Si bien Susana Giménez recibió las dosis de la vacuna de Pfizer contra el Covid-19, el miércoles pasado trascendió que fue diagnosticada como caso positivo. Si bien al principio la conductora no tuvo que ser hospitalizada, en la noche jueves, e personal médico que monitorea su salud resolvió que internada en el Sanatorio Cantegril de Punta del Este porque desarrolló una neumonía unilateral del pulmón izquierdo. Desde entonces, Susana permanece en el nosocomio donde recibe asistencia respiratoria con una máscara de oxígeno. En el último parte médico que dio a conocer su asistente, Dolores Mayol, indica que la diva de los teléfonos está con muy buenos parámetros, oxigenando un 99%, le cuesta un poco descansar bien por qué le molesta la mascarilla, pero su evolución es positiva. Recordemos que en el mediodía de ayer lunes se la había trasladado a la conductora a terapia intermedia, como parte del tratamiento para estabilizar el oxígeno. “Hasta ahora todo lo que se está haciendo está dentro del cuadro esperable de la enfermedad”, aseguró Mayol a LA NACION. Antes de confirmarse su internación, Susana se encontraba en su casa La Mary, acompañada de su hija Mercedes, quien también padece el virus, aunque recibió las dos dosis de la vacuna Sinovac, pero luego fue trasladada en una ambulancia al centro de salud, donde solo es acompañada por médicos y enfermeros. En Uruguay también está su hermano Patricio, que vive en Montevideo, pero no puede visitar a Susana por las estrictas medidas de aislamiento anti-