La problemática entre las actividades de los seres humanos y la vida silvestre es recurrente y es uno de los conflictos más severos para la conservación biológica. Aunque la tarea no es fácil, para lograr una resolución exitosa en la estrategia debe reforzarse un concepto clave: la convivencia en armonía entre animales y personas.
El aumento explosivo de la densidad poblacional y su consecuente dominación del planeta desde la revolución industrial generó una significativa reducción y fragmentación del hábitat natural. Un ejemplo de ello es lo que ocurre en Brasil.
El país vecino es uno de los mayores productores agrícolas del mundo, con una producción que aumentó en parte por los avances tecnológicos y el incremento de la superficie cultivada, que creció a costa de la expansión agrícola sobre los límites naturales de la selva amazónica y otras selvas tropicales y templadas. La disminución de estos ambientes naturales constituye la principal causa de extinción de especies.
Es por ello que organizaciones ambientalistas como el Instituto Jaguar de Brasil (IOP, por sus siglas en portugués), en el estado de Goiás, en el centro brasileño, promueven una coexistencia pacífica entre la vida silvestre y la agricultura.
Cómo se trabaja en la actualidad
La labor del IOP puede verse en las redes sociales a través del Instagram de su coordinador, Leandro Silveira, quien muestra el día a día cómo se dedica a cuidar y monitorear la actividad de los jaguares de la zona mediante un chip “GPS”.
“Conservar sus hábitats, su especie y promover la convivencia pacífica con el ser humano” es el lema de la ONG.
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Anoitecer mais do que abençoado no @instituto_onca_pintada . Dia longo de esforço para a recaptura da onça-pintada, mãe das duas jovens pretas, que estavam sendo monitoradas com coleiras GPS, desde abril de 2019. Muito sucesso, pois trocamos a coleira, o que nos possibilitará mais um ano de monitoramento e aprendizado sobre a vida desse importante animal (fêmea saudável, reprodutivamente ativa), nas áreas de agricultura e reservas legais das propriedades rurais das Nascentes do Rio Araguaia, porção inicial do principal Corredor de Biodiversidade para as oncas-pibtadas do Brasil. Parabéns a toda equipe do IOP, especialmente @fabianobortolini e @james.bortolini
Una publicación compartida de Leandro Silveira (@leandro_silveira_iop) el 1 Feb, 2020 a las 6:28 PST
Otro ejemplo de la factible convivencia entre agricultura y vida silvestre es una serie de videos publicados por SLE Farms.
En una de las tomas puede observarse cómo un jaguar sale de la selva para orinar en un campo de maíz de segunda (safrinha en portugués) ante la atónita mirada del espectador.
A jaguar coming out of the forest to pee in a #safrinha corn field#Agro#WildBrazil???????? pic.twitter.com/15diMweLS6
— SLE Farms ???????? (@StaLuziaEsteio) February 5, 2020
El video fue tomado en Ubirata, estado de Paraná, a unos 200 km de la frontera con la provincia argentina de Misiones. Se trata de una zona donde los campos se encuentran rodeados de frondosas selvas que rebalsan de biodiversidad.
En otro video, también se puede ver a su ciervo saltando entre un maizal. En todos, se observa la misma secuencia, la agricultura conviviendo con la vida salvaje.
illustrious visit to our farm. A male #deere#cervo#agro#wildBrazil pic.twitter.com/VyaiNd72n8
— SLE Farms (@StaLuziaEsteio) January 25, 2020
Fuente: InfoCampo