Varios indicadores permiten pensar que la grieta como tal parece ser funcional para el mundo de la política. Lo nuevo de este viejo asunto es que, al parecer, sus efectos también puede trasladarse el mundo del teatro. El domingo, el productor Carlos Rottemberg publicó en sus redes una anécdota que da cuento de todo esto. Lo tituló de este modo: “No hay más localidades. La verdadera historia de un entuerto. Un tema de butacas, protocolo y sensibilidades que cruzó al teatro con la grieta política”.?? La verdadera historia de un entuerto. Un tema de butacas, protocolo y sensibilidades que cruzó al teatro con la grieta política.Por Carlos Rottemberg.https://t.co/VSw8S8EQGV pic.twitter.com/bYjKYCV6WU— Multitabaris/Multiteatro Comafi (@multiteatro) June 27, 2021Luego afirmar que no quiere ser parte de la grieta “por pura convicción”, el productor relata lo ocurrido en la función del 19 de este mes de El acompañamiento, el texto de Carlos Gorostiza que protagonizan Luis Brandoni y David Di Nápoli que se presenta en el Multiteatro Comafi. Fue la segunda función de este espectáculo luego de nueva reapertura de la actividad teatral en Buenos Aires.Invitada por Brandoni, de larga trayectoria en el radicalismo, asistió Patricia Bullrich, presidenta del PRO, con su pareja. “Cumpliendo los requisitos del protocolo vigente en su totalidad, retiraron sus localidades en fila 3, asientos 9 y 10, tal como quedó registrado en la administración de la sala en simultáneo con el archivo de la empresa ticketera”, apunta Rottemberg. Un semana antes, un espectador había comprado una platea en fila 2, butaca 8. Según su relato, la exfuncionaria junto con su pareja llegaron con unos minutos de retrasos ubicándose, involuntariamente, en la fila 3, pero detrás de la butaca ocupada en la fila de adelante “lo que motivara el reclamo del espectador de la fila 2, el cual diera origen a este entuerto que tomó estado público al conocerse de quienes se trataba y por haberse llegado a realizarlo a viva voz”. Ante esto, la función se tuvo que suspender por unos momentos. El tema llegó a las redes, a los portales de noticias, a la programas de la tarde de la televisión, a este mismo diario. Con el correr de las horas, se conoció que el señor de la la fila 2 era un un abogado con llegada a los medios llamado Christian D’Alessandro. Según contó, al principio desconocía que la persona que se había ubicado detrás suyo era la exfuncionaria del gobierno de Mauricio Macri. En esa misma función también estaban el diputado Fernando Iglesias, el exfuncionario Hernán Lombardi, Maximiliano Guerra y Facundo Suárez Lastra. De hecho, hubo foto. “Fui a verlo a Brandoni, con quien no comparto ideológicamente nada, pero destaco su calidad actoral”, dijo en esos días el abogado de la fila 2 cuando le preguntaron su versión de los hechos.Según el protocolo vigente en las salas teatrales, recuerda Rottemberg, “hay que ubicarse en diagonal formando un ´damero´, dejando libre la butaca inmediata de atrás y adelante. Eso no tiene por qué saberlo el espectador y es responsabilidad de quien acomoda modificar cualquier error que se produzca en una sala. Cualquier persona que alguna vez haya concurrido a un teatro pudo ser testigo de un caso como éste, solo que ahora, con la lógica sensibilidad que nos invade por la pandemia, sumado a la grieta en cuestión, se convirtió en tema nacional”.La anécdota le hace recordar cuando debutaron con este mismo título el 13 de noviembre del año pasado, en el primer regreso a la actividad luego de ocho meses. Esa noche, vendieron cuatro entradas. En la función a la que asistieron la exfuncionaria y el abogado, la noche del “entuerto” se adquirieron 65. Lo cual, por un lado, claramente da cuenta de que la confianza en la actividad escénica ha crecido desde noviembre último. Pero, como en todo, hay otro lado.Luis Brandoni y David Di Napoli en el saludo final de esta obra fue una de las dos producciones pioneras en volver a la actividad el 13 de noviembre del año pasado y que, gracias a un hecho extrateatral, este fin de semana tuvo su mejor registro de venta de entradas más allá del frío y cuestiones diversas
“Lo ocurrido en esa función tuvo tal trascendencia de uno y otro lado de la grieta que sirvió para agrandar la anécdota, a partir de un extenso hilo vía Twitter originado por el espectador de fila 2 -narra el productor-. Luego vino lo demás. Llegamos a escuchar reacciones increíbles y hasta certezas reveladas por quienes desconocían el paño. El feriado del lunes 21 sirvió para instalar el tema, del cual fuimos testigos privilegiados de cómo funciona este campeonato de agresiones cruzadas. En simultáneo, y esto fue lo sorprendente y novedoso, la boletería no dejó de crecer repentinamente, logrando por primera vez en esta temporada agotar con anticipación el 50% del aforo autorizado en todas las funciones de la semana que finaliza. El éxito no lo logró ni una de las más encumbradas obras del genial Carlos Gorostiza, ni el talento reconocido sin discusión de un par de actores a los que les sobra trayectoria y oficio, ni tampoco la mejor campaña e inversión publicitaria decidida luego de mucho pensarse. El negocio de la grieta fue más potente que todo eso y por esa misma potencia por mucho tiempo intuyo que seremos víctimas de tal empresa. Incluso siento que, involuntariamente, me ha hecho socio de tal negocio esta vez, al colocar el cartelito de ‘No hay localidades’”.Ayer, se cerró el acuerdo para extender la temporada de El acompañamiento, para julio y agosto, de miércoles a domingos, con doble función los sábados.
Fuente: La Nación