Banfield y Boca se miden en el estadio Florencio Sola, en un partido de la fecha 2 del Torneo 2021. El encuentro es televisado por Fox Sports Premium. El conjunto xeneize, envuelto en la polémica que atraviesa el club de la Ribera en varios frentes, es el que habitualmente juega en el certamen de reserva, conducido por Sebastián Battaglia.Boca disputa este sábado un partido especial, después de las controversias que hubo entre su dirigencia, las autoridades de la Liga Profesional, la Conmebol y hasta el Gobierno Nacional. El contrapunto excede el marco de Román Riquelme, presente en el Sur -como casi nunca ocurre cuando Boca actúa como visitante- y Marcelo Tinelli, el presidente de la Liga. Sebastián Battaglia, un símbolo de Boca, es el DT de la reserva y esta noche se hizo cargo del equipo (LA NACION/Mauro Alfieri/)En ese contexto, los chicos ingresaron en el campo de juego, puro desparpajo y poco más de 24 horas después de ganarle al Taladro por 3 a 1 en el habitual encuentro de Reserva. Los chicos jugaron con alma y vida. Jóvenes que tienen entre 17 y 22 años, con todo el futuro por delante, pero que debieron actuar en estas circunstancias. Solamente Valentín Barco (17 años) e Ignacio Fernández (18) tuvieron minutos en la primera división en Boca, en tanto que Israel Escalante (22) lo hizo en Independiente Medellín, cuando estuvo a préstamo. Justamente, Escalante tomó el control durante los primeros minutos y sorprendió a todo Banfield, aturdido y confuso. El joven equipo xeneize jugaba mejor, suelto, decidido. Gabriel Vega, de 19 años, una de las caras nuevas de Boca (LA NACION/Mauro Alfieri/)Un combustible preferido tenía la formación de Boca: la motivación. Lejos de las polémicas, del VAR y de los desatinos dirigenciales -de unos y otros-, salieron a divertirse, con la convicción de que era el mejor camino. Jugaron con compromiso y, al mismo tiempo, con una enorme satisfacción. Tal vez, por eso, Banfield no le encontraba la vuelta, en su cancha, con jugadores profesionales y con mucho a favor. Le costaba, más allá de un cabezazo de Pons. Barco, en acción, siempre para adelante, de la defensa hacia el ataque (LA NACION/Mauro Alfieri/)Con Riquelme, Ibarra, Giunta y otros exjugadores xeneizes en el palco, Boca sufrió una salida rápida: por un desgarro (¿habrá tenido que ver que actuó el viernes a la mañana, en el encuentro de reserva?) se retiró entre lágrimas Ezequiel Almirón, de 19 años y fue reemplazado por Erik Bodencer, de 21, a los 30 minutos del primer capítulo.Al finalizar el primer capítulo, el grupo xeneize salió unido, dándose aliento, aplaudiendo. Esa imagen es opuesta a todo lo que se vivió en los últimos días en el Mundo Boca, con excesos de todo tipo, más allá de que fue perjudicado en la doble serie contra Atlético Mineiro, por los octavos de final de la Copa Libertadores. Los chicos sí estuvieron a la altura de las circunstancias.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: