El preludio al desenlace de una de las series más populares de Netflix se está haciendo sentir. La casa de papel estrena este viernes 3 la primera parte de su temporada final, y la plataforma de streaming decidió hacer “un homenaje a los caídos” de esta historia. Recordemos que la producción española de Álex Pina despidió a varios personajes muy queridos por la audiencia a lo largo de sus cinco temporadas, a quienes ahora se los podrá ver en un monumento. ¡ATENCIÓN: ESTA NOTA TIENE SPOILERS!Netflix: los estrenos de series en septiembre de 2021Ubicado en pleno centro de Palermo, entre Avenida Santa Fe y Avenida Bullrich, se encuentra el tributo a cuatro integrantes de la banda que no sobrevivieron a los ya emblemáticos robos a la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre y al Banco de España. Tras su paso por Buenos Aires, donde permanecerá unos días, el monumento (que también tiene banderas con la imagen de la máscara que une al grupo), visitará las ciudades de Rosario y Córdoba para que los fans “puedan rendirle el correspondiente homenaje a los caídos en batalla”, según indicó la plataforma.*Los personajes que se fueron para no volverLos fans le sacan fotos al monumentoOsloSe trata nada menos que del primer integrante del equipo en perder la vida. Radko Dragic, más conocido como Oslo, murió a manos de su primo, Helsinki. Luego de que los rehenes intentaran fugarse en la primera temporada, Oslo fue herido en su cabeza, lo cual lo dejó inconsciente, situación que condujo a su primo a quitarle la vida para prevenir su sufrimiento. Fue interpretado por el actor Roberto García.Roberto García personificado como Oslo, de La Casa de Papel. (web/)MoscúEn el caso de Moscú, también conocido como Agustín Ramos y padre de Denver, su misión era la de realizar el túnel para que el grupo pudiera salir de la fábrica con los billetes impresos asegurados. Sin embargo, un disparo inesperado que llega luego de un enfrentamiento de Tokio con la policía le ocasiona la muerte al exminero que fue personificado por Paco Tous.BerlínNairobi, homenajeadaSi hubo un personaje que dejó su marca indeleble en la serie, éste fue Berlín, perfectamente interpretado por el carismático Pedro Alonso, ese ladrón de guante blanco que se erigía como la mano derecha del Profesor, y que en determinado momento comenzó a manejarse con sus propias reglas. Cuando la misión estaba por completarse, Berlín o Andrés de Fonollosa, quien padecía una enfermedad terminal, se sacrifica por la banda y permite así la salida del grupo del edificio.NairobiUno de los personajes más queridos de La casa de papel se despidió para tristeza del público en el sexto episodio de la cuarta temporada de la producción. Ágata Jiménez, más conocida como Nairobi, símbolo del feminismo y de la lucha del matriarcado, fue capturada por el jefe de seguridad del Banco de España, donde la banda estaba llevando a cabo el segundo robo. Un disparo en la cabeza tras una larga tortura marcó el fin del personaje en la serie, pero no así en la memoria del espectador.Homenaje a los caídos de La Casa de PapelPor lo tanto, quienes quieran retratar el monumento en tributo a Oslo, Moscú, Berlín y Nairobi podrán hacerlo en la ciudad de Buenos Aires por unos días hasta que éste se traslade a otros puntos del país.*El mameluco rojo, todo un emblemaÚrsula Corberó como Tokio (Netflix/)Más allá de las máscaras que dieron la vuelta al mundo, el mameluco también es parte de la cultura popular, vestimenta icónica de La casa de papel, toda una insignia. Recientemente, Pina se explayó sobre el deseo de dejar una marca en el espectador a través de imágenes indelebles, y de cómo el mameluco contribuyó a esa empresa. “Siempre buscamos íconos. Hay que distinguirse de alguna manera, hay que tener una identidad propia y un ADN”, explicó. Por su parte, el director Jesús Colmenar añadió que se optó por el rojo de inmediato. ”Decidimos uniformar a todos nuestros atracadores y a los rehenes así para que el mameluco rojo se convirtiera en el gran punto visual de la serie”, remarcó.David Ito, la directora de la ficción de Atresmedia, Sonia Martinez; la guionista Esther Martinez Lobato y el creador de la serie Alex Pina recibieron cuando recibieron el Emmy a mejor serie dramática por La casa de papelDurante las cinco temporadas de La casa de papel se utilizaron más de 600 mamelucos. “Es muy enriquecedor hacer el vestuario de la serie porque cada personaje no tiene nada que ver con el de al lado. Ha sido un reto muy bonito vestir a todos los personajes individualmente y luego en grupo, con ese ícono que es el mameluco rojo”, aseveró Carlos Díez, responsable del diseño de vestuario de la ambiciosa serie de atraco.*¿El final dejará una puerta abierta?La casa de papel se estrenó en Netflix en 2017 y al año siguiente obtuvo el Emmy internacional a mejor serie dramática, graficando así su éxito global. De hecho, la producción fue filmada en siete países: España, Tailandia, Dinamarca, Panamá, Portugal, Italia y Reino Unido. En cuanto a su conclusión, aparecerán nuevos personajes que sacudirán el avispero; entre ellos, Rafael (Patrick Criado), el hijo de Berlín; René (Miguel Ángel Silvestre), un amor del pasado de Tokio y Sagasta (José Manuel Seda), el comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército Español, el nuevo enemigo al que deberá enfrentarse el grupo.Álex Pina, el papá de la criaturaEn una reciente entrevista con LA NACION, Pina fue consultado sobre la posibilidad de que La casa de papel continúe. “Mira, esto es como cuando rompes con tu mujer. Se siente como un luto que tienes que vivir, un proceso de ajustarte emocionalmente. Ahora mismo me parece impensable que haya algo más que contar de algún personaje, o buscar elementos para un spin off. Pero igual no sé qué decirte porque también es cierto que no teníamos la parte 3, y terminamos haciendo la 3, la 4 y la 5 con dos atracos. Desde el punto de vista conceptual ya es una demencia bastante grande. Creo que nuestra cabeza no está preparada para pensar en un tercer atraco. Igual dentro de tres o cuatro años capaz que ocurre algo. Pero ahora mismo no hay nada pensado”, dijo el creador del fenómeno.

Fuente: La Nación

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