En el marco del día mundial de las aves, La Dirección de Policía Ambiental, perteneciente al Ministerio de Coordinación de Córdoba, organizó una liberación de fauna silvestre para conmemorarlo en la Reserva Hídrica Natural Parque La Quebrada. Las aves provienen de la tenencia y el transporte ilegal.
“Pedimos que la gente nos ayude en denunciar a quien tiene fauna silvestre en cautiverio. Posteriormente, con orden de allanamiento, ingresamos a la vivienda y decomisamos toda la fauna silvestre que hay en cautiverio para tratar de liberarla”, expresó Adrián Rinaudo, Director de Policía Ambiental.

Los 70 ejemplares rescatados cumplieron la cuarentena protocolar y proceso de rehabilitación en el Zoológico semi abierto Tatú Carreta, en la localidad de Casa Grande.
Las especies liberadas fueron: reinamoras, carenales comunes, diucas, jilgueros, corbatitas, soldaditos, siete vestidos, brasitas de fuego, monteritas cabeza negra, monteritas canela, pepiteros de collar y águila mora.
“El ejemplar adulto de águila mora que fue recuperado en septiembre del año pasado, tenía las plumas de las alas cortadas y lesiones en la cabeza. Se esperó su replume y luego los veterinarios del Tatú Carreta colocaron al ave en un jaulón para ejercicio, ahí se comprobó la capacidad de vuelo y destreza para la caza”, aseguró el gobierno provincial.

La presencia del Águila Mora en Argentina no es abundante, asimismo su situación ecológica actual es normal y en equilibrio, se encuentra en estado no amenazado.

Laura Garutti, bióloga de la Dirección de Policía Ambiental, explicó que una vez que se recuperan especímenes silvestres del cautiverio se realiza un procedimiento de rehabilitación que consiste en varios pasos.

En primer lugar, dependiendo del animal que se trate, se elige un centro de rehabilitación. En Córdoba, hay tres establecimientos de este tipo: El Centro de rehabilitación Tatú Carreta, el Zoológico de Córdoba y el Parque Ecológico en Río Cuarto.
En segundo lugar, se procede a la atención sanitaria del animal, desparasitándolo y lograr así un estado de salud óptimo del espécimen.
Luego, se procede a la rehabilitación del animal en sí, que refiere primordialmente a recuperar las conductas que sean propias de la vida silvestre, es decir, que le sirvan para cuidarse de los predadores, proveerse alimento, agua, refugio, etc.

Este paso resulta de vital importancia, ya que son conductas que el animal en cautiverio pierde, por su acostumbramiento al trato con el humano o por perder capacidades musculares que le permitan, por ejemplo, volar durante largo tiempo en busca de alimento.

Fuente: InfoCampo

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