Según el Ranking de Resiliencia al Covid-19, que elabora la agencia Bloomberg entre 53 economías del mundo, la Argentina es el país menos recomendado para transitar la pandemia. El estudio midió el éxito en la contención del virus con el mínimo posible de trastornos sociales y económicos, claves para el regreso a la normalización.Fueron considerados para elaborar ese ranking datos relacionados con la situación epidemiológica, la calidad de vida y el progreso de las reaperturas; indicadores claves como el porcentaje de personas vacunadas, la tasa de muertes y el promedio de casos, entre otros, además de dos nuevas métricas de seguimiento de viajes: la reapertura del turismo y la libertad de las personas vacunadas.En abril último, la Argentina cayó siete puestos posicionándose en el 51°, debido al aumento excesivo de la tasa de positividad (29%), que fue la más alta de todas las naciones, y tocó fondo en el período mayo/junio, cuando el país quedó en el puesto 53°, con el peor desempeño, antecedido por Filipinas, Malasia y la India.Los motivos para ubicar a nuestro país al final de la tabla son el aumento de las infecciones, las restricciones aún vigentes y los despliegues de vacunación vacilantes, según el informe. Los datos arrojan que nuestro país tiene el mayor promedio de casos positivos de coronavirus en un mes per cápita entre los analizados. En el primer puesto se ubicó Estados Unidos, cuna de un exitoso plan de vacunación. El segundo lugar fue para Nueva Zelanda, seguida por Suiza, Israel y Francia.Los países de la región de Asia y el Pacífico que venían desempeñándose bien en el ranking, como Singapur, Hong Kong y Australia, han cedido posiciones debido a que siguen vigentes estrictas restricciones fronterizas mientras que un enfoque de tolerancia cero para pequeños brotes de virus limita su capacidad de reapertura. En tanto, India, Filipinas y algunos países de América Latina ocupan puestos más bajos por nuevos brotes, vacunación lenta y aislamiento global.Con casos identificados en el país de la variante delta, diseminada desde la India, los expertos advierten que alcanzará circulación comunitaria. Al respecto, el infectólogo y asesor presidencial Eduardo López no solo advierte que es más contagiosa, sino que –según estudios preliminares– tiene la capacidad de evadir el sistema inmune por lo que será necesario contar con más cantidad de anticuerpos, y una sola dosis no será suficiente. Otra nueva mutación denominada epsilon, presente ya en 44 países, incluido el nuestro, despierta también preocupación.Pese a que actualmente existe mayor disponibilidad de vacunas contra el Covid-19, el ritmo del operativo de inmunización aún es muy irregular y la demora en aplicarlas puede dejar vulnerable al país frente a nuevas y peligrosas variantes. Cabe preguntarse entonces para qué sirve tener más vacunas si no se las utiliza con la velocidad que amerita la urgencia sanitaria.El cierre de actividades o la prolongación de las clases virtuales no constituyen una solución. Tampoco disponer medidas abruptas, inconducentes e inconstitucionales, tales como impedir el regreso de ciudadanos argentinos desde el exterior sin siquiera evaluar desde qué países o zonas podría tener algún sentido hacerlo desde el punto de vista sanitario.Las autoridades nacionales, provinciales y municipales tienen en sus manos las herramientas necesarias para ejercer estrictos controles sobre el acatamiento de protocolos de bioseguridad, y se encuentran habilitados también a aplicar las sanciones correspondientes por incumplimiento.De nada servirá el arribo de más vacunas si no se intensifica el ritmo de vacunación o si se relajan los cuidados. Más de 98.000 vidas se ha cobrado ya la pandemia. Estamos pagando un precio demasiado alto por la ideologizada inoperancia de muchos actores.

Fuente: La Nación

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