SANTA FE.- En una ceremonia íntima, un reducido grupo de familiares y amigos despidió esta mañana los restos del senador nacional Carlos Reutemann, ídolo de la Fórmula 1 y referente del peronismo, quien falleció este miércoles después de dos meses de complicaciones derivadas de una afección hepática.Alrededor de 50 personas fueron autorizadas a ingresar al cementerio privado Lar de Paz, en Monte Vera, 15 kilómetros al norte de esta capital. En el acceso, un grupo de simpatizantes, portando banderas argentinas, aplaudieron el ingreso del coche fúnebre.Carlos Reutemann: el peronista que no quería ser presidente y la frase que marcó su carrera políticaPor disposición de la esposa de Reutemann, Verónica Ghio, y sus hijas Cora y Mariana, ni en la despedida en la sala velatoria ni en el cementerio se recibieron arreglos florales. La familia pidió que, en lugar de esas ofrendas, se destinara el dinero a instituciones de bien público.La familia de Carlos Reutemann lo despidió esta mañana en el cementerio privado Lar de Paz (Carolina Niklison/)Luego de una oración religiosa, a las 10.50, el féretro, envuelto en una bandera argentina, con flores que dejaron su esposa e hijas, fue depositado el espacio asignado y cubierto.Esta mañana, a pesar de la celosa guardia policial, numerosos dirigentes del peronismo se acercaron, desde las 7, a la sala donde desde ayer a la tarde fueron velados los restos del legislador nacional.Enrique Reutemann, hermano de “Lole”, resaltó su “honestidad” y su condición de “hombre práctico para vivir, para manejar y para gobernar”. Y afirmó: “En su carrera política aprendió mucho de los políticos, jamás habló mal de nadie y tuvo mucho respeto por todos”.Del entierro de Carlos Reutemann participaron unas 50 personas que habían sido previamente autorizadas por la familia del exgobernador (Carolina Niklison/)Dijo además que la política “lo motivó para vivir” y recordó cómo era su día a día cuando era gobernador. “Tenía que venir temprano a la Casa de Gobierno, dialogaba con toda la gente, con todos los pueblos. Llegaba a su despacho entre las 7.15 y las 7.30, y ya estaba informado de todo, era muy trabajador. Volvía a la tarde. Después se iba a su casa, vivía solo en ese momento, comía liviano, veía televisión y se acostaba a dormir. “Era un hombre que antes de las 10 de la noche estaba durmiendo”.Alberto Fernández abrió la cumbre del Mercosur con duras críticas a sus socios de bloqueEnrique Reutemann contó que desde que su hermano empezó a correr, la vida fue mucho sacrificada para él; que “todos los días hacía 10 kilómetros corriendo, se preparaba bien, estudiaba cada carrera, cada movimiento” y destacó su humildad: “Nunca hizo alarde de su fama. Era gobernador y andaba en su auto propio, cargaba nafta de su bolsillo”.Simpatizantes de Carlos Reutemann se reunieron en la puerta de la sala donde se velaron sus restos (Carolina Niklison/)Federico Reutemann, sobrino del exgobernador, lo recordó como “una persona generosa y un ser humano excepcional”. Reconoció que la inundación del Salado (que anegó todo el sector del oeste de la capital provincial y localidades vecinas) fue “una gran herida” que jamás pudo cerrar. “Nunca lo vi tan devastado como en 2003. Fue una catástrofe y le tocó en su gobierno”, sostuvo su sobrino y el exdiputado provincial.Agregó que los últimos dos meses “fueron muy duros para la familia” Reutemann, por las sucesivas intervenciones e internaciones entre Rosario y Santa Fe. “Es lamentable lo que sufrió por esa enfermedad. Pero luchó hasta el final”, concluyó Federico.El entierro de Carlos Reutemann (Carolina Niklison/)Juan Carlos Mercier, exministro de Hacienda durante las gestiones de Reutemann como gobernador, también se mostró muy emocionado y afirmó que es una lamentable pérdida para Santa Fe. “Fue un gran tipo, honesto, que luchó hasta el último instante. Tuvo sus grandes pasiones, la provincia, el campo y si alguna vez cometió un error, siempre fue involuntario. Fue un hombre que nunca pidió algo deshonesto”, agregó.Por la muerte de Reutemann, los gobiernos nacional y provincial decretaron 48 horas de duelo, período durante el cual las banderas nacional y de la provincia de Santa Fe permanecerán a media asta en todos los edificios públicos.La ceremonia de despedida de Carlos Reutemann en la casa velatoria de Santa Fe (Carolina Niklison/)

Fuente: La Nación

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