rápido desarrollo del cultivo y permite un manejo más efectivo de aplicaciones post emergentes en caso de escapes.
Fuente: InfoCampo