NUEVA YORK (AP) — Panamá pedirá ayuda durante la Asamblea General de Naciones Unidas para lidiar con la crisis migratoria que enfrenta en el Tapón del Darién, adónde miles de migrantes, muchos haitianos, intentan llegar cada día desde Colombia, dijo el lunes su canciller Erika Mouynes.En una entrevista con The Associated Press en Nueva York, la ministra de Relaciones Exteriores panameña afirmó que su país no ha recibido “un centavo en cooperación internacional” para enfrentar el problema.“A nosotros nos llegan en estado de desnutrición, a veces siete, ocho días que no han comido. O sea, nosotros atendemos el estado de desnutrición de siete u ocho días que no se han alimentado y que por primera vez reciben alimentación,” señaló.“Nosotros no hemos recibido ayuda financiera de ningún país en este momento ni cooperación internacional. En un sentido más amplio, sí estamos recibiendo o hemos empezado a involucrar también a organizaciones que nos están apoyando un poco con los mensajes, con los protocolos, pero ayuda financiera o recursos no hemos recibido,” subrayó la canciller.En agosto, Panamá y Colombia acordaron dejar pasar por su frontera a 500 migrantes cada día. Sin embargo, a Necoclí, un pueblo en la costa caribeña del norte de Colombia, llegan entre 1.000 y 1.500 diariamente, la mayoría provenientes de Chile y Brasil, países a los que emigraron tras el terremoto en Haití de 2010. El destino final de estos migrantes es Estados Unidos.Mandatarios y cancilleres de muchos países del mundo se reúnen esta semana en Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU. Se esperan cumbres y reuniones para hablar del cambio climático, migración y la pandemia del COVID-19.Mouynes dijo que por Panamá han pasado 80.000 migrantes hasta ahora este año. El año pasado tan sólo fueron 8.000, dijo, y el anterior unos 20.000.“Los números que estamos viendo son inéditos,” manifestó.La canciller también dijo que lleva tiempo pidiendo “corresponsabilidad”, es decir, que países latinoamericanos y Estados Unidos los alimenten y les hagan pruebas médicas y biométricas, ya que Panamá, aseguró, es el primer país al que llegan.“Nos ha tocado también personas que tienen problemas y alertas de Interpol y demás, que, nuevamente, nadie sabía, o sea, nadie identifica realmente. Panamá se vuelve el filtro de todo esto”, indicó.La canciller pidió en junio ayuda financiera a Estados Unidos y la Unión Europea para lidiar con el problema.Mouynes dijo que aún ve cifras de migrantes llegando a Panamá que “están por encima de lo acordado” con Colombia, aunque la única solución, dijo, es enfrentar el problema de forma regional, con todos los países como bloque, y llegar a “un compromiso político”.“Esta corresponsabilidad implica que más países asuman esta responsabilidad, porque es muy fácil estar más hacia el sur y decir venga migrantes, ‘yo los ayudo’ y luego mirar hacia el otro lado y dejarlos migrar en una ruta que no tienen idea de lo que van a pasar, lo duro que es, no creemos que es responsable, ni es la actitud,” señaló. “O sea, si hay algún país que está estimulando esta migración es porque tiene que tener la capacidad para manejarlo. Nosotros tenemos una capacidad máxima a la cual ya estamos topados”.Con el reciente terremoto en Haití, vendrán aún más migrantes, advirtió.“Estamos por ver esa ola masiva que probablemente vendrá. Entonces esto no se va a detener y es mejor enfrentarlo”, indicó.
Fuente: La Nación