Después de varios años en baja, la industria del vino encontró un motivo para brindar en plena pandemia. El sector cerró 2020 con un fuerte crecimiento en las ventas y el efecto positivo se derramó para las empresas proveedoras de insumos, desde los fabricantes de tapones y corchos hasta los productores de envases innovadores como los bag in box o las imprentas que están detrás de las etiquetas.“El año pasado fue muy especial para la industria, ya que se registró un fuerte crecimiento en el consumo de vino, el más importante desde el 2016”, resume Andrés Belinsky, gerente general de Vinventions Sudamérica, una firma especializada en la producción de tapones, que ahora anunció una ampliación del 30% en la capacidad de producción de su planta ubicada en San Juan, con una inversión de US$1,5 millones.Vino argentino. El inesperado ganador de la pandemiaVinventions, fundada en 2015 por Marc Noël, es proveedora de soluciones de cierres para la industria vitivinícola. Actualmente emplea a más de 600 personas a nivel mundial, tiene siete centros de distribución en todo el mundo y sus productos están presentes en una de cada siete botellas de vino de todo el mundo. Esta firma ofrece tapones sintéticos, tapones que combinan partículas de corcho natural y un aglomerante de origen vegetal biodegradable; y tapas a roscas.La recuperación del mercado interno vitivinícola también se vio reflejada en las ventas de envases innovadores, que lentamente van ganando un lugar en el mercado doméstico, históricamente dominado por las botellas de vidrio. “En marzo de 2021 el bag in box tuvo un crecimiento del 124%, comparado con mismo mes del año anterior siendo. Y fue el envase que más creció para productos de exportación de este tipo”, asegura Diego De Pinto, gerente comercial de la división de bag inbox, en Smurfit Kappa.La planta de Smurfit Kappa está ubicada en Pilar, provincia de Buenos Aires, y provee soluciones de envasado flexible para productos líquidos y semilíquidos. Esta fábrica tiene 4500 m2, 130 empleados y una capacidad de producción de 20 millones de bolsas anuales.El consumo de vino en el mercado interno tuvo en pandemia el mayor crecimiento de los últimos añosLa compañía, además, cuenta con ocho plantas en todo el mundo y es uno de los principales proveedores europeos de soluciones bag in box, mientras que su válvula Vitop es uno de las más vendidas dentro de la industria del vino. “Nuestra planta argentina produce bolsas de 1 a 1200 litros para el mercado local y desde acá exportamos a toda Latinoamérica”, cuenta el ejecutivo de esta firma.Reconversión interna¿Cómo se tuvieron que reconvertir por culpa del Covid-19? El gerente comercial de la multinacional Smurfit Kappa explica que la filial local capitalizó los aprendizajes que habían realizado meses anteriores en su casa matriz, ubicada en Dublin, Irlanda.“Con una inversión de aproximadamente US$2 millones en tecnología, seguridad y adecuación a las nuevas normas de inocuidad, la pandemia nos encontró en una posición sólida, por eso continuamos operando con normalidad. En la Argentina pudimos lograr una producción continua, brindamos capacitación a nuestros empleados y hasta compartimos los protocolos con la municipalidad de Pilar y otras compañías que se encuentran dentro del parque industrial”, resume.El ejecutivo de Smurfit Kappa señala, además, que su e-commerce experimentó un crecimiento exponencial. “A pesar de que el cierre de la economía proyectaba una caída del 20% en nuestras ventas, supimos reconvertirnos exportando y desarrollando nuevos mercados, reduciendo el impacto de la caída de negocio sobre lo presupuestado”, agrega.Capacidad de adaptaciónLa firma Label Solutions surge como la continuidad de Palero Impresores; empresa fundada en 1939 por Carlos Palero Infante. Después de 82 años esta pyme sufrió gran cantidad de cambios y fue adaptándose a las diferentes realidades de cada tiempo.Crece el consumo de vino en el mundo y hay más oportunidades para pymes exportadoras“En la actualidad somos la industria gráfica más antigua de la provincia de Mendoza y, paradójicamente, la más moderna”, sostiene Jorge Palero, director de Label Solutions y nieto del fundador.Esta firma produce etiquetas húmedas para encolado posterior, etiquetas autoadhesivas para envases y cápsulas para botellas. “Previo a la pandemia y sin saber lo que se venía, nuestra empresa creció en la impresión digital, tanto de etiquetas como cápsulas para vinos de alta calidad y vinos de exportación”, explican en la imprenta mendocina.Más allá del buen timing, Palero reconoce que la pandemia golpeó duramente en su negocio y fue necesario un proceso de adaptación de tota la industria. “Como nuestra actividad es esencial el consumo creció durante 2020, por eso fue necesario tener personal capacidad, la materia prima y las maquinarias adecuadas para atender a esta demanda. El mayor inconveniente fue el capital humano ya que aproximadamente el 20%del personal estuvo de licencia”, asegura Palero.El ejecutivo destaca que se quedaron con dos fortalezas: la capacitación permanente y la formación de personal técnico propio para reparar sus máquinas. “El contexto no permitió que pudieran venir especialistas, como antes. Entonces capacitamos a nuestro personal, quienes a través de asistencia remota aprendieron, interpretaron y repararon nuestros equipos”, detalla.Desafíos y perspectivasDespués de los buenos resultados en 2020, en el sector coinciden que el escenario presenta nuevos desafíos. “En el mercado local hay cierta incertidumbre sobre el comportamiento de la demanda de vino. El alto índice de desempleo, el precio de la uva y ciertos problemas de disponibilidad de insumos y de materia prima ya están afectando al sector en todo el mundo”, reconoce Belinsky.Sobre el panorama del sector en la Argentina, el gerente general de Vinventions Sudamérica señala que algunos factores locales complican aún más el horizonte para las bodegas y sus firmas proveedoras de insumos. “Este es un año electoral, al que se suman: la duda sobre cuándo se completará la vacunación y los temas económicos que preocupan, como el cambio del dólar, la inflación y la balanza comercial y la fiscal. Por eso la planificación en el corto-mediano plazo es muy complicada. Nosotros intentamos apostar al largo plazo, honrando los compromisos que tenemos con nuestros empleados, clientes, proveedores y con el Estado”, destaca.Palero tampoco es demasiado optimista cuando mira el futuro inmediato. “Al perder valor real de los salarios el mercado interno tiene menos capacidad de compra. Mientras que el mercado externo, que puede ser una gran solución para mantener los consumos, se encuentra frenado esperando un tipo de cambio más competitiva. Además, nuestros vinos compiten con países de alta tecnología y gran calidad de producto y de insumos. Siempre fue un desafío exportar productos de primera calidad que sean sustentables en el tiempo. Hoy lo sigue siendo”, finaliza.
Fuente: La Nación