En el mismo estadio que hace más de un año sufrió el humillante 8-2 ante Bayern Munich, Barcelona padeció otra goleada que cala en los huesos de su traumática actualidad. En el Da Luz de Lisboa, el equipo de Ronald Koeman siguió sumido en la oscuridad que guían sus pasos por la Champions League. Benfica, un equipo de nivel medio, a una distancia prudencial de los que son considerados candidatos, lo goleó 3-0 y lo dejó hundido en el último puesto del Grupo E, sin puntos en dos fechas, sin goles a favor y con seis recibidos, tras los tres que le marcó Bayern Munich en la jornada inaugural.La continuidad del entrenador se torna cada vez más incierta. El presidente Joan Laporta nunca le dio un fuerte respaldo y se contuvo de despedirlo por la crítica situación económica para afrontar el año de contrato que le resta y porque tampoco tiene a mano a un reemplazante para asumir ya. Los rumores siempre apuntan a Xavi, que está dirigiendo en Qatar, y Roberto Martínez, director técnico de Bélgica. La hinchada de Benfica se burló con un canto que a Barcelona le suena a nostalgia hiriente: “Meeessi, Meeeessi, Meeessi…”.Pedri da un pase; el juvenil volante no tiene el muy buen nivel de la temporada anteriorAl final del partido, el DT neerlandés expresó: “El resultado es duro de aceptar. Pese a ir perdiendo desde muy pronto, el equipo estuvo bien hasta el 2-0. Tuvimos oportunidades muy claras de marcar y no lo hicimos. ¿Blandos atrás? Quizá en los últimos quince minutos. Tenemos que defender mejor. Hay muchos equipos que son físicamente mejores. Todo el mundo sabe el problema del Barça hoy en día. No es el de años pasados y esto es así. Para mí está más claro que el agua. Me siento muy respaldado por mis jugadores, por los demás no sé”.Tras la goleada, Laporta bajó al vestuario a dar una voz de aliento, pero la prensa catalana no descartó que a partir de este jueves pueda haber novedades en el banco de suplentes. El ambiente es muy tenso.Koeman da indicaciones a los gritos, pero Barcelona no mejora (DeFodi Images/)Es la primera vez en la historia que Barcelona no gana en cinco partidos consecutivos de la Champions League, si se suman los últimos tres de la temporada anterior. Acumula cuatro derrotas y un empate. Otro dato negativo: nunca había perdido en los dos primeros cotejos. Benfica no le ganaba a Barcelona por copas europeas desde 1961. Benfica -Nicolás Otamendi tuvo una buena actuación- se puso rápido en ventaja, a los dos minutos, con un gol del uruguayo Darwin Núñez. Siguieron las malas noticias para Barcelona: a los 32 minutos salió Gerard Piqué, que estaba amonestado y con otra falta se puso al borde la expulsión. Koeman intervino con el ingreso del juvenil volante Gavi, lo cual obligó a un cambio de sistema: se pasó de la línea de tres a una de cuatro, sin que la producción general variara sustancialmente. De los ocho remates que Barcelona intentó en los 90 minutos, solo hubo fue al arco. A cuatro minutos del final fue expulsado el central Eric García para completar la debacle.A los 22 minutos de la segunda etapa ingresó Ansu Fati, el juvenil que heredó la camiseta N° 10 de Lionel Messi y que el último domingo renovó las ilusiones al marcar un gol, en su reaparición tras 10 meses por las cuatro operaciones en un rodilla.Koeman ya había advertido que no contaba con recursos suficientes para luchar con aspiraciones en Europa. Un discurso rebatido por gran parte del plantel y por Laporta, quienes consideran que las pretensiones de Barcelona siempre deben ser las máximas, que el material lo permite. El desconcierto de Barcelona también se manifiesta en estos diagnósticos opuestos.
Fuente: La Nación