Cada movimiento comercial que hace el gigante asiático, China, preocupa a todos los mercados.
A manera introductorio, un análisis del Rosgan, el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio rosarina, sostiene que, de cara a un nuevo ciclo comercial, resulta ineludible contemplar el efecto que generará en la industria la desaceleración –al menos transitoria- de las compras chinas.
China comenzó a dar señales de un cambio de timón en su política de abastecimiento externo, asociado a una clara estrategia del gobierno para intentar contener el proceso inflacionario que comenzó a gestarse allí.
Son cuatro los ejes principales de la estrategia conducida por el gobierno chino para esta crisis: agilizar las habilitaciones de plantas proveedoras de carne en todo el mundo; habilitar el ingreso de carne desde Hong Kong; la liberación de miles de toneladas carne de cerdo proveniente de almacenes estatales y cortar abruptamente la financiación otorgada a empresas importadoras sobre nuevos contratos de compra.
Por su parte, Argentina está trabajando con un nivel de oferta muy elevado. La faena del último año resultó un 3,3% superior a la de un año atrás (3.130 mil toneladas). Durante diciembre se registraron ventas al exterior por 88.840 toneladas equivalentes carcasa, acumulando en el año unas 840.000 toneladas.
Ante esto, la gran incógnita del mercado es saber por cuánto tiempo se prolongará este ‘paréntesis comercial’ chino. Se abren dos hipótesis, según el Rosgan hay quienes suponen que esto no demandará más de dos a tres meses y, en otros casos, quienes esperan terminará afectando gran parte del primer semestre del año.
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Con estos escenarios que le espera al mercado argentino: frente a una demora no mayor a tres meses, dicen los analistas del Rosgan, el mayor excedente de oferta muy probablemente lo termine absorbiendo el consumo interno o se derive a otros mercados alternativos, recuperando los volúmenes conseguidos el año previo, aunque a un menor nivel de precios dado el excedente de mercadería a colocar.
Bajo el segundo escenario, que China prolongue su enfriamiento comercial hasta mediados de año, el hecho de no crecer en otros mercados nos acercaría a un límite de oferta para el consumo interno a partir del cual, sin duda alguna, el precio de la hacienda comenzaría a sufrir.
Sin embargo, Argentina sigue teniendo una gran ventaja competitiva respecto a otros productores de la región -Brasil/Uruguay- dado por el nivel de devaluación de su moneda.
La recuperación no sólo se logra por precio. Es importante trabajar para lograr confianza comercial de los compradores a fin de consolidar mercados.
Fuente: InfoCampo