El encuentro virtual se produce a horas apenas de volver a un escenario. Es un momento lógicamente de euforia, celebración y angustia. Las emociones se cruzan permanentemente en la conversación que Cristian Drut, director de Tu amor será refugio, y Matilde Campilongo, actriz, tienen con la nacion a propósito del estreno en el Teatro San Martín. La emoción por la vuelta a un escenario se le nota ante cada palabra a Campilongo, fruto de la dicha de volver a ser sobre el escenario, al tiempo que la angustia del tiempo vivido también se impone junto con las pérdidas. “Son momentos difíciles. Por un lado te sentís feliz porque sabés que vas a estar nuevamente sobre un escenario, pero es imposible evadirse de esas pérdidas que durante todo este año hemos ido viviendo. Esos compañeros que ya no están fruto del Covid-19 y que nos han dejado tanto dolor”, dice la actriz sentada en el mismo living en el que durante tantas noches de cuarentena dio vida a la función por streaming de La tortuga, de Marcelo Allasino. El elenco lo componen Luciano Ricio, Yanina Gruden, Matilde Campilongo, Aldana Illán, Ignacio Henríquez y Alejo Sulleiro.Tu amor será refugio tiene una larga historia, tanta que antecede por lejos a la situación pandémica, aunque algunos de los tópicos por los que transita parecerían haber sido escritos ad hoc como esa imposibilidad de los personajes, que son familia, de tocarse.Tu amor será refugio, en el teatro San Martín (MARIA HORTON/)En 2019 se estrenó en el Centro Cultural Morán, un espacio independiente de la Ciudad de Buenos Aires. Luego, una vez abierta la convocatoria de proyectos para el Festival Internacional de Buenos Aires, y tras la cancelación de las funciones a causa de la cuarentena, decidieron que querían continuar con el proyecto y se inscribieron al FIBA. Fueron elegidos y en febrero realizaron funciones dentro de ese marco pero en otro espacio: los jardines del Museo Isaac Fernández Blanco. La obra vive así probablemente su primera gran transformación. Pensada y creada para una sala independiente, de pronto, se ve obligada a repensarse para adaptarse a un espacio abierto en el patio imponente de ese hermoso museo de la Ciudad de Buenos Aires. “Era todo un desafío –comenta el director, principal responsable de esa adaptación espacial–. Sabíamos que nos enfrentábamos a algo muy diferente pero que nos entusiasmaba enormemente. El marco del festival colaboraba para ello, pero fundamentalmente el sentir que estábamos volviendo, que podíamos volver a sostenernos ante el amparo de la ficción, que es en definitiva lo que yo quería, lo que toda la compañía quería hacer: contar una historia”.El marco protector del escenario había desaparecido para ofrecer otra escenografía, magnificente y extraordinaria: el verano porteño aparecía allí para dotar de sentido a algunos de los parlamentos de un modo muy diferente. “Sabíamos que en el Museo no íbamos a tener ninguno de los soportes que en el escenario sí teníamos y que ayudaban a construir la ficción –acota la actriz–. Pero también sabíamos que ganábamos mucho. Hay un momento del texto en el que hablo de las estrellas. En ese lugar no había que imaginarlas, ellas estaban allí, y no en un sentido de evocación. Solo tenía que hacer una pausa en el decir para dejar que los espectadores pudieran levantar la vista y ver aquello de lo que mi personaje hablaba”.Con humor, Drut agrega: “estrellas entre otros objetos, como las palmeras y los incontrolables gatos que asomaban en escena de manera anárquica pero que inevitablemente iban a hacer sentido en la lectura de los espectadores”.Y ahora el desafío que tienen es otro pero no carente de emociones: ofrecer nuevamente funciones, pero esta vez en una sala tan emblemática como la del Teatro San Martín. “Para nosotros es todo un símbolo volver, y volver ahora. Creo enormemente en la ficción e hicimos una obra que propone eso. En un contexto teatral de actuaciones que no actúan y de no ficciones en el escenario, el desafío pareciera ser el doble. Pero nos pone felices saber que invitamos al público a sumergirse en un mundo de ficción, tan necesario luego de haber pasado tantos meses angustiados ante lo irremediablemente real de la enfermedad y la muerte”, concluye el director. Una escena de Tu amor será refugio, de Cristian Drut (MARIA HORTON/)Tu amor será refugioDirigida por Cristian DrutSábados y domingos, a las 19.Sala Cunil Cabanellas, del Teatro San Martín.

Fuente: La Nación

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