Una de los pocos aspectos positivos que viene dejando el coronavirus es la capacidad que tienen los argentinos y las argentinas de poder salir a flote laboralmente en estos más de 17 meses que llevamos viviendo en modo pandemia. Algunos se reinventan 180 grados, otros arrancan un nuevo emprendimiento. En casi todos los casos se percibe la creatividad y el talento a la hora de poder resurgir en medio de la crisis. Reinventarse, reciclarse, recalcular, redescubrirse y volver a empezar. De eso se trata.Y en este camino anda Clarisa Korovsky (51) que desde muy chiquita sabía que quería ser actriz, una pasión que manifestaba viviendo situaciones y soñándolas en modo ficción, como a ella le gusta decir.“También recuerdo que me gustaba mucho hacer reír. Fantaseaba más bien con poder seguir sintiendo esa sensación gratificante de ponerle una sonrisa a otros y de reírme con eso yo también”, dice.Su sueño vs los mandatos familiaresCon el objetivo de meterse de lleno en el mundo de la actuación Clari se formó con uno de los grandes maestros de actores y actrices: Lorenzo Quinteros. Además, cuenta, se sumó a cada proyecto en el que podía participar para ir adquiriendo esa práctica que, en definitiva, es lo que la ayudó a forjar su propio estilo.Sin embargo, cuenta, en su familia, de origen judío, siempre existió el mandato de estudiar por lo que cuando finalizó el secundario comenzó la carrera de Traductora Pública ya que una de sus materias preferidas en el colegio había sido Inglés. En ese momento, Clari no se imaginó que unos 30 años después el mundo se encontraría atravesando una interminable pandemia y que esos conocimientos y las herramientas adquiridas en la facultad serían su rueda de auxilio en medio de una crisis económica, social y sanitaria.Clarisa en una de las presentaciones de Mi hijo solo camina un poco más lento (Gentileza Ale Carmona/)El under: el lugar de sus primeros pasosMás allá de que siendo joven realizó algunos trabajos de traducciones y hasta dio clases y cursos en empresas, su gran sueño era trabajar como actriz. Y como se trata de una profesión complicada a la hora de ganar terreno, comenzó por incursionar en el teatro under formando parte de muchas obras auto-gestionadas como Gesta y Suelta (sobre la subrogación de vientres), El Show de Aída y Haydeé (una comedia teatral por capítulos) y A mamá (una investigación sobre la tragedia), algunos de los proyectos que guarda en su corazón.Sin embargo, recién hace unos 10 años tuvo la posibilidad de audicionar para un personaje en una tira y de esa manera comenzó a transitar la experiencia de actuar en televisión. En general, cuenta, siempre fueron bolos. Apache, Acusada, Malparida y Pequeña Victoria fueron algunas de las ficciones en las que dijo presente.De esa época guarda varias anécdotas. En especial, una que vivió con su colega Gonzalo Heredia. “Hace un tiempo me llamaron para hacer de enfermera en una tira diaria. La escena era simple, pero yo estaba un poco nerviosa. Recuerdo muy bien que él se acercó y me ayudó con algunas indicaciones tranquilizadoras. No es común ese gesto en el medio televisivo y me encargué de recordárselo y agradecérselo muchos años después cuando vino a verme al teatro”.Una de las clases por zoom de su nuevo emprendimiento: “English para salir a la cancha”Un éxito impensadoEn la vida actoral de Clari hay un antes y un después que se enmarca dentro de su participación en la obra Mi hijo solo camina un poco más lento, dirigida por Guillermo Cacace y escrita por Ivor Martinic, un dramaturgo croata.“Nosotros ya estábamos trabajando como grupo de investigación y con la incorporación de algunos actores y actrices para completar el elenco nos embarcamos en la aventura de montarla en el poco tiempo con el que disponíamos. Estrenamos en noviembre de 2014 con dos funciones. Al año siguiente empezamos la temporada todos los domingos por la mañana ya que ese era el único horario en el que los 11 actores, el director y los asistentes coincidíamos y en donde sucedía algo distinto: la luz de la mañana entraba por un gran ventanal en Apacheta, la sala que vio nacer el proyecto, y también pasaba algo con la energía de esa hora de fin de semana y en el barrio de Balvanera, que le daba un marco especial a la obra”, se emociona.Lo que comenzó siendo un proyecto terminó convirtiéndose en un éxito tal que muchos famosos y famosas fueron a verla y en 2015 ganó el premio ACE como mejor obra de teatro OFF y Clari fue nominada como mejor actriz.