Una empresa forestal logró una certificación internacional de manejo responsable de bosques, por la preservación de los servicios ecosistémicos de la biodiversidad en sus predios de Delta del Paraná y Misiones. Es la primera firma de la Argentina en lograr un estándar de este tipo y la décima en el mundo.
Con el apoyo de un equipo de investigadores del INTA y del Conicet, la empresa forestal Arauco Argentina logró una certificación internacional de manejo responsable de bosques otorgada por el Forest Stewardship Council® , que reconoce a aquellas empresas cuyo manejo forestal permite mantener, mejorar o restaurar especies raras, amenazadas o endémicas y sus hábitats a través de zonas de conservación o protección.
“La certificación FSC de los Servicios Ecosistémicos muestra que soluciones innovadoras y creativas son necesarias para compatibilizar el desarrollo productivo nacional con la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos derivados”, declaró Ricardo Austin, gerente forestal de Arauco Argentina.
En esta línea, Austin remarcó la importancia de la articulación entre el sector productivo y el académico-ambiental como estrategia para el desarrollo de acciones de gestión sostenible de los territorios.
“De ahora en más, y para mantener este galardón que debe renovarse periódicamente, Arauco Argentina tomó el compromiso de continuar manejando adecuadamente el hábitat del yaguareté, controlar actividades de cacería y desarrollar un plan de educación ambiental interno y externo tendiente a brindar conocimientos y sensibilizar a la población para la conservación de este carnívoro”, detalló Austin.
La certificación reconoce la contribución de la empresa a la conservación de dos de las especies de mamíferos más emblemáticas de la Argentina: el yaguareté (Panthera onca) en Misiones y el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus) en el Delta del Paraná. Ambas especies se encuentran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de Extinción, tanto a escala mundial como nacional.
CIERVO DE LOS PANTANOS
En el caso de este mamífero, el conocimiento utilizado como base para la gestión de la certificación fue obtenido por el INTA, Conicet y ACEN, quienes integran el Proyecto Pantano. Se encargaron de evaluar el rol del predio “Oasis” de unas 11.000 hectáreas destinado a la conservación de la especie en el Bajo Delta del Paraná.
Sus estudios poblacionales sobre este cérvido, el mayor de Sudamérica, y sobre la calidad del hábitat de la región demostraron que este predio forestal posee un rol fundamental para el mantenimiento de la especie a nivel de paisaje.
“La producción forestal es un eslabón fundamental en la cadena socio-productiva del Delta, por lo que es necesario buscar alternativas para acompañar su desarrollo siempre con sustentabilidad ambiental”, explicó Natalia Fracassi, investigadora del INTA Delta del Paraná.
Por su parte, Javier Pereira, investigador del Conicet y director del Proyecto Pantano, destacó que “si bien el predio Oasis es conocido desde hace tiempo por su abundancia de ciervos, estudios recientes muestran que su importancia se extiende también al mantenimiento de la población a escala regional”.
Yaguareté
Para la certificación se recurrió a los estudios realizados por un equipo de científicos del Conicet y del CeIBA de Iguazú, Misiones, quienes desde hace más de 13 años llevan a cabo relevamientos con cámaras trampas en la zona.
Gracias a este conocimiento, los investigadores pudieron evaluar el rol de los predios “Campo de los Palmitos” y “San Jorge”, ambos de la empresa Arauco Argentina y ubicados en la Selva Paranaense de Misiones, para la conservación de la especie. En conjunto, identificaron que más del 90 % de la superficie de bosque nativo de los predios misioneros forma parte del paisaje de conservación del yaguareté.
“El movimiento constante de individuos entre los predios de Arauco y las áreas protegidas vecinas como el Parque Nacional Iguazú y los Parques Provinciales Puerto Península y Urugua-í hablan claramente de la importancia de estas áreas para la conservación de la especie”, observó Agustin Paviolo, investigador del Conicet.
Fuente: InfoCampo