En un sábado diferente, en donde La Noche de Mirtha se emitió a las 19:30 debido a la final de la Copa América, que enfrenta a la Argentina y Brasil, Juana Viale homenajeó al país con un look de época y patriótico, que no dejó de lado su costado sexy.“Buenas tardes, ¿cómo están todos desde sus casas?”, preguntó la conductora ni bien ingresó al estudio. “Empezamos este programón a las siete y media de la tarde porque lo único que importa hoy es la Argentina, la Selección ¡Vamos!”, gritó con euforia.Gloria Carrá, sobre la difícil relación con su hija, Ángela Torres: “Un día le sacamos la puerta de su habitación”“Hoy estamos todos con la celeste y blanca puesta, no solo porque juega la Argentina, sino también porque fue el Día de la Independencia, el día de la patria, el día de la casa histórica de Tucumán, en donde firmamos el primer gobierno patrio”, dijo haciendo referencia al 9 de julio. Y expresó: “¡Muy feliz Día de la Independencia para todos los argentinos!”. View this post on Instagram A post shared by Mirtha Legrand (@mirthalegrand)A pesar de que la noche anticipaba un programa descontracturado, sin la famosa mesa repleta de invitados, Viale no descuidó el glamour y lució un imponente vestido. “Estoy medio de época, pero con la modernidad absoluta del señor Gino Bogani ¡Miren lo que es esto! Es un vestido de gasa de seda natural con un corset de encaje en composé”, describió.“Miren el detalle; vamos a mostrar algunos de los secretos, pero no todo”, dijo entonces mientras la cámara mostraba el encaje transparente que se podía apreciar por debajo de la falda. “Con un escote para que se me caiga el spaghetti”, culminó entre risas.Este sábado, debido al partido de la Argentina, la producción decidió modificar el esquema del programa y convocar solo a dos invitado, con los que la actriz disfrutó de una distendida previa del partido. Los elegidos para la velada fueron el humorista Nazareno Mottola y el exfutbolista Claudio “Turco” García, un especialista en la materia, quien disputó el campeonato continental en 1991 y 1993.
Fuente: La Nación