“Nos gusta decir que a todos los proyectos les dimos el mismo amor y entusiasmo, pero con este pasó este increíble diálogo con el público que aún perdura. Creo que todavía, y después de seis años, es muy difícil encontrar las palabras adecuadas para nombrar lo que significa esta obra en mi vida, no sólo actoral, y tal vez nunca llegue a dimensionarlo. Agradezco cada día formar parte de este grupo de gente. Ser parte de una experiencia tan poderosa y enriquecedora”.Volver a empezarEn el momento de mayor éxito y popularidad a Clari, como a todo el mundo, la agarró la pandemia. Unos meses antes estaba con propuestas laborales como actriz, pero la cuarentena lo cambió todo. Al principio, se bajoneó porque fue un freno a todo lo que venía cosechando arriba del escenario. Pero, tras hacer el duelo, comprendió que toda crisis esconde nuevas oportunidades, siempre y cuando uno esté dispuesto y abierto a repensarse desde otro lugar. Entonces, se propuso diseñar un interesante proyecto para dar clases de Inglés vía zoom.Uno de los posteos que Clari subió a su Instagram para promocionar sus clases“Como la gente estaba en sus casas se me ocurrió ofrecer cursos de Inglés que sean un poco más entretenidos y dinámicos que las clases tradicionales. Si bien la virtualidad tiene muchísimas contras, una cosa que tiene a favor es que mucha gente pudo estudiar, tomar cursos, aprender en tiempos que antes no tenía. Lo empecé a compartir con amigos y fue surgiendo el formato de clases con algunas temáticas en particular e incluyendo también la experiencia en la actuación”.En septiembre de 2020 nació “English para salir a la cancha”, que alude a la idea de algo más recreativo como lo es un deporte, pero sin perder el foco en la práctica del idioma. “Y a la vez que la gente sienta que ´salir a la cancha´ es poder darse cuenta que una vez que uno comienza a entrenar, se puede usar la herramienta en los distintos escenarios que se presenten: una reunión laboral, una charla con alguien que no habla español y sí inglés, relacionarse mejor cuando se escucha una serie o peli”, explica.¿De qué se trata la propuesta?Lo novedoso de “English para salir a la cancha” es que se trata de talleres mensuales de una hora y media semanal en grupos de hasta cuatro participantes, en donde se habla casi todo ese tiempo de algunas series conocidas como Friends, Breaking Bad, The Big Bang Theory y Mad Men, entre otras.“Las elegí yo porque me interesa que haya algún contenido interesante para discutir: la temática, los personajes, los conflictos, la pronunciación, ciertas expresiones, acentos. Este taller está en curso actualmente y es muy lindo poder establecer este contacto con la gente. Lo que siento es que todos muestran entusiasmo y alegría de ver cómo a través de un tema se puede hablar y poner la herramienta en funcionamiento. Está dividido por niveles, entonces no hace falta saber mucho para poder participar, sino tener gente del mismo nivel formando parte”, se entusiasma.”Me aferro a la idea que cada día falta menos y estoy convencida que la vuelta al teatro será pronto”, dije Clari, esperanzadaClari confiesa que pasó, como suele suceder en estos casos, por una etapa de dudas, incertidumbre y cierta inercia provocada por una situación tan extraordinaria, movilizante y preocupante como es la pandemia. Pero lejos de quedarse en el lugar de víctima, dice, tuvo la necesidad de ponerse en movimiento intentando conectar con lo que más le gusta que es ofrecer algo para los demás. “Viendo que fueron pocas las posibilidades de ensayar los proyectos de los que formo parte en teatro, la idea de las series me mantuvo cerca de un campo que me interesa explorar. Había charlado con gente cercana acerca de la posibilidad de mezclar mis dos pasiones. Y un día surgió esta idea”.A pesar de que le está yendo bien con su emprendimiento, no ve la hora de poder volver a pisar un teatro o un set de filmación. “Antes del Covid, esa rutina era parte importante de mi vida y me hace muchísima falta. Me aferro a la idea que cada día falta menos y estoy convencida que la vuelta será pronto”.
Fuente: La Nación