La Justicia ordenó realizar una audiencia oral y pública para que Cristina Kirchner argumente en favor de la nulidad de la causa del pacto con Irán, una denuncia que realizó el fiscal Alberto Nisman antes de aparecer muerto de un tiro en la cabeza en su departamento de Puerto Madero. La decisión corrió por cuenta de los jueces María López Iñiguez, José Michilini y Daniel Obligado, del tribunal oral a cargo del caso.Según pudo saber LA NACION, es “casi seguro” que Cristina Kirchner va a hablar en esa audiencia oral para ejercer su defensa, como ocurrió en el caso del dólar futuro, cuando tras su alocución el expediente quedó en la nada.Nisman entendió que se promovió desde el Gobierno de Cristina Kirchner la firma de una acuerdo con Irán para garantizar la impunidad de los acusados del ataque a la AMIA y por eso la vicepresidenta está acusada de encubrimiento en fallos confirmados en segunda instancia y por la Cámara de Casación, con intervención de los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, que permitieron la reapertura del caso.Sin embargo, tras las denuncias realizadas por el kirchnerismo de las visitas de los jueces Borinsky y Hornos al expresidente Mauricio Macri en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos, avanzó un embestida de las defensas de los acusados en la causa para declarar nulo todo el expediente y que nunca llegue a juicio oral. Asumen los denunciantes que en esas visitas documentadas se habló de este expediente.Así las cosas ,primero fue la exjueza Lucila Larrandart, defensora de Andrés Larroque, la que pidió la nulidad de prácticamente todo el caso y denunció a Borinsky y Hornos por los delitos de prevaricato, esto es, dictar fallos contrarios a la ley.Luego fue Carlos Beraldi, abogado de Cristina Kirchner pidió la nulidad también de casi todo el caso, que suspenda el juicio oral y se sobresea a la vicepresidenta y a todas las personas sometida al proceso. También su pedido se basa en la actuación de los camaristas Hornos y Borinsky, que intervinieron pese a haberse excusado de cualquier causa relacionada con el atentado contra la AMIA: permitieron que se reabriera el caso cerrado y concurrieron a la Casa Rosada y a la Quinta de Olivos.También se sumaron todas las defensas a los pedidos de nulidad, mientras que la querella de familiares de victimas de la AMIA, a cargo del abogado Tomás Farini Dugan, se pronunció por que se rechacen esos pedidos. Y el fiscal Marcelo Colombo consintió la audiencia previa al juicio para escuchar los argumentos de las partes y que se incorporen algunas pruebas, como las que pidieron los defensores.El tribunal oral dijo que si bien no está expresamente prevista esta audiencia oral, previa al juicio, un proceso de tal magnitud justifica que antes de avanzar con el juicio se tenga claro que no hay ninguna razón para declarar nulo el caso. Resaltaron las bondades de transparencia que conlleva la oralidad y admitieron que se incorporen algunas pruebas antes de ponerle fecha a esa audiencia oral.“En el caso que nos ocupa, por las razones expuestas relativas a la entidad de los agravios, al momento procesal en el que nos encontramos y a la trascendencia institucional de esta causa, publicitar y transparentar el trámite incidental y la solución a la que en definitiva se arribe, responde también a una exigencia proveniente de una sociedad que en su conjunto nos interpela como operadores y operadoras de una justicia permanentemente cuestionada”, escribieron.El juez Gustavo Hornos, uno de los señalados por el kirchnerismo por las reuniones con Macri en la Casa Rosada y la quinta de Olivos. FOTO: Fernando Massobrio. (Fernando Massobrio/)Las pruebas que admitieron incorporar a pedido de Beraldi y de la fiscalía son una serie de expedientes de la Casación ligados a este caso donde intervinieron Hornos y Borinsky; los antecedentes de las denuncias contra estos dos jueces en el Consejo de la Magistratura; la denuncia que realizó la jueza Ana María Figueroa de que fue presionada por funcionarios del macrismo por el fallo de la constitucionalidad del memorandum con Irán; y un expediente donde se investiga una anotación del teléfono de Darío Nieto, secretario de Mauricio Macri, en el que aparece la leyenda “Hablar con Borinsky. Tema denuncia, administrativa y penal”.También incorporaron como pruebas las constancias vinculadas con la totalidad de las visitas recibidas por el expresidente Macri en la Casa Rosada y en la residencia de Olivos, durante su mandato entre 2015 y 2019. La justicia investiga en diversos expedientes tanto las visitas de los jueces a Macri, las denuncias de presiones sobre Figueroa y los casos de espionaje ligados a Cambiemos, pero en ningún expediente se llegó a la finalización de esas averiguaciones.La querella cuestiona esta audiencia oral porque teme que se de una actuación para los medios y que todo termine como en el caso del dólar futuro, con el sobreseimiento de la causa, antes de que llegue a juicio oral y público.

Fuente: La Nación

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