Empezó la campaña y en el oficialismo parece haber comenzado una etapa de deshielo en las frías relaciones entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Tras algunos meses de mantener sus postulaciones congeladas, la Comisión de Acuerdos del Senado tratará hoy los pliegos, remitidos por el Poder Ejecutivo, que nominan como embajadores a la exministra de Justicia Marcela Losardo (Unesco) y al expresidente de YPF Guillermo Nielsen (Arabia Saudita).Ambos funcionarios perdieron sus cargos como consecuencia de las críticas y presiones del kirchnerismo. En el caso de Losardo, le cuestionaron su desempeño en el gabinete nacional. La salida de Nielsen se debió a la necesidad del sector liderado por Cristina Kirchner de conducir la petrolera estatal.Memorias. Un “examigo” revela secretos de Cristóbal LópezLa primera señal del deshielo entre el presidente y la vicepresidenta se produjo hace dos semanas, cuando la presidenta de la Comisión de Acuerdos, la oficialista Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), convocó a la comisión para darle acuerdo como directora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a Cristina Caamaño, designada interventora del organismo por decreto del Poder Ejecutivo.Sin embargo, esa reunión debió suspenderse por “cuestiones de agenda”, según informaron voceros del Senado. Dos días después de la fallida reunión, se conoció la decisión de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría de llamar a indagatoria a Caamaño por no haber preservado de manera correcta la debida confidencialidad de un libro de actas de la AFI.Marcela Losardo, exministra de Justicia y amiga y socia del Presidente, fue propuesta para representar a la Argentina en la UnescoLa violación del secreto se habría producido luego de que la interventora del organismo de inteligencia remitiera copia de ese libro de actas al juzgado de Lomas de Zamora que investigaba una red de espionaje ilegal durante la administración macrista. Según la denuncia formulada por agentes del organismo, el hecho de que Caamaño no haya advertido que el documento solo podía ser consultado previa autorización -y dejando registro de quiénes tenían acceso- hizo que el libro fuera subido al sistema informático judicial, lo que permitió que más de 30 personas pudieran consultarlo y que, poco después, se filtrara a la prensa.La reunión de la Comisión de Acuerdos la preside Fernández Sagasti, una de las senadoras con más llegada a la vicepresidenta y al líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. La senadora por Mendoza ha mostrado ser una eficiente cancerbera a la hora de permitir o negar el avance de las designaciones impulsadas por la Casa Rosada que requieren del aval de la Cámara alta.De hecho, en sus comisión todavía permanecen sin tratamiento varios pliegos propuestos por Fernández. El más destacado es el del juez federal Daniel Rafecas, propuesto por el jefe del Estado como procurador general de la Nación. Además, siguen sin señales de tratamiento la designación de Miguel Pesce como presidente del BCRA y de la totalidad del directorio, que, está nombrado en comisión, es decir por decreto del Poder Ejecutivo, y no con el acuerdo del Senado que establece la ley orgánica de la entidad financiera. El pliego de Rafecas ingresó en marzo del año pasado y desde entonces permanece sin tratamiento y quedó definitivamente congelado luego de que Cristina Kirchner decidiera reformar la ley que rige los destinos del Ministerio Público Fiscal. Sin medias tintas, la bancada oficialista ya anunció que la propuesta del Gobierno no avanzará hasta que el Congreso no sancione la iniciativa, que que quedó empantanada en la Cámara de Diputados ya que el Frente de Todos no consigue los votos para convertirla en ley.Funcionarios que no funcionanLosardo renunció al Ministerio de Justicia el 18 de marzo último, coronando varios meses de presiones y críticas del kirchnerismo, que cuestionaba su poca enjundia para defender los proyectos judiciales impulsados por Cristina Kirchner.De hecho, la entonces funcionaria se convirtió en el paradigma de los “funcionarios que no funcionan”, frase que hizo famosa Cristina Kirchner en la carta crítica al Gobierno nacional que publicó en sus redes sociales en octubre del año pasado.La presión se hizo insostenible luego de que a la vicepresidenta se le agotara la paciencia ante la nula predisposición de Losardo por impulsar en la Cámara de Diputados la sanción de la reforma de la ley de Ministerio Público.La iniciativa, forjada por Cristina Kirchner con el objetivo de modificar las mayorías necesarias para designar al procurador general y para desplazar del interinato al frente del organismo al fiscal Eduardo Casal, había sido aprobada el 27 de noviembre por el Senado.Las presiones terminaron por eyectar a Losardo de su poltrona del Ministerio de Justicia y un mes después, el 20 de abril, tomó estado parlamentario el pliego que la nomina como embajadora ante la Unesco, un boleto dorado de Fernández para compensar a una funcionaria que siempre fue de su confianza.Por su parte, Nielsen está nominado como embajador en Arabia Saudita. En este caso, el economista debió ceder su sitial en la petrolera de un modo más prolijo, tanto que tuvo tiempo de anunciar su salida para volver a convertirse en representante diplomático por las redes sociales algunas horas antes de abandonar el cargo.Sin embargo, a nadie escapó que el elegido para reemplazar a Nielsen fue el entonces diputado nacional Pablo González, quien también fue senador y vicegobernador de Santa Cruz.La entronización de un auténtico halcón del kirchnerismo, como González, no hizo más que reforzar el control que del área energética han tomado Cristina Kirchner y La Cámpora y que tiene en el secretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, y en el interventor del Enargas, Federico Bernal, a sus principales exponentes.

Fuente: La Nación

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