Un niño de seis años fue secuestrado hoy de la casa de sus padres en el barrio porteño de Mataderos por dos delincuentes que luego de pedir un rescate de 600 mil dólares lo liberaron ileso en la ciudad bonaerense de Campana, informaron fuentes policiales.El hecho se inició al mediodía, en una vivienda de la calle Montiel, en dicho barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde reside un hombre de la comunidad gitana que se dedica a la reparación de máquinas viales y a la compra venta de metales.Según las fuentes, este hombre, ex adicto a la cocaína, denunció que en circunstancias en que recibía a un amigo, dos hombres que dijeron ser policías ingresaron y los redujeron junto a su esposa, tras lo cual, se llevaron cautivo a su hijo de seis años, de nombre Ian.De acuerdo al denunciante, los captores escaparon con el menor a bordo de un Fiat Siena gris, el cual fue hallado abandonado poco después en la calle Melo y colectora General Paz.Poco después, la madre del niño capturado denunció haber recibido un llamado extorsivo en su celular en el que le exigieron un rescate de 600 mil dólares.Ante esta situación intervino el personal de Antisecuestros de la Policía Federal Argentina (PFA) y el fiscal federal Franco Picardo, que comenzaron con las diligencias de rigor en procura de rescatar al menor y contener a la familia del mismo.Finalmente, por la tarde, el niño fue hallado ileso y descalzo a la vera de la ruta 9, a la altura del kilómetro 78, de Campana, por un automovilista que pasaba por el lugar y llamó al 911.Al ser auxiliado por personal policial, el niño recordó que unas personas habían entrado a su casa y se lo habían llevado, añadieron los voceros.Una mujer que asistió al niño contó que lo había visto “pidiendo auxilio a la orilla de la banquina”, que estaba “temblando y en shock” y que decía que “lo habían robado de su casa”. La. mujer, que se identificó como Soledad, explicó que lo envolvió con su abrigo y lo subió al primer auto que vio, ya que “tenía mucho frío”. En esas circunstancias, relató, se acercó una agente policial, quien empezó a tomar nota de cada dato que el niño iba dando, ya que hasta ese momento no estaban al tanto del secuestro.”Él se presentó como un nene al que lo habían robado de su casa y empezó a contar cómo transcurrió todo este horror. Fue muy valiente, porque si bien estaba en estado de shock, preguntaba cómo estaban sus papás, porque la última imagen que tenía de ellos era que les habían encintado la boca y la nariz y su miedo era que sus papás estuviesen ahogados”, detalló Soledad.No se informó si finalmente fue pagado o no el rescate, lo que sí confirmaron a LA NACION fuentes de la Policía Federal es que la investigación continúa pues el objetivo es desarticular este tipo de bandas delictivas.Con información de Agencia Télam
Fuente: La Nación