E l economista afroamericano Thomas Sowell me encanta, porque pone la cabeza fría al servicio del corazón caliente. Cuando alumnos que tienen su mismo color de piel lo consultan por los “estudios afroamericanos” que se dictan en algunas universidades, les dice que cursen medicina, ingeniería o economía, y que esos estudios se los dejen a los blancos que no tienen que estudiar para ganarse la vida.Y a los afroamericanos que, furiosos, salen a la calle cuando un policía blanco mata a uno de los suyos, les dice que protesten, pero que no incendien el supermercado del barrio, porque si hacen esto último, al otro día continuará la represión policial, pero ellos no tendrán dónde comprar leche para sus hijos.Esto es pensar. ¿Qué consejo le daría al actual gobierno argentino? Que no sea miope, porque las consecuencias de llenar de plata a los argentinos, para el 14 de noviembre próximo dar vuelta los resultados electorales del pasado 12 de septiembre, recaerán sobre el actual gobierno, no sobre el próximo. Dado que en un régimen presidencialista, como el que rige en la Argentina, salvo que fallezca, renuncie o le hagan un juicio político, Alberto Ángel Fernández será presidente hasta el 10 de diciembre de 2023.No hago pronósticos, sino que razono. Si como consecuencia del paquete de medidas del que hablan los periodistas se desata una hiperinflación, este gobierno tendrá que enfrentar el problema.Escalofriante. No tanto, porque la habitual ineficiencia operativa del Estado argentino, sumada a la parálisis que genera cualquier crisis política, sugiere que buena parte de las medidas que asustan no se llevarán a la práctica, o lo harán a lo largo del tiempo y en forma parcial. La última reunión entre las autoridades de la Secretaría de Comercio Interior y los dueños o directivos de los supermercados estuvo más cerca de los ruegos que de las amenazas, algo así como “hacelo por la vieja, si no lo hacés por mí”.Salvo un milagro, a partir del 15 de noviembre próximo los funcionarios a cargo del área económica del Gobierno tendrán que operar, como lo hicieron sus colegas luego de la llegada a la presidencia de Alejandro Agustín Lanusse, la derrota de Malvinas o el resultado de las elecciones de 1987. Ambiente pesado, desagradable, ingrato (Henry Kissinger afirma que la población nunca reconoce los esfuerzos realizados para evitar problemas, o para que no aumenten), pero valioso.
Fuente: La Nación