Con fecha del sábado 21, el subsecretario de Planeamiento Energético, Javier Papa, presentó su renuncia “por motivos profesionales, entre otros”, como dice su carta, dirigida al ministro de Economía, Martín Guzmán, pero sin mencionar al secretario de Energía, Darío Martínez. De hecho, fuentes oficiales señalan que el titular de la cartera energética se enteró por los medios, cuando lo anticipó el portal Econojournal.Papa había sido nombrado por Guzmán para que trabajara en la segmentación de las tarifas de luz y gas, con la finalidad de reducir el gasto en subsidios. Se trata de un tema que divide aguas entre el ministro de Economía y los referentes del Instituto Patria, como son Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, y Federico Bernal, interventor en el Enargas.Dólar blue hoy: a cuánto cotiza el lunes 23 de agosto“No es nada raro que haya renunciado ‘por motivos profesionales’, es lo habitual en estas pampas. Lo va a reemplazar alguien también vinculado a Martín. Ya se comunicará oportunamente. Además, es probable que continúe asesorando al ministro”, dijeron fuentes del Palacio de Hacienda. Con relación a la segmentación de tarifas, agregaron que, ”como se dijo oportunamente, están trabajando y tratando de armar un esquema de verificación consistente”. Pero advirtieron: “Llevará tiempo, aún”.Guzmán tiene otros dos asesores en materia energética: Santiago López Osornio, quien colaboró en la redacción del proyecto de ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas, y Demian Tupac Panigo, representante del Ministerio de Economía en el directorio de YPF desde diciembre pasado; previamente era vicepresidente del Directorio de Fabricaciones Militares Sociedad del Estado (Fadea).Pero el encargado en diseñar el mecanismo para reducir los subsidios energéticos era Papa. Guzmán ya había criticado en mayo pasado el actual esquema. “Hoy tenemos un sistema de subsidios energéticos que es pro rico. En un país con un 57% de pobreza infantil estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y de gas a una parte de nuestra población que hoy no es prioritario que reciba ese subsidio”, dijo en una reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, delante del presidente Alberto Fernández, y luego de días de tensión por el intento de despido a Basualdo, el hombre fuerte de La Cámpora que domina la gestión en energía, junto con Bernal y las autoridades de YPF.Esa disputa además llegó tras el intento fallido de Guzmán de incrementar las tarifas de gas. El ministro quería que el precio de las boletas reflejara un mayor costo de la producción, por lo tanto había convocado a una audiencia pública, a través de la Secretaría de Energía, en la cual explicaban que era necesario aumentar las tarifas por lo menos un 30% para que no subieran los subsidios al sector. Pero, en esa ocasión, fue Bernal quien impuso su visión de incrementar el servicio tan solo un 6%.Para las tarifas de luz, la decisión fue actualizar el servicio solo un 9% en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde la Nación tiene jurisdicción. En el resto del país, las provincias son las responsables de regular la política de precios y los incrementos de las tarifas de electricidad llegaron a ser del 35%. Esto acentuó aún más la diferencia entre los valores que pagan en AMBA (donde llega el servicio de Edenor y Edesur) con el interior.Según datos oficiales, los gastos en subsidios energéticos hasta julio alcanzaron los $467.125 millones. Esto implica un aumento de 81% con relación al mismo período del año pasado o un 24% de incremento en términos reales (descontada la inflación), según cálculos de la consultora LCG. “Este gasto ya representa 1,6% del PBI, un nivel semejante al gasto registrado en todo 2019 y 60% del computado en 2020 (2,7% PBI). Con la extensión del congelamiento de tarifas es de esperar que este gasto siga cobrando impulso”, dice el informe de la consultora.Para este año, según las proyecciones de analistas especializados en energía, se desembolsaría en subsidios energéticos entre US$8000 millones y US$9000 millones (siempre que el dólar oficial esté controlado, porque si no sería mayor), lo cual significa un incremento interanual de más de 40% en dólares con relación a los US$6000 millones de 2020.
Fuente: La Nación