Durante el fin de semana largo y en la antesala de la final de la Copa América, la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central (BCRA) sacaron una resolución y una comunicación, respectivamente, para restringir el acceso al dólar Contado con Liquidación (CCL), es decir, a la operación por la que se compra un activo en dólares con cotización aquí y en el exterior al sólo efecto de ser liquidado en una plaza foránea para poder sacar esas divisas del país.En el caso de la CNV, ésta dispuso un límite de 50.000 a la cantidad nominal de bonos de legislación local (AL30) y otro de 50.000 al número de bonos de legislación extranjera (GD30) que se pueden operar por cuenta por semana, aunque redujo de 3 a 2 días hábiles el denominado “parking” (lo que hay que esperar entre la compra y la venta de un bono).Gritos, angustia y una descompensación: el error de Franco Macri que acecha a la familia del expresidenteEn tanto, el BCRA complementó las restricciones con más controles para grupos económicos, de manera que las empresas no puedan acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) e ir al CCL con dos CUIT diferentes y no efectúen un canje entre títulos locales y bonos americanos para luego vender estos contra contado con liquidación en vez de hacer el CCL tradicional.Consultados por LA NACION, distintos analistas consideraron que las medidas apuntan a que el Gobierno llegue tranquilo a las elecciones legislativas, aunque remarcaron que son de corto plazo y podrían no ser efectivas.“El objetivo de las medidas es bajar un poco el contado con liqui y prepararse un poquito para el segundo semestre porque, si bien la macro viene bien y el primer semestre fue bueno, en el segundo hay menos dólares para comprar; más emisión, más gasto público y se vienen las elecciones. Quieren contener las presiones cambiarias con medidas precautorias porque, si bien el dólar CCL viene subiendo desde hace unos tres meses, se puede picar más hacia adelante”, analizó Fernando Marull, socio en Fernando Marull y Asociados.En el mismo sentido, opinó Diego Martínez Burzaco, head of Strategy en Inviu, quien dijo que, si bien la entidad que conduce Miguel Pesce se hizo de buenas reservas durante el período de cosecha gruesa del campo, se prevén presiones cambiarias en el segundo semestre.“Sin acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, con los mercados internacionales cerrados y con algún rebote de la economía, que pueda implicar una mayor demanda de dólares para importaciones, además de la demanda para atesoramiento, puede haber presiones cambiarias que no quieren que se den porque no solo generan expectativas devaluatorias, sino presiones inflacionarias adicionales”, puntualizó.Sin embargo, hay dudas sobre la efectividad de las disposiciones. “Este tipo de medidas son de muy corto plazo y tienen como horizonte las elecciones. Pueden llegar a relajar algunas tensiones de las últimas semanas, pero al costo de que suba el dólar informal, generar más incertidumbre y volver menos rentables las inversiones productivas en la Argentina. En un país ideal lo esperable sería que, en el mediano plazo, se tomaran medidas para que la gente no quiera dólares. En la Argentina me permito ser pesimista”, sostuvo Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina.Expectativa en el mercado“Pueden enfriar un poco al CCL, pero son un parche”, coincidió Marull. “Para relajar la demanda deberían dar señales con las tasas de interés y, si bien el Gobierno dice que el Tesoro paga un 40% de tasa, eso es un 3% mensual, cuando el contado con liquidación subió 20% en tres meses. Si dieras un poco más de señal de tasa por ahí controlás la presión sobre el CCL además de las señales que se deberían dar a nivel macro de consistencia y llegar a un acuerdo con el Fondo. Si uno lee estas medidas la previsión es que van a tener que seguir poniendo límites”, completó.En tanto, el analista financiero Christian Buteler anticipó mayores subas en el dólar para esta semana. “Estas medidas hacen que el dólar sea menos accesible y, en la economía, todo bien que es escaso y al que no se puede acceder, sube de precio. No veo que estas sean buenas iniciativas. El año pasado tuvimos la experiencia de muchos controles que llevaron al dólar a $190”, recordó.Sin embargo, dijo que esto no quiere decir que mañana el CCL “vaya a volar”, pero el mercado se reacomodará y está por verse hacia dónde se canalizará la demanda para dolarizarse.“Quizás será por acciones, a través de Certificados de Depósito Argentino (Cedears), o quizás, ante la imposibilidad de hacer CCL hacen [dólar] MEP (la sigla de mercado electrónico de pagos). Hay que ver cómo se reacomoda el mercado, lo que no significa que suceda mañana”, cerró.
Fuente: La Nación