El producto bruto interno (PBI) cayó 1,4% en términos desestacionalizados en el segundo trimestre del año, en comparación con el primero, lo que puede deberse a las restricciones que se impusieron en abril y mayo por la segunda ola de coronavirus. En tanto, respecto de igual período de 2020, aumentó 17,9%, pero sigue sin recuperar el nivel de 2019: en el segundo trimestre del año pasado había caído 19% contra el año previo.Cambio climático: la energía nuclear avanza en punta para reemplazar el petróleo y el carbón y reducir las emisionesEl dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), muestra además que en términos desestacionalizados casi todos los componentes de la demanda agregada mostraron subas frente al primer trimestre del año: el consumo privado aumentó 1,1%; el consumo público, 0,5%; y las exportaciones, 5,7%; mientras que la formación bruta de capital fijo se mantuvo sin variación.Según el Indec, en la primera mitad del año el PBI acumuló un crecimiento de 10,3% interanual (ia). Por el lado de la demanda, en el segundo trimestre del año se registraron fuertes incrementos en el consumo privado (21,9% ia) y la formación bruta de capital fijo (76,6% ia), seguidos por el alza en el consumo público (8,2% ia) y las exportaciones (6,3% ia)”, se detalló.Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), comentó que estos valores implican que el PBI en el primer semestre se encuentra un 10,3% por encima de igual período de 2020 y 3,4% por debajo de 2019. “La inversión es el único componente de la demanda agregada que supera al valor del primer semestre de 2019. El componente más importante, es decir, el consumo privado, se recuperó un 9% respecto de 2002, continuando un 7,5% abajo de 2019”, señaló el economista.Al analizar por sector de actividad, Argañaraz consideró que son solamente cuatro los que superan el nivel del primer semestre de 2019. Electricidad, gas y agua (4,7%), Industria manufacturera (4,5%), el comercio (3,8%) y las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (1,1%). “Restaurantes y hoteles estuvieron un 43,5% abajo del primer semestre de 2019”, agregóPor su parte, Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma, opinó que el dato del PBI estuvo en línea con el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) y en sintonía con lo que se esperaba. “La caída contra el trimestre anterior fue producto de las medidas sanitarias en mayo y junio, mientras que el agro cayó porque estuvo golpeado por la sequía, que afectó la etapa de definición de los rindes. Interanual da positivo porque se compara con el peor momento del año pasado. No hay nada raro: un segundo trimestre afectado por las restricciones, pero en mucho menor medida que en igual período del año pasado”, comentó.Camilo Tiscornia, director de C&T Consultores, dijo que en estos datos trimestrales el Indec corrigió los datos desestacionalizados. Para tener una idea, con la publicación del EMAE, que llegaba hasta junio, el primer trimestre del año daba una suba de 2,4% y el segundo una caída de 1,6%, pero eso cambió y ahora el primer trimestre sube 2,8% y el segundo cae 1,4%. Han cambiado la forma del comportamiento del PBI en el primer semestre y es como que está diciendo que fue mejor que lo que se publicó en el EMAE.Lo destacable, según Tiscornia, es que esta caída de 1,4% en el segundo trimestre del año es la primera baja después de haber recuperado en los tres trimestres anteriores. “Y esto es lógico porque este segundo trimestre fue el que acusó, sobre todo en abril y mayo, los efectos negativos de la segunda ola del covid”, explicó el economista.En tanto, Agostina Myronec, economista de la consultora Ecolatina, señaló que en lo que respecta a la mejora interanual, el avance estuvo asociado, por el lado del gasto, a una mejora muy fuerte de la inversión, que había sido el componente más golpeado en 2020, y además por una mejora en el consumo privado y las importaciones. “Esto viene acompañado por un crecimiento de un dígito en exportaciones”, agregó.En tanto, respecto de la comparación con el primer trimestre del año, que arrojó una caída de 1,4%, Myronec indicó que allí probablemente influyeron las restricciones derivadas del coronavirus, que afectaron en mayor medida a algunos sectores productores de servicios y en menor grado a productores de bienes. “De todos modos, aunque el PBI cayó en términos desestacionalizados, casi todos los componentes del gasto terminaron mostrando mejoras, liderados por las exportaciones y las importaciones, y también algo del consumo privado”, subrayó.Asimismo, los analistas consultados advirtieron que, al analizar la inversión, se debe considerar que en ese rubro vuelan las importaciones, debido a expectativas sobre una posible devaluación, en un contexto en el cual todos quieren hacerse de dólares por medio de autos o maquinaria agrícola, entre otros.
Fuente: La Nación