Entre los ocho nombres de los presos que ayer se fugaron de la cárcel de Piñero, a 20 kilómetros de Rosario, hubo uno que resonó más: el de Claudio Javier “Morocho” Mansilla, que aún es un fugitivo. La alta peligrosidad del acusado por un doble asesinato y líder del pabellón 14, integrado por gente de la banda del jefe narco René Ungaro, es lo que encendió las alarmas. Se cree que su raid delictivo no cesó, a pesar de estar tras las rejas.El secretario de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe, Jorge Bortolozzi, afirmó -en diálogo con Radio 2- que “estiman” que la idea del escape de ayer tuvo como objetivo que este detenido alcance la libertad; y dijo que ese tipo de operación “jamás pasó en la historia del Servicio Penitenciario”. Es que sus cómplices, desde el exterior, llegaron a Piñero y dispararon con ametralladoras, a la vez que cortaron el tejido perimetral con una amoladora para facilitar su escape y el de otros reclusos.Fuga de presos en Santa Fe: recapturaron a dos prófugos del penal de Piñero que estaban escondidos en el baúl de un autoEsta mañana, a las 7.30, Mansilla debía ser trasladado desde Piñero hasta el Centro de Justicia Penal de Rosario para participar del juicio que enfrenta por un doble homicidio. La fiscal de la causa había pedido 25 años de cárcel para él, que ahora goza de su libertad tras haber cruzado el hueco que hicieron sus cómplices desde el exterior. El saldo del tiroteo posterior con los oficiales que cuidaban el penal fue de un atacante muerto.El 23 de septiembre de 2018, cerca de las 23.15, en la intersección de las calles Lima y Cerrito de Rosario, Mansilla esperó a sus víctimas Kevin Neri, de 16 años, y Leonel Bubacart, de 18, en la vía pública. Ambos fueron víctimas de una emboscada que había orquestado para terminar matándolos, de acuerdo a la imputación publicada el año de los hechos por el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe.Según esta información, “Morocho” tuvo un cómplice que llevó a ambos jóvenes al lugar en donde él se encontraba, con la excusa de hablar con ellos. Sin embargo, Mansilla les disparó, ocasionándoles a ambos la muerte.Lomas de Zamora: un policía federal se defendió a balazos de dos ladrones que intentaron robarleBajo prisión domiciliaria en Capitán Bermúdez, su pareja Jésica González, apodada “Fea”, quien también tiene un prontuario ligado al delito, con una causa federal por venta de estupefacientes y otra provincial, quedó imputada por asociación ilícita. Una nota de El Ciudadano refleja que la casa de la mujer fue baleada con 40 tiros a principios de este año.Los medios rosarinos también se hicieron eco de otras acciones delictivas del fugado Mansilla, algunas de las cuales diseñó desde su reclusión en Piñero, una de las cárceles más importantes de Santa Fe, junto a la de Coronda y la de Flores.Señalaron que está imputado como presunto instigador del crimen de Mauricio Gómez, de 21 años, el pasado 21 de abril, que fue asesinado a tiros frente a la casa de su abuela. También, su nombre resonó en la investigación de una balacera y del crimen de otro joven, Ivan Leguizamón, de 24 años, en septiembre del año pasado.Cómo sigue la búsqueda de Guadalupe Lucero tras 14 días de intensos rastrillajes en San Luis Los portales consignan que “Morocho” es considerado por varios fiscales de Rosario como líder de una banda de Santa Lucía, un barrio de la zona oeste de la ciudad.La foto de Mansilla, con mirada penetrante y un tatuaje de Newell’s Old Boys que se destaca en el centro de su pecho, plagado de otros, fue difundida tras la fuga para dar aviso de que el fin del plan de los delincuentes se había cumplido: su reclusión había terminado antes de tiempo, Morocho había escapado.

Fuente: La Nación

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