“Después del accidente, mi familia y amigos me ayudaron muchísimo, pero creo que el empuje más grande me lo dio volver a probar algún deporte. Encontré en el remo una disciplina que me fascinó, me dio la posibilidad de salir de la silla de ruedas y volver a sentir el viento sobre mi cara”, describe Brenda Sardón, remera paralímpica de la categoría PR1 2000.Su carrera dentro del remo es corta, intensa, de mucho aprendizaje y logros. Conoció el deporte en 2018 y a principios del 2019 se planteó su primera meta: alcanzar los Juegos Paralímpicos de Tokio. Obstinada, resiliente y convencida, ajustó sus entrenamientos, se amparó en su círculo profesional y de confianza y comenzó a remar. View this post on Instagram A post shared by Brenda Sardón (@brensardon)En su primer Mundial en Linz Austria 2019 de remo, finalizó novena (las primeras siete clasificaban de manera directa a Tokio 2020) y un año después -con la cuarentena a causa de la pandemia del Covid-19 de por medio- y en su vuelta a la actividad, ganó el clasificatorio de Río de Janeiro y así sacó boleto paralímpico. Luego debió revalidar sus marcas, las cuales alcanzó sin mayores problemas.¿Cómo comenzaron sus andanzas en el mundo del para remo? En 2010, Sardón tuvo un accidente automovilístico junto con su familia, que le provocó una lesión medular, y desde entonces se traslada en una silla de ruedas. En aquel momento ella tenía 17 años, cursaba su último año de secundaria y sus pensamientos deambulaban entre el viaje de egresados, la carrera universitaria y las salidas con amigas. El accidente provocó un parate en su vida. Éste la arrastró y apagó. En varias entrevistas, ella relata que el primer año y medio fue su etapa más dura. La falta de motivación, la pérdida del interés y no encontrar una pasión, hicieron que pierda su esencia. View this post on Instagram A post shared by Brenda Sardón (@brensardon)Sardón siempre estuvo rodeada por el deporte. Desde los cuatro años sus padres le inculcaron la práctica de alguna actividad. Hizo gimnasia deportiva, deportes de equipo y las salidas a correr. En Bolívar, su ciudad natal, no le quedó disciplina por probar. Así moldeó su cabeza, su estilo de vida y sus rutinas. Pero tras lo ocurrido, todo eso pareció escurrirse. Hasta que la invitación de una amiga a un campo cambió su realidad. View this post on Instagram A post shared by Brenda Sardón (@brensardon)“Una amiga, para animarme, me invitó a pasar un día en el campo. Como había llovido, se había formado una laguna, y su novio había llevado unos kayaks de plástico. Él me levantó de la silla, me subió al bote y empecé a remar. Me fascinó. Volví a mi casa y les dije a mis papás que quería practicarlo. Al poco tiempo encontramos una selección de para canotaje en la ciudad y empecé a entrenar con ellos”, describió sobre ese primer encuentro con un deporte de agua, en una entrevista con TN.Todo sucedió de golpe, rápido y con resultados. En 2013 participó del Sudamericano en Chile, su estreno en las competencias internacionales que devinieron. Ese mismo año en el Mundial de Duisburg, Alemania finalizó sexta en la categoría K1 200m TA. Entre los años 2014 y 2017 participó de cuatro citas mundialistas, entre las que se destacan su cuarto puesto en la prueba Va’a Single 200m – VL2 en Milán 2015, y el sexto en la Va’a Single 200m – VL2, tanto en 2016 (Duisburg) y 2017 (Racice, República Checa). View this post on Instagram A post shared by Brenda Sardón (@brensardon)Ya por entonces, Sardón se había mudado a La Plata, donde estudió Licenciatura en Educación Física en la UNLP y se inscribió en el Club Regatas de La Plata. Fue en su club que, a fines de 2018, probó con el remo y se enamoró. Fue tal el disfrute, que dejó el canotaje y pasó al remo, y sus objetivos cambiaron. Así comenzó a formar parte de la selección de para remo, conoció a sus actuales entrenadores, Juan Esteban Rivarola y Esteban Briguglio, y se planteó Tokio como la meta a alcanzar.Existen tres categorías dentro del para remo, las cuales se dividen según la funcionalidad dentro del agua: clase 1, 2 y 3. La primera rema sólo con los brazos. La segunda (y donde ella participa) el remo es solo con los brazos y con la espalda alta. Por eso, utilizan una faja que los mantiene erguidos para realizar el movimiento de manera más eficiente y a su vez, bloquea las piernas, que también están atadas. La tercera, corresponde a los amputados. View this post on Instagram A post shared by Brenda Sardón (@brensardon)Hoy, desde Tokio, ella se permite soñar. Vive una realidad que pocos años atrás no podía imaginar. La contención de su familia, el apoyo de su novio y amigos. El grupo de trabajo con el que se rodeó. Su enfoque, su determinación y su hambre de gloria. Todo eso, todos ellos la motivaron, fueron su sostén y la impulsaron a ir por más. Sentir el viento golpear su cara, dejar -por un rato- la silla de ruedas de lado y deslizarse sobre el agua con su bote, la hacen sentir libre, feliz.“El debut lo imagino bien, estoy enfocada. Aprendí a ponerme objetivos diarios y a disfrutar de cada proceso, a no estar ansiosa y estar viviendo en el futuro. Por eso, llego a Tokio tranquila, disfrutando de todo. Estar acá es fruto de algo que busqué. No lo esperaba en el sentido de que antes de arrancar remo no me imaginaba estar en esta situación hoy, pero lo busqué, los buscamos con mi equipo y llegó. Ahora hay que dar lo máximo y disfrutar”, reflexiona desde la Villa Paralímpica.
Fuente: La Nación