Con el avance del plan de vacunación y de cara a la tan ansiada “nueva normalidad”, muchas empresas empezaron a volver, de a poco, a la presencialidad. A más de un año del comienzo de la pandemia de coronavirus, el mundo ya no es el mismo y tampoco lo es el uso que se hace de los espacios. En este escenario, muchos edificios de oficinas empezaron a pensar en la necesidad de enfrentar remodelaciones para que el regreso de los trabajadores sea de forma segura y distinta.Con este foco es que se transformó el icónico edificio de 16 pisos del ex Banco Río, actual Santander, en el corazón del microcentro, ubicado en San Martín y Bartolomé Mitre. La semana pasada, terminó el desarrollo del proyecto en la construcción que la entidad bancaria vendió a Tayron Capital, que se asoció a un fondo internacional inversor en Real Estate, tomo experiencias de otros países para adaptar las funciones ofrecidas en el lugar con el objetivo de recibir a empresas en la nueva normalidad.“El proyecto se pensó en pandemia para lo que viene”, dijo en diálogo con LA NACION Domingo Speranza, CEO de Newmark. “Empezamos a mediados del año pasado y ya se está ofreciendo. ”, destacó. El banco permanecerá allí, donde estuvo siempre: alquilará una parte de la planta baja y tres subsuelos para su sucursal. En total, el edificio tiene 12.500 m² de superficie disponible sobre la que se estan negociando alquileres de oficinas con multinacionales. A su vez, se desarrollaron espacios flexibles para usuarios temporarios, salas de capacitación, salas de reuniones y espacios de encuentro para empresas con trabajadores remoto.Colegiales: qué se construirá en el terreno donde funcionaban los estudios de Pol-kaEl edificio ahora cuenta con un espacio para que se instale una cafetería en la planta bajaEn cuanto a los cambios, el CEO contó que el lobby se reformó íntegramente. El edificio cuenta con un espacio para que se instale una cafetería, que tendrá mesas sobre una vereda propia, a la que se podrá acceder desde el edificio y también desde afuera. Los pisos superiores tienen terrazas abiertas, roof top con cafetería y áreas de flex space.Los accesos a los pisos de oficinas en el Edificio del Banco Santander¿De qué se tratan esos espacios? Son salas de reuniones con todo el equipamiento necesario que no solo estarán disponibles para los inquilinos, sino también para que, aquellas empresas que no cuentan con esa infraestructura, puedan contratar el lugar por el lapso que deseen. “En la zona hay servicios financieros, bancos, compañías de seguros, empresas de servicios, importadores, cerealeras y más. Es un lugar al que llega gente de todos lados por la cercanía al transporte público y no todos los edificios están preparados para reuniones, cursos o capacitaciones”, remarcó Speranza en relación a los flex space.El equipamiento de cada piso lo decidirán los inquilinosLos pisos de oficinas también se transformaron : los espacios son abiertos, luminosos y cuentan con cocina, baños y área de cafetería. En total, hay lugar para 1600 personas. El edificio aún no está completamente equipado porque la idea es que las empresas que decidan trasladarse allí puedan elegir el diseño interior. Sin embargo, hay una regla ya establecida de cara a la nueva normalidad: el distanciamiento social y la ventilación de las áreas son dos condiciones que llegaron para quedarse.En total, el edificio tiene 12.500 m² de superficie rentableUna de las características destacables del edificio es que, además de contar con aire acondicionado, las ventanas de todos los pisos pueden abrirse con el objetivo de lograr una ventilación natural. Otro punto importante, que también evidencia la necesidad de crear lugares de trabajo que se adecúen a las condiciones actuales, es que cuenta con espacio para dejar las bicicletas para quienes quieran pedalear desde sus hogares hasta la oficina.Para Speranza, hay tres ejes centrales que le aportan un diferencial al proyecto: “Es un edificio más moderno y actualizado, pero ubicado en una zona clave como lo es el microcentro; tiene amenities en planta baja y también terrazas con una vista espectacular aptas para gastronomía y, por último, cuenta con la novedad de estas salas de reuniones que se pueden usar on demand o de forma permanente”.La vista desde la terraza del edificioEn cuanto a los precios, el CEO indicó que el m² tiene un valor “flexible y razonable”, pero remarcó que el costo final dependerá de cada contrato. Si bien por el momento hay espacio disponible, la idea es que, entre octubre y diciembre, el edificio tenga a todos sus inquilinos confirmados. En ese sentido, el especialista anticipó: “Este es un excelente momento para buscar un espacio porque hay vacancia y venimos de un largo tiempo en el que las empresas y los propietarios recibieron una mala renta. Sin dudas este es el momento para mudarse”.“Lo más importante de este proyecto es que se pone en valor un edificio icónico del microcentro”, resaltó Speranza. “Lo que necesita la zona es que vuelva la afluencia de gente y que empiece a haber mixtura de usos para que el lugar pase a tener una vida 24/7. Oficinas, viviendas, comercios y buena oferta gastronómica sería ideal?, concluyó.Conocé toda la información del mercado inmobiliario en LN Propiedades

Fuente: La Nación

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