Técnicos del INTA lograron identificar más de diez especies vegetales que, pese a que comúnmente crecen de manera espontánea o silvestre, tienen propiedades beneficiosas para la salud y la alimentación y resultan valiosas opciones para incluir en las huertas hogareñas.
De acuerdo con Laura De Luca, especialista del INTA Cuenca del Salado, quien trabaja en la caracterización de estos yuyos comestibles desde hace tres años, hay varias razones por las que estas especies resultan una opción beneficiosa para las huertas y los jardines. “Más allá de sus propiedades nutricionales y medicinales, son rústicas, ya que están adaptadas a las condiciones climáticas del territorio y brindan su color y aroma sin necesidad de grandes cuidados”, valoró.
Asimismo, la especialista remarcó que, en general, las raíces mejoran la fijación de dunas o suelos muy sueltos y, en el caso de las especies arbóreas, permiten la nidificación de aves, una estrategia clave para proteger los cultivos hortícolas.
“La vegetación espontánea (nativa o naturalizada) cumple diferentes roles y brinda servicios, como alimentación, ornamentación, fijación de suelo, medicinal, etc; que generalmente se desconocen en la comunidad y es nuestra tarea contribuir a que ese conocimiento circule y crezca”, aseguró De Luca.
Incluso, también destacó que hay algunas especies acuáticas o palustres que, al crecer densamente en las riberas de los arroyos, sirven de refugio para aves y otras especies de fauna acuática capaces de purificar las aguas.
En el marco del proyecto: “Todo está en la semilla: la identidad de las especies espontáneas, nativas o naturalizadas, de la región costera”, que se desarrolló en las localidades bonaerenses de La Caleta, Parque Lago y Mar de Cobo; permitió compartir los avances del estudio que se desarrolló en forma de talleres dinámicos abiertos a la comunidad, en los que los participantes pudieron aprender a identificar las plantas comestibles, conocer sus propiedades y recolectar semillas para multiplicarlas en la huerta.
Calendario de plantas comestibles
Respecto de las especies que pueden encontrarse en la zona, la especialista indicó que, si bien existe una flora de gran diversidad biológica, hay alrededor de 11 plantas que son principales y crecen de manera espontánea a lo largo del año. En general, por su floración o por su esplendor, cada una le da color a un mes en particular.
Enero, resalta la actividad de la rucoletta o rúcula salvaje.
Febrero, cobra vigor Marcela.
Marzo, con carqueja, también llamada carquejilla o yaguareté caá.
Abril, junto con la conocida planta diente de león, amargón, taraxaco o panadero.
Mayo, surgen la achicoria, radicheta, philliyuyu (quechua), radicchio o radichia.
Junio, aparece el llantén o siete venas.
Julio, puede encontrarse con facilidad el Huevito de gallo o uvita del campo.
Agosto, crece Artemisa, o también llamada hierba de San Juan o de la mujer.
Septiembre, crece la flor de pajarito o fumaria.
Octubre, se acompaña por la verdolaga.
Noviembre, es el momento para la menta cimarrona, menta poleo, menta del bajo.
Diciembre, surge la retama genista o retama de olor.
Detalles de las especies y momento de cosecha
Marcela (Achyrocline satureioides (Lam.) DC., y Gnaphalium gaudichaudianum DC.). Medicinal: depurativo, antioxidante, digestivo, hepatoprotector. Momento de cosecha: verano.
Carqueja, carquejilla o yaguareté caá (Baccharis sp L.). Medicinal: colagogo, hepático, diurética; antiséptica de uso externo. Momento de cosecha: primavera, verano.
Diente de león, amargón, taraxaco o panadero (Taraxacum officinale L.). Comestible: aporta betacarotenos, potasio, magnesio y calcio, ácido fólico y hierro. Medicinal: antioxidante, depurativo, diurético, hepatoprotector. Además, aporta néctar para insectos benéficos. Momento de cosecha: primavera (brotes tiernos), verano (flores) otoño (raíz).
Achicoria, radicheta, philliyuyu (quechua), radicchio o radichia (Cichorium intybus. L.). Comestible: aporta hierro, calcio, vitaminas A y C. Medicinal: fluidifica la sangre, hepatoprotector, colirio (flores). Además, aporta néctar para insectos benéficos. Momento de cosecha: verano (flores), todo el año (hojas).
Llantén o siete venas (Plantago: P. major L; P. media L.; P. lanceolata L.). Comestible: aporta taninos, mucílagos, ácido fumárico. Medicinal: antiinflamatorio y antiséptico, laxante suave. Momento de cosecha: otoño, verano.
Huevito de gallo o uvita del campo (Salpichroa origanifolia Lam.). Comestible: aporta fósforo, calcio, zinc, hierro, proteínas (fruto). Medicinal: analgésica, antiinflamatoria. Momento de cosecha: todo el año, otoño (frutos), primavera y verano (flores).
Artemisa, hierba de San Juan, hierba de la mujer (Artemisia vulgaris L.). Comestible: condimento de carnes y guisos. Medicinal: regula ciclo menstrual, desinflamatoria, vermífuga, cataplasmas (uso externo). Momento de cosecha: verano, otoño.
Flor de pajarito, fumaria (Fumaria officinalis L.; Fumaria capreolata L.). Medicinal: hepatoprotector, depurativo de hígado, vesícula, riñones, emoliente y anticaspa (uso externo). Momento de cosecha: primavera, verano.
Verdolaga (Portulaca oleracea L.). Comestible: aporta vitaminas B1 y B2, calcio, ácidos grasos omega-3. Medicinal: diurética, controla acidez estomacal. Momento de cosecha: verano.
Menta cimarrona, menta poleo, menta del bajo (Mentha pulegium L.). Comestible: condimento e infusión fría o caliente. Medicinal: expectorante, carminativo, sedante, antipirética. Además, aporta néctar para insectos benéficos. Momento de cosecha: verano, otoño.
Retama, genista, retama de olor (Spartium junceum L.). Flores: perfumería, aromaterapia, extracción de pigmento amarillo comestible. Además, aporta floración para abejas e insectos benéficos. Momento de cosecha: primavera-verano (flores).
Rucoletta, rúcula salvaje (Eruca vesicaria, Eruca sativa). Comestible: aporta minerales, fibra y triptófano. Medicinal: digestiva, afrodisíaca. Momento de cosecha: primavera-verano (semillas), otoño.
Fuente: InfoCampo