24 jun (Reuters) – A medida que las autoridades de la
Reserva Federal inician un intenso debate sobre cuándo y cómo
comenzar a reducir el apoyo a la economía, están divididas por
lo que representa el mayor riesgo: un déficit de empleos aún
grande o un posible choque inflacionario.Robert Kaplan y James Bullard, jefes de la Fed de Dallas y
St. Louis, respectivamente, advirtieron el jueves que la
inflación podría mantenerse por más tiempo de lo que muchos de
sus colegas pudieran anticipar. Ambos creen que la Fed tendrá
que empezar a subir las tasas de interés el próximo año.”Los responsables de la política monetaria tendrán que tomar
en cuenta este nuevo riesgo en los meses y trimestres
venideros”, afirmó Bullard a la Cámara de Comercio de Clayton,
cerca de St. Louis.Kaplan, hablando con el Headliners Club de Austin, dijo que
ve un “riesgo alcista” en su proyección de una inflación del
2,4% o 2,5% el próximo año, que ya se encuentra en la parte
superior del rango de los pronósticos de la Fed.Agregó que la Fed debería comenzar a recortar sus compras de
activos “más temprano que tarde” para comenzar suavemente el
proceso de reducción del estímulo y evitar tener que frenar
bruscamente más adelante. Continuar con las compras de activos
más de lo necesario también podría alimentar excesos y
desequilibrios en los mercados financieros, dijo Kaplan.Mientras, el presidente de la Fed de Nueva York, John
Williams, y el de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, hablando
en eventos separados, enfatizaron cuánto más debe avanzar el
mercado laboral antes de que se recupere. Ni Harker ni Williams
dijeron cuándo creen que la Fed deberá comenzar a subir las
tasas, aunque una mayoría en el banco central cree que
necesitarán hacerlo en 2023.”Una vez que la recuperación sea más completa y la economía
esté en un muy buen lugar, entonces podemos tomar las bajas
tasas de interés y llevarlas a niveles más normales”, afirmó
Williams durante una conversación virtual organizada por el
College of Staten Island. “No es el momento ahora porque la
economía aún está lejos del máximo empleo”.Harker, hablando en un evento virtual realizado por el Foro
Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras, dijo que la
economía tiene alrededor de 10,6 millones de puestos de trabajo
menos en comparación con lo que habría sido si el crecimiento
del empleo hubiera mantenido su trayectoria previa a la
pandemia.Desde que comenzó la pandemia el año pasado, la Fed ha
enfrentado poca tensión entre sus dos mandatos de pleno empleo y
precios estables. Las tasas de interés cercanas a cero y 120.000
millones de dólares en compras de activos mensuales se
calibraron para cumplir una doble función, impulsando la
contratación y lo que había sido una inflación demasiado baja al
reducir los costos de los préstamos.Pero ahora, con la reapertura de la economía a un ritmo
rápido y presentando problemas para satisfacer la demanda, los
precios al consumidor subieron un 5% el mes pasado, el ritmo más
rápido desde 2008.El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha argumentado que
el aumento resultará temporal, ya que la inflación se enfriará
por la reapertura de las escuelas, una baja del temor a las
infecciones hará regresar a más estadounidenses a la fuerza
laboral y las empresas aumentarán la producción para terminar
con los cuellos de botella de suministro. Pero algunos tienen
sus dudas.Kaplan apunta a 2,5 millones o más de estadounidenses
mayores de 55 años que se han jubilado desde que comenzó la
pandemia, y el jueves dijo que no está claro cuántos regresarán
a la fuerza laboral. Eso, junto con 1,5 millones que dejaron sus
empleos para cuidar de la familia, significa que pese al enorme
agujero laboral, el mercado puede estar más ajustado de lo que
sugiere la tasa de desempleo del 5,8%, sostuvo.
(Reporte de Ann Saphir, Jonnelle Marte y Howard Schneider,
Editado en Español por Manuel Farías)
Fuente: La Nación