Tras la difusión de siete encuentros que sobrepasaron el grupo conviviente en la Quinta de Olivos, entre el 20 de marzo y el 29 de noviembre del año pasado -cuando en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) regía una cuarentena estricta que impedía reuniones sociales en domicilios particulares y la circulación por la vía pública-, desde la Casa Rosada sostuvieron que esos ingresos al chalet presidencial se vincularon a cuestiones laborales. En ese mismo sentido se expresó hoy el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien aseguró: “Todas las entradas y el personal que ha ido a la Quinta es personal de trabajo”.Las reuniones sociales más llamativas en el chalet presidencial durante la cuarentenaEl líder de los ministros y mano derecha del mandatario Alberto Fernández acotó, al respecto, en diálogo con Radio 10: “Quienes han sido citados ha sido producto de problemáticas que el Presidente quería tomar de primera mano, y discutir con los sectores afectados y ver cómo se podían resolver las diferentes cuestiones. Siempre estuvo todo vinculado a las cuestiones laborales, todas las entradas que han estado marcando”.En desacuerdo con la forma en que se abordó la temática, principalmente en relación a las 79 visitas a Olivos de Sofía Pacchi -de 32 años, que de acuerdo a fuentes oficiales asistió a la primera dama Fabiola Yáñez durante la campaña y comenzó a trabajar en su protocolo el año pasado-, Cafiero manifestó: “Se habló de otra cosa durante la semana, de un modo totalmente denigrante hacia una compañera de trabajo, hacia la figura del Presidente y de la primera dama”. Explicó, además, que en la Quinta de Olivos “conviven dos situaciones”: la casa del Presidente y oficinas de trabajo. “Lo que plantearon es otra cosa, el planteo fue vinculado a otro tipo de cuestiones que nada tienen que ver con repetirlas porque es seguir discutiendo cosas que fueron muy denigrantes”, insistió Cafiero, que remarcó: “Empezaron con Sofía, que es una colaboradora de la primera dama, y la vincularon para cualquier lado. Se habló demasiado y quedó demostrado que hay una malicia muy marcada, y que cuando uno exhibe los datos cuesta mucho, porque la malicia, el morbo y la perversidad ganan muchos más tuits y likes en las redes sociales”. Noticia en desarrollo

Fuente: La Nación

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