El improvisado campamento de migrantes donde en la última semana se habían llegado a reunir 15.000 solicitantes de asilo, la mayoría haitianos, bajo un puente de la localidad texana de Del Río, en la frontera entre México y Estados Unidos, ha sido totalmente vaciado este viernes, según ha confirmado el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas.”Desde esta mañana no queda ningún migrante en el campamento bajo el Puente Internacional de Del Río”, ha asegurado Mayorkas durante la rueda de prensa diaria de la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.En su comparecencia, Mayorkas ha lamentado también las imágenes de la Patrulla Fronteriza a caballo intimidando a los migrantes, que según el secretario “evocan los peores elementos de la lucha contra el racismo sistémico” en Estados Unidos.Durante el fin de semana pasado, los medios de comunicación desplazados a la frontera capturaron imágenes en las que se observa a oficiales de la Patrulla Fronteriza montando a caballo y persiguiendo a los migrantes que habían cruzado a territorio estadounidense. En algunas de estas imágenes se puede ver a la Patrulla capturando a los ciudadanos haitianos con lazos.Aún así, Mayorkas ha aclarado que la investigación sobre estos incidentes se encuentra todavía en curso, y que serán investigadores independientes quienes determinen con exactitud lo ocurrido.Además, el Departamento anunció el jueves que había suspendido temporalmente el uso de caballos por parte de la Patrulla Fronteriza en el campamento.Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado este viernes que el trato a los migrantes haitianos en la frontera había sido “una verguenza”, y ha prometido que habrá consecuencias tras la investigación.De los migrantes, unos 8.000 han decidido regresar a México de manera voluntaria, mientras que 5.000 están siendo procesados por el Departamento de Seguridad Nacional para estudiar su posible deportación inmediata.Varias organizaciones humanitarias han pedido el fin de las deportaciones, aunque Mayorkas defiende que la ley que se ha utilizado para agilizar las expulsiones, el Título 42, es una medida de salud pública y se aplica a cualquier migrante irregular durante la pandemia de COVID-19, no solo a los haitianos.La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) ha establecido un programa de ayudas de 5,5 millones de dólares (unos 4,7 millones de euros) para proporcionar asistencia en el terreno a migrantes haitianos repatriados, si bien el embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond, ha declarado que no sabe si el dinero ha llegado a Puerto Príncipe a tiempo para la acogida de los desplazados.
Fuente: La Nación