Gracias subas de las tarifas de servicios públicos por debajo de lo previsto oficialmente en el presupuesto, y a un dólar prácticamente paralizado por el Banco Central (BCRA), la inflación se desaceleró más de lo pronosticado por el mercado, aunque se mantiene todavía en niveles muy elevados.La suba de precios de mayo fue de 3,3% motorizado y acumuló en lo que va del año un 21,5%. La inflación interanual llegó a 48,8%. En tanto, el IPC núcleo, que excluye valores regulados y estacionales, fue de 3,5%. El capítulo de alimentos y bebidas, el que más pesa en el índice de Indec, aumentó 3,1%.El ministro de Economía, Martín Guzmán, había señalado que la inflación de marzo (4,8%) sería la más alta del año y que luego comenzaría un proceso de desinflación, con vaivenes, durante el año electoral.La preocupación oficial por el precio de los alimentos impulsó la semana pasada al Gobierno a lanzar una canasta de 70 productos esenciales congelados (Súper Cerca) y a cerrar las exportaciones de carne.“Se registró una desaceleración general de todos los rubros que componen Alimentos y Bebidas, excepto en Verduras”, estimaron en el Ministerio de Economía, apenas conocido el dato. “También los estacionales redujeron su tasa de aumento hasta 1,5% mensual. Se destacan las bajas en Frutas y desaceleración de Indumentaria”, completaron los analistas del Palacio de Hacienda, donde remarcaron una “importante desaceleración” del agregado y señalaron que el IPC núcleo fue el menor desde octubre pasado.En Economía informaron que los regulados aumentaron 3,8% mensual, “con subas autorizadas en combustibles, electricidad, prepagas, transporte público y servicio de agua en algunas provincias del país”.

Fuente: La Nación

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