1 | Cuánto sumó o perdió el FDTHoy comienza a escribirse la historia política de la Argentina de los próximos dos años. Las elecciones pondrán a prueba si la unidad peronista que instrumentó Cristina Kirchner para regresar al poder mantiene su vigencia tras 22 meses de gobierno de Alberto Fernández. En las primarias de 2019, aquella fórmula conquistó el 47% de los votos y superó por 15 puntos a Mauricio Macri. Cuando cerca de la medianoche aparezcan los resultados, los votantes dirán cuánto perdió, conservó o sumó Alberto Fernández de aquel caudal electoral que lo convirtió en presidente. Y su efecto inmediato cruzará como un impulso eléctrico la columna vertebral del peronismo y la oposición, pondrá en crisis liderazgos, ratificará otros, y marcará los límites del Gobierno de los próximos dos años.2 | El CongresoLos resultados definirán, sobre todo, el poder del kirchnerismo en el Congreso. En la Cámara de Diputados, entre legisladores propios y aliados, menos de una decena de votos separan al oficialismo del quorum propio, es decir, de la posibilidad de aprobar leyes sin tener que negociar con la oposición. Un buen desempeño electoral puede otorgarle la llave mágica para destrabar los proyectos que se frenaron en la Cámara baja, en especial dos iniciativas que impactan sobre la Justicia: una que permite de desplazar al jefe de los fiscales y otra que abre la posibilidad de nombrar a nuevos jueces para diluir el poder de Comodoro Py. Una derrota inesperada en las provincias, por el contrario, puede poner en riesgo el quorum propio que disfruta Cristina Kirchner en el Senado. De ahí que la vicepresidenta tendrá hoy un ojo puesto en la provincia de Buenos Aires, su fortaleza electoral, pero otro en el interior, donde se define su margen de maniobra en la Cámara que domina.3 | El GobiernoAlberto Fernández avisó que si el Frente de Todos triunfa en las elecciones, lo interpretará como una ratificación de su gobierno y le permitirá acallar las voces internas, lideradas por Cristina Kirchner, que reclaman desde hace meses un golpe de timón y un profundo recambio de gabinete. Para otros líderes de la coalición gobernante, no hay resultado que frene un cambio en la gestión. Un ministro kirchnerista llegó a comentar en privado que si el Presidente no entendía el mensaje, tal vez era mejor una derrota para que se despejaran sus dudas. Con semejante nivel de deliberación interna llega el oficialismo a la votación.4 | La provincia de Buenos AiresNéstor Kirchner entendió tempranamente que debía controlar la provincia de Buenos Aires para erigirse como líder indiscutido del peronismo. Recién cercenó el debate interno a su liderazgo con la victoria de Cristina Kirchner sobre Hilda “Chiche” Duhalde, en 2005. A partir de entonces nadie discutió su jefatura. Axel Kicillof devolvió la tierra bonaerense a manos del kirchnerismo en 2019, con una victoria de 52% de los votos sobre el 38% de María Eugenia Vidal. Dos años antes, Cristina Kirchner había sido derrotada por Esteban Bullrich por una ventaja de 41% sobre 37%. El tercero había sido Sergio Massa, con 11%. Fue entonces cuando la vicepresidenta entendió que si reconstruía la unidad, podía volver al poder. Lo logró, gracias a sumar los votos de Massa y, también, a la debacle financiera del gobierno de Mauricio Macri. El peronismo bonaerense se mantuvo unido desde entonces y hoy comprobará cuántos votos conserva desde la victoria que transformó a Kicillof en gobernador.Axel Kicillof5 | El otro liderazgoComo nunca antes, Horacio Rodríguez Larreta amarró su futuro político a la suerte de una elección como lo hizo ahora. El desempeño de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires y de María Eugenia Vidal en la Capital Federal marcarán el éxito o fracaso de su jugada. Y definirán el nivel de fortaleza o debilidad que enfrentará su plan para convertirse en el candidato a presidente de Juntos por el Cambio en 2023. Su tarea para el día siguiente será saldar heridas internas y acordar un formato para amalgamar la conducción con Mauricio Macri en Pro y con la UCR en Juntos por el Cambio, con la seguridad de que cualquier fragmentación puede ser concluyente en el futuro de la principal coalición opositora.Arenga de Horacio Rodríguez Larreta en el cierre de campaña de Juntos por el Cambio6 | La UCRDesde la crisis de 2001, la UCR ensaya fórmulas para su reconstrucción. Tocó fondo con Leopoldo Moreau de candidato a presidente en 2003, cuando logró sólo el 2,4% de los votos. Y desde entonces acompañó candidaturas ajenas, como a Roberto Lavagna en 2007 y a Macri en 2015. El final traumático del gobierno de Cambiemos y los triunfos provinciales de sus gobernadores, como Gerardo Morales en Jujuy y Gustavo Valdés en Corrientes alimentaron las ansias de resurrección, que en gran medida aparecen atadas a la suerte que corra Facundo Manes en la provincia de Buenos Aires en su contienda interna con Santilli. Después de una campaña que avivó la confrontación con Rodríguez Larreta y con los resultados sobre la mesa, la UCR enfrentará a partir de mañana el desafío de definir su lugar dentro de Juntos con el Cambio sin que la puja por liderar se convierta en ruptura.El Gobernador de Jujuy, Gerardo Morales (Santiago Filipuzzi/)7 | El laberinto de Santa FeCristina Kirchner demostró en Santa Fe lo impiadoso que puede resultar su pragmatismo. Le bajó el pulgar a Agustin Rossi como candidato, aunque el diputado le había votado en la Cámara baja “hasta el café con leche” para usar las expresiones de la vicepresidenta. Para ello se alió con el gobernador Omar Perotti, quien se identifica con los sectores del peronismo menos afines al kirchnerismo. La sorpresa fue que Rossi mantuvo su candidatura con obstinación, primero avalado y luego abandonado por Alberto Fernández, y agrietó las preferencias del peronismo. El riesgo mayor para la vicepresidenta es que la división sea en desmedro de la cantidad de senadores que logre en las elecciones. Macri, a la vez, respaldó a Federico Angelini frente al desafío interno en Pro que significa la candidatura de la periodista Carolina Losada. La apuesta radical es José Corral, mientras que el cuarto en disputa es el exministro de Seguridad Maximiliano Pullaro. Los socialistas tienen una pulseada aparte entre el exsenador Rubén Giustinani y Clara García, la viuda del exgobernador Miguel Lifschitz.8 | Los enredos en CórdobaA la vez, el paisaje serrano enmarcó la interna más crítica de Juntos por el Cambio, donde competirán cuatro listas. Mauricio Macri apoyó a Mario Negri, mientras Rodrigo de Loredo, quien acompaña a Luis Juez, se promocionó en fotos con Rodríguez Larreta. Así, el resultado tendrá también lecturas nacionales en el futuro de Juntos por el Cambio. Lo mismo ocurrirá en el peronismo, donde el gobernador Juan Schiaretti subrayó sus diferencias con el kirchnerismo, en especial después del Olivosgate. El desempeño de Carlos Caserio, que contó con el respaldo de Cristina Kirchner y Alberto Fernández, mostrará hasta qué punto el kirchnerismo logra incursionar en Córdoba, la provincia más adversa para la vicepresidenta.Negri, junto a Luis Juez y Baldassi (Gentileza UCR/)9 | Los que buscan dar la sorpresaLa apatía política y el duelo trastocaron las mediciones. Los encuestadores se mostraron recelosos de anticipar resultados con temor inédito. La singularidad de la elección anticipa sorpresas. Por fuera del intento polarizador del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, se abre el interrogante del rendimiento electoral que tendrán otras ofertas políticas, desde Javier Milei a Julio Bárbaro, desde la izquierda tradicional a José Luis Espert. Como en una balanza implacable, los votos que logren los nuevos fenómenos políticos explicarán también la pérdida de caudal electoral de las dos principales fuerzas. La fragmentación también dejará mañana ganadores y perdedores.Cierre de campaña de Javier Milei y La Libertad Avanza (Fabián Marelli/)10 | El contextoLa Argentina, finalmente, enfrentará por primera vez una elección nacional en un contexto de pandemia. El Gobierno se esforzó en el último mes por transmitir que la cuarentena quedó atrás, que lo mejor está por venir, y así intentó renovar expectativas imprescindibles para la seducción electoral. En las tres provincias donde hubo elecciones (Salta, Jujuy y Corrientes) el ausentismo creció entre un 7 y un 19%. Los analistas coinciden en señalar que las ausencias favorecen al oficialismo y perjudican a la oposición. Pero las elecciones llegan también en un contexto económico singular, con un aumento creciente de la presión del precio del dólar libre, que encuentra al Banco Central sentado sobre una montaña de Leliqs que proyecta una sombra cada vez mayor sobre el futuro financiero. Y con un récord de pobreza en torno al 49%, que afecta a cerca de 9 millones de personas. Pandemia y pobreza son, así, las dos claves de lectura de los resultados de mañana, más allá de los esfuerzos proselitistas

Fuente: La Nación

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