Por Sarah MarshLA HABANA, 28 ago (Reuters) – Cuba, que hasta el momento
había aplicado exclusivamente vacunas contra el COVID-19
desarrollada de forma local, comenzará también a usar la china
Sinopharm, en su intento por combatir uno de los peores brotes
de coronavirus en el mundo.Las autoridades de salud aplicarán a partir del domingo dos
dosis de Sinopharm combinadas con un refuerzo de la cubana
Soberana Plus en la provincia de Cienfuegos, informó Vicente
Vérez, director del Instituto Finlay de Vacunas, según
declaraciones recogidas por el medio estatal 5 de Septiembre.La eficacia de la combinación de vacunas está por encima del
90%, según el medio, que no entregó detalles la procedencia de
los datos o si el regulador de medicamentos de Cuba había
autorizado el uso de la vacuna china.La Organización Mundial de la Salud dio la aprobación de
emergencia a Sinopharm en mayo.A principios de mes, las autoridades sanitarias locales
habían dicho que para septiembre podrían producir suficientes
vacunas para el país. No explicaron las causas para administrar
una vacuna extranjera.”Parece obvio que la decisión de aplicar Sinopharm en
Cienfuegos está asociada a la limitada disponibilidad de vacunas
cubanas y a la urgencia que genera la explosión de casos”, dijo
el virólogo cubano Amilcar Pérez Riverol, radicado en Brasil.El Ministerio de Salud Pública había dicho en mayo que el
plan era que para agosto el 70% de la población estuviera
vacunada, pero a la fecha sólo un 30% estaría con todas las
dosis, según Pérez Riverol, que se ha convertido en un gurú del
análisis de datos cubano de COVID-19, en Facebook.Las cifras de casos del coronavirus en Cuba se cuentan entre
las más altas del mundo, lo que está abrumando su aclamado
sistema de salud gratuito, que se centra en gran medida en la
prevención y la atención primaria.El brote se produce en medio de una escasez de productos
básicos, incluidos medicamentos, lo que ha alimentado la ira
contra el Gobierno, lo que llevó el mes pasado a protestas sin
precedentes a nivel nacional.Las autoridades cubanas han elogiado las donaciones de
equipos médicos y alimentos provenientes de aliados como China,
aunque no estaba claro si las vacunas han sido donadas o
compradas.¿demasiado tarde?Críticos del gobierno instaron durante mucho tiempo a
adquirir vacunas extranjeras en lugar de depender simplemente de
las desarrolladas a nivel local, acusando a la cúpula e
anteponer el prestigio y la buena imagen a las preocupaciones
por la salud.Autoridades dijeron que preferían concentrar los escasos
recursos en el desarrollo y la producción de vacunas que en las
importaciones.El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el mes
pasado que su país estaba preparado para enviar vacunas a Cuba
si se le aseguraba que una organización internacional las
administraría.El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, replicó que si
Estados Unidos se preocupara por la situación humanitaria de la
isla levantaría las sanciones estadounidenses que acusan, entre
otras cosas, de ralentizar la producción de vacunas propias.Cuba ha desarrollado un sector biotecnológico inusualmente
grande para un país de su tamaño, en parte en una apuesta por la
soberanía debido al agobiante embargo comercial de Estados
Unidos desde hace décadas.Es el único país latinoamericano que ha completado el
desarrollo de dos vacunas COVID-19, Soberana 02 y Abdala, que
han despertado el interés de naciones de todo el mundo, desde
Jamaica y México hasta Vietnam y Argentina.Cuba ha dicho que las vacunas, con tres dosis, tienen una
eficacia de más del 90% aunque los datos no se han publicado aún
en revistas especializadas. Ha autorizado ambas para uso de
emergencia.(Reporte de Sarah Marsh. Traducido por Nelson Acosta.
)

Fuente: La Nación

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