LA PLATA.- El resultado electoral de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en la provincia de Buenos Aires en torno al 34 por ciento es una advertencia seria para los próximos dos años de gobierno de Axel Kicillof.La fuga de diez y ocho por ciento de los votos en menos de dos años desde que Kicillof llegó al poder -con 52 por ciento- lo obliga a tomar nota: en caso de repetir el resultado de las PASO, en noviembre quedará enterrado el sueño de Kicillof de dominar la Legislatura.Si la foto del escrutinio se repite, Kicillof gobernará más debilitado en el Senado: deberá olvidar su aspiración de arrebatar la primera minoría a la oposición. Peor aún: podría perder, incluso, la cómoda posición de primera minoría que hoy tiene en la Cámara de Diputados.Al cierre de esta edición, parecía demasiado lejos llegar en noviembre a cosechar al 40 por ciento que necesita para tomar dominio de la Legislatura.Muy lejos, incluso, del 38 por ciento de la elección en la que Cristina Fernández de Kircher perdió contra Esteban Bullrich. Esa cifra es la que esperaba como piso el gobernador.La fuga de votos fue mayor. La elección de Victoria Tolosa Paz sólo se compara con la elección de Martín Insaurralde en 2013, cuando el Frente de Todos enfrentó por fuera del peronismo a Sergio Massa.El peronismo unido logró ayer apenas superar por solo dos puntos aquel 32 por ciento que cosechó cuando fue a una elección fracturado.En caso de repetirse este resultado en dos meses, Kicillof quedaría condicionado aún para los últimos dos años de su gobierno. Obligado a negociar créditos, impuestos y designaciones de jueces con la oposición.En esas elecciones, se renuevan las bancas que fueron elegidas en las legislativas del 2017, donde el oficialismo sacó el 38%.Es decir, por debajo de ese piso, el Frente de Todos quedará más debilitado en el Senado donde aspiraba a lograr a la oposición la primera minoría.La mala elección general en torno al 34 por ciento apenas mejoró en la primera sección electoral, con pocas centésimas por encima del 35 por ciento. Necesitaba desequilibrar por mucho más margen en esa sección, que otros años fue núcleo duro del peronismo, para aspirar a dar vuelta el Senado.En la cuarta sección el resultado fue más magro a lo esperado: 33 por ciento contra 49 de Juntos.En la quinta sección la diferencia fue aún mayor: el peronismo cosechó apenas 29.9 contra el 50 perdió por una diferencia de 20 puntos.El kircherismo tuvo una paliza notable por ejemplo en la séptima sección electoral, por una diferencia de más de veinte puntos a favor de la oposición. Allí el Frente de Todos sumó el 30 por ciento contra el 51 que sumaron las dos fracciones de Juntos.En la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos el Frente para la Victoria quedaría a poco de perder la primera minoría.Desde mañana, Kicillof saldrá a apuntalar a Tolosa Paz. El gobernador no se queja en público. Sólo en privado se le escuchan frases que dan cuenta de esta situación.“Victoria aún tiene mucho para crecer”, afirman en la Gobernación.En La Plata comparan su figura con la de Martín Insaurralde que lideró la lista en 2013. Y que no tuvo buen resultado dado que no era una figura con alto nivel de popularidad fuera del círculo rojo.En las elecciones de medio término de 2013 el oficialismo obtuvo el 32 por ciento. Fue una derrota estentórea para la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.Desde el lunes Kicillof saldrá a caminar otra vez la provincia.
Fuente: La Nación