Un balazo en el aparato psíquico. Así describe la psiquiatra Irene Intebi al impacto que tiene el abuso sexual en las niñas, niños y adolescentes (NNyA), por ser uno de los traumas ma?s intensos que puede atravesar una persona y una de las formas de violencia ma?s crueles que existen.“El abuso sexual se constituye siempre como un vi?nculo depredador que se apoya sobre uno previo de amor, confianza y dependencia, provocando que a las chicas y los chicos les cueste reconocerse como vi?ctimas. Por el impacto que tiene en la subjetividad y en la psiquis en desarrollo de las NNyA, consideramos que podri?a equipararse a la tortura”, señala Silvia Ongini, psiquiatra infantojuvenil del departamento de pediatría del Hospital de Clínicas y referente en la temática. En ese sentido, subraya que esa situacio?n trauma?tica sostenida en el tiempo y sin un tratamiento adecuado “va a ocasionar dan?os neurobiolo?gicos, subjetivos y vinculares que se van a expresar en todos los aspectos de su vida”.Ongini explica que las chicas y los chicos no esta?n maduros hasta la adolescencia –e, incluso, un poco ma?s– para poder desplegar una sexualidad que los exprese como sujetos y, por lo tanto, para que puedan consentirla. “Podemos ejemplificar esta falta de desarrollo neurobiolo?gico si pensamos que nadie pretendera? que un chico a los seis meses camine, que al an?o escriba y dibuje o que a los cinco maneje un auto. Sin embargo, en muchos adultos esta? la creencia de que como las NNyA tienen genitales, la sexualidad puede desarrollarse en cualquier momento. Esto encubre lo que es el abuso en si? mismo, que es someter a alguien a algo que no puede comprender y por tanto tampoco metabolizar. El ser precozmente introducido en eso es totalmente trauma?tico”, detalla la especialista.Abordar el impacto que tiene, a mediano y largo plazo, la violencia sexual en la vida de las chicas y los chicos es un tema complejo. “Debemos tener en cuenta que, mientras ma?s prolongado haya sido el tiempo en que se sostuvo el abuso, las consecuencias sera?n mayores”, advierte la psicóloga Dolores Steverlynck. En esa línea, Victoria Gándara, también psicóloga y coautora junto a Ongini y Steverlynck del libro recientemente publicado Romper el silencio. Por infancias y adolescencias libres de violencia sexual (Editorial DAO), señala que otros factores que van a incidir en el prono?stico de las NNyA que fueron vi?ctimas son:• Que se habilite el develamiento (es decir, que las chicas y los chicos puedan contar con adultos responsivos en quienes confiar).• Que exista una reaccio?n favorable y contenedora frente a ese develamiento.• Que la familia cuente con una fuerte red de contencio?n, apoyo y asesoramiento.• Que se disponga de una respuesta institucional adecuada.• Que se garantice el acceso a la Justicia, que siempre es reparador.“Romper el silencio impuesto por el agresor no es nada fácil para las niñas y los niños. El psiquiatra italiano Reynaldo Perrone habla de ‘hechizo’ y de una ‘colonizacio?n del espi?ritu’ para referirse al abuso sexual. El agresor va influenciando cada vez ma?s a su vi?ctima, hasta que esta va perdiendo su capacidad cri?tica sin poder entender que? es lo que esta? pasando”, sostiene Gándara. Razón por la que muchas niñas, niños y adolescentes recién pueden poner en palabras la violencia que sufrieron muchos años después, con todas las consecuencias que eso supone.Qué hacer si sospechás que tu hijo o hija es víctima de abuso sexualLa culpa, la vergu?enza, el miedo y todas esas emociones tienen una rai?z: el impacto neurobiolo?gico y subjetivo que produce el abuso sexual en aquellas personas que por distintos motivos no pudieron acceder a una reparacio?n y tratamiento oportunos. “Muchas veces escuchamos frases como: ‘las chicas y los chicos se olvidan de todo lo que les pasa antes de los 3 an?os’. Sin embargo, hoy la evidencia muestra que los an?os de mayor impacto son los primeros: todos los procesos neurobiolo?gicos se acoplan uno arriba del otro, como las estructuras en la construccio?n de un edificio”, dice Gándara, que junto a Ongini y Steverlynck cofundó el Centro de Asistencia y Prevención del Abuso Sexual en la Infancia y Adolescencia (Cepasi).¿Co?mo impacta, entonces, ese terremoto que es la violencia sexual en los cimientos del cuerpo y la mente? Ongini concluye: “Son muchos los trabajos que evidencian la forma en que los maltratos y el estre?s en la infancia van a incidir a lo largo de toda la trayectoria vital y afectar no solo a la salud mental, sino a una multiplicidad de aspectos de la persona: desde su sistema nervioso y cardiovascular, hasta el gastrointestinal, pasando por la sexualidad y el sistema inmune. Adema?s de lo que provocara?n en lo social, como los vi?nculos y las formas en que nos relacionamos con los dema?s y con nosotros mismos”. Por eso, estar atentos a las señales de alerta, actuar e intervenir a tiempo, son claves para cambiar el destino de estas infancias y adolescencias.Dónde denunciar un caso de abuso sexual contra un niño, niña o adolescenteMás informaciónCepasi. El libro Romper el silencio. Por infancias y adolescencias libres de violencia sexual (Editorial DAO), está disponible en Mercado Libre.

Fuente: La Nación

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