Por Daniel Ramos y Mónica MachicaoLA PAZ, 28 sep (Reuters) – Cocaleros bolivianos que están
luchando por el control del principal mercado de la hoja en La
Paz protestaron el martes, en la continuación de violentas
jornadas de enfrentamientos con la policía en las que incluso se
incendió un edificio.Los cultivadores de coca de la cercana región de Yungas
están en desacuerdo con el liderazgo del organismo que dirige el
enorme mercado de coca, el ingrediente base de la cocaína, pero
que muchos en los Andes mastican para evitar los efectos de la
alta altitud o para infusiones.Las protestas del lunes causaron un incendio en un edificio
de apartamentos cerca de donde los manifestantes y la policía se
enfrentaban, y ambas partes se culparon mutuamente. La semana
pasada, varios vehículos de la policía fueron incendiados
durante una refriega similar.Se han formado dos grupos. Uno en torno al jefe del
organismo sindical que administra el mercado de la coca
Adepcoca, Arnold Alanes, respaldado por las autoridades. Otros
se han unido al crítico del gobierno Armin Lluta, quien dice que
el partido gobernante y el expresidente Evo Morales están
tratando de controlar el comercio.”Evo Morales (…) quiere conformar una gran confederación
nacional de productores de la hoja de coca, él quiere ser el
dirigente del Chapare y de los Yungas”, dijo Lluta a
periodistas, refiriéndose a las dos principales regiones de
cultivo de coca.La región de Yungas produce y comercializa unos 200 millones
de dólares de coca al año en el mercado local, según
estimaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito (UNODC), que ha dicho que Bolivia no ha
alcanzado los objetivos para erradicar la coca ilegal.Alanes dijo el martes a un grupo de cultivadores de coca que
había sido elegido para su posición por los propios agricultores
y señaló que la crítica contra él era porque estaba tratando de
acabar con la corrupción en el mercado.”El delito de Arnold Alanes es proponer el sistematizar los
ingresos económicos de Adepcoca. El delito de Arnold Alanes es
evitar y erradicar la corrupción”, manifestó.Augusta Colpa, una cocalera, dijo que las condiciones eran
duras para los agricultores que estaban avivando los disturbios.”¿De una parcela de coca cuánto cosechamos? En el tiempo de
frío no cosechamos mucho (…) no alcanza para nuestra familia”,
dijo, negando las acusaciones de la policía de que los
agricultores estaban lanzando dinamita en las protestas.Ronald López, un líder cocalero, dijo que los grupos de
Yungas esperaban un diálogo con el gobierno para instalar un
nuevo jefe de Adepcoca.”Nosotros pusimos a este gobierno en el poder, con nuestra
lucha y peleando”, dijo. “Hermanos, no pueden tratarnos así”.
(Reporte de Daniel Ramos y Mónica Machicao
Editado por Walter Bianchi)
Fuente: La Nación