El presidente Eduardo Duhalde transmitió su preocupación a los equipos de campaña del Gobierno porque su candidato presidencial en el PJ, Néstor Kirchner, no mide en las encuestas como desearía y diseñó una estrategia para fortalecerlo en el interior, especialmente en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.”Las encuestas que tiene el Gobierno son de la Capital y del Gran Buenos Aires. En el interior Kirchner no está instalado; allí hay que alinear el aparato”, confiaron a LA NACION fuentes que trabajan en el armado político oficialista en las provincias.”El problema, básicamente, es Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos”, aseguró, además, un funcionario y operador político con despacho en la Casa Rosada.En esas provincias del centro del país se define la masa de sufragios decisiva para capturar el voto del interior.Incluso, el duhaldismo procura apuntalarlo en el conurbano bonaerense. La presencia de la primera dama, Hilda González de Duhalde, en un acto que Kirchner presidió en Florencio Varela fue todo un intento del peronismo bonaerense por fortalecer al gobernador santacruceño.En las encuestas oficiales todos los candidatos peronistas y Elisa Carrió comparten los primeros lugares en torno de los 12 y los 15 puntos.El primer lugar lo tiene, por ahora, Carlos Menem, y Kirchner, según los encuestadores, tiene un techo alto para crecer y forzar a una segunda vuelta electoral. En ese escenario el duhaldismo es optimista en captar el voto antimenemista.Estos análisis los hizo Duhalde con sus principales operadores políticos de campaña. Estaban el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, y su secretario privado Juan Carlos Mazzón, que coordinan el alineamiento de la maquinaria del PJ en el interior.Para revertir esta pobre tendencia en el interior en favor de Kirchner, Duhalde podría viajar pasado mañana a Córdoba y se comprometió a intentar que el gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, salga de su neutralidad. En el búnker de Kirchner daban como un hecho positivo que el Presidente hablara con el diputado santafecino Jorge Obeid, un hombre de confianza de Reutemann.Fellner, por su parte, mantuvo diálogos con el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, al igual que Kirchner. Sin embargo, por ahora hay frialdad e indefinición.Córdoba y Santa Fe son dos distritos en los que el PJ tiene bases muy cooptadas por el menemismo.La situación en Entre Ríos es un tanto más compleja. El senador Jorge Busti le quiso explicar a Duhalde que no puede tomar partido en el PJ entrerriano. “Yo quiero ser gobernador y en mis bases tengo gente que vota a Menem”, deslizó Busti.El diputado duhaldista José María Díaz Bancalari lo cruzó: “Vos jugás acá o estás del otro lado. No podés estar en la misa y en la procesión”.Busti aseguró entonces que sin dudas apoyaría a Kirchner desde Entre Ríos, pero sólo una vez que se convierta en gobernador.Duhalde, Fellner, Mazzón y el ministro del Interior, Jorge Matzkin, acordaron entonces constituir mesas provinciales en todos los distritos, encabezadas por los mayores referentes del PJ. Estas mesas tendrán el propósito inicial de disciplinar a los aparatos territoriales del interior aún reticentes.Y organizarán una intensa agenda de actos políticos para mostrar a Kirchner e instalar el mensaje “productivo” del “nuevo espacio renovador” del peronismo, al estilo de los que el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, organizó en la provincia de Buenos Aires.
Fuente: La Nación