No terminar el Rugby Championship de manera muy descolorida todavía es posible para los Pumas. Quedan dos partidos, los dos ante Australia, que si bien es amplio favorito luego de derrotar dos veces a Sudáfrica en una gran demostración de rugby y es local, también es de los tres rivales el que rugbísticamente presenta más puntos débiles por los que se puede entrar, especialmente por el lado de los forwards. El aceptable segundo tiempo del sábado ante los All Blacks, donde los jugadores argentinos demostraron que todavía conservan algo de fuego interior, también abre una pequeña rendija a la ilusión. Hasta aquí, no obstante, el seleccionado viene demostrando un rendimiento muy por debajo de las expectativas que había generado luego del Tri-Nations del año pasado, que lo acerca a sus años más aciagos desde que se aventuró en este recorrido junto a las potencias del sur.Emiliano Boffelli, autor del único try frente a los All Blacks (ap /)El año pasado, en un certamen del que no participó Sudáfrica, los Pumas terminaron segundos luego de conseguir una victoria (la primera en la historia ante los All Blacks), dos empates y una derrota, su mejor campaña desde que ingresaron al Rugby Championship en 2012. No era alocado pensar, si no en repetir una actuación así, cuanto menos recoger los frutos de tamaño logro. No sólo esto no se plasmó ni en resultados ni en rendimiento individual ni en la consolidación del plan de juego, sino que parece haberse retrocedido a los años más conflictuados.Es apresurado sacar conclusiones con dos partidos por jugar. No es momento de hacer comparaciones taxativas todavía. Vale adelantarse a recordar, sí, lo que ocurrió en 2013 y 2017. En su segunda participación en el Rugby Championship, los Pumas comenzaron con la peor goleada en estos 10 años: 73-13 ante Sudáfrica en Soweto. Una semana después casi se toman revancha en Mendoza (22-17) y estuvieron cerca ante Australia en Perth (14-13); terminaron con seis derrotas y dos puntos. Al poco tiempo, Santiago Phelan presentó la renuncia. En 2017 fue el único año en que terminaron con cero puntos. Fue el último de Daniel Hourcade al frente del equipo.Los Pumas, ante la misión de recomponerse en la parte final del Championship (ap /)Los resultados no son lo único que tienen en común aquellas presentaciones de los Pumas con el recorrido realizado hasta aquí en este Rugby Championship, donde acumulan cero puntos, anotaron sólo 35 puntos (8,75 de promedio por partido) y apenas apoyaron dos tries. Tanto o más preocupante es la falta de conexión que reina en el equipo. Excepto en materia defensiva, que tampoco ha sido excepcional pero al menos no perdieron la línea, el resto de los aspectos del juego muestran una falta de consistencia alarmante. Hasta el maul, que ha sido una de las armas letales en tiempos recientes (recordar el Mundial 2019), es una falencia que explotan los rivales. La fluidez del juego de ataque, tan impredecible y vistoso en el primer año de Ledesma al frente del equipo, no aparece ni por lapsos breves; los wings casi no tocan la pelota. Y la falta de tiempo de preparación no es excusa después de seis semanas de entrenarse en conjunto.No puede omitirse la nueva realidad que afronta el seleccionado argentino. Ya no existen más los Jaguares, los jugadores llegaron a Sudáfrica con poco descanso y sin preparación, y el agravante de tener que jugar todos los partidos de visitante. No es muy distinto a lo que ocurrió entre 2012 y 2015, y la carga de los viajes es menor, también es cierto, pero al estar encerrados en una burbuja no se pueden hacer convocatorias esporádicas y es difícil mantener motivado a un plantel de 45 jugadores donde muchos hacen un sacrificio grande y no ven ni un minuto de acción. Por ubicación geográfica y disponibilidad de jugadores profesionales, la Argentina siempre va a estar en desventaja. En todo caso, algo que en el futuro deberá analizarse con mayor profundidad.Domingo Miotti patea un penal durante el partido que disputaron Argentina y Australia en 2020; los Wallabies son los rivales para el cierre del Championship (Stuart Walmsley/)Al mismo tiempo, hay incógnitas que dejan flotando un aire raro. ¿Por qué Nahuel Tetaz Chaparro y Francisco Gómez Kodela dejaron la concentración para sumarse a sus clubes? Los Pumas se quedaron sin sus pilares titulares, un puesto crucial en el que hay una carencia importante de profundidad. ¿Por qué Facundo Isa fue dado de baja por lesión tras el segundo partido? Este fin de semana jugó en su club (Toulon) y hasta marcó un try. De haber seguido en el equipo podría haber estado disponible para los últimos tres partidos. ¿Por qué no aceptaron la convocatoria Juan Imhoff y Benjamín Urdapilleta? Dos jugadores veteranos que cuando fueron ignorados en el pasado dijeron que soñaban con volver a jugar en los Pumas.El Rugby Championship no terminó. A los Pumas les quedan dos partidos muy difíciles, pero Australia no deja de ser el rival más accesible de los tres. Los Pumas tienen armas como para dominarlos con los forwards, dictar el ritmo del juego y, cuanto menos, ser competitivos, algo que no ocurrió hasta aquí. La actitud mostrada en los últimos 40 minutos ante Nueva Zelanda deja un resquicio para confiar en una recuperación. Si esto no ocurre, habrá que buscar una nueva forma de enfrentar este nuevo status quo que recae sobre el seleccionado argentino.

Fuente: La Nación

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