Por Lucila SigalBUENOS AIRES, 10 sep (Reuters) – Los argentinos asistirán el
domingo a las urnas en unas primarias para las elecciones
legislativas de noviembre marcadas por la apatía, preocupaciones
sobre la situación económica y malestar por escándalos políticos
vinculados a beneficios obtenidos durante la pandemia del
coronavirus.El Gobierno buscará ampliar su mayoría en el Congreso,
aunque las encuestas no lo favorecen, en unos comicios de medio
término vistos como un plebiscito al presidente de
centroizquierda Alberto Fernández, cuyo período de gestión
transcurrió casi completamente en pandemia.”Podría entrar al cuarto oscuro y hacer un ‘ta te tí’ (juego
de azar), porque creo que ya es indistinto”, dijo en Buenos
Aires Gonzalo Barmasch, un estudiante de 22 años.”En estas elecciones estoy desinteresado (…) Los años
anteriores creo que el voto siempre se marcó por parar al
kirchnerismo (por el peronismo oficialista) y así voté, pero
este año hasta perdí el interés en la oposición, ya que no veo
grandes cambios”, añadió.Analistas políticos citan además el malestar de la población
por la violación por parte de Fernández de la estricta
cuarentena que él mismo impuso, cuando en 2020 celebró en la
residencia presidencial el cumpleaños de su pareja, sumado a
otro escándalo por la prioridad dada a funcionarios en la
vacunación contra el COVID-19.”Venimos de un año muy complicado con la pandemia y con un
Gobierno muy debilitado, con seis de cada 10 personas que no
tienen confianza en cómo el Gobierno está gestionando la
pandemia y siete de cada 10 que no tienen confianza en cómo el
Gobierno está gestionando la economía”, dijo a Reuters Mariel
Fornoni, directora de la consultora Management and Fit.Muchos argentinos consideran que los políticos están
alejados de sus preocupaciones más cotidianas, vinculadas a la
crisis económica que atraviesa la tercera economía de América
Latina, con altos niveles de inflación, pobreza y desempleo,
agravada por la pandemia de coronavirus.”Hay muchísima apatía, enojo (…) Hoy casi el 60% de la
principal mención tiene que ver con temas de economía,
fundamentalmente la inflación y el desempleo”, dijo Fornoni.Según analistas, la oposición basó su campaña en ataques
directos al Gobierno y el oficialismo intentó centrarse en los
logros alcanzados en el manejo de la pandemia, en momentos en
que los casos y muertes por coronavirus están cayendo gracias a
una aceleración de la campaña de vacunación.Las elecciones del domingo, que en Argentina son
obligatorias, serán las primeras a nivel nacional en medio de la
pandemia del coronavirus y el Gobierno dispuso cambios que
incluyeron aumentar en un 30% los lugares de votación para
evitar las aglomeraciones, además de protocolos sanitarios.El interrogante es cuál será el nivel de participación, que
Fornoni estima que caerá cerca del 15% con respecto a elecciones
previas, de acuerdo con encuestas recientes y lo ocurrido en
comicios provinciales y municipales celebrados en pandemia.”No encuentro razones que me lleven a inclinarme por alguna
de las listas, ninguna campaña me convence como para poder
elegir una lista, solo algunas me ayudan a descartar”, señaló
Ramiro Gomez, un estudiante de 21 años.A Yiya Carrillo, una profesora de literatura jubilada de 89
años que ya recibió la vacuna de COVID-19, el virus no le
resulta un impedimento y prevé ir a votar el domingo.”Por supuesto que voy a ir a votar”, dijo Carrillo. “Lo que
más me preocupa en este momento es la actitud de la oposición
tan feroz, tan poco positiva y con tan pocos aportes”, agregó y
aclaró que no es seguidora de ningún partido político.
(Reporte de Lucila Sigal, con reporte adicional de Agustín
Geist
Editado por Nicolás Misculin)

Fuente: La Nación

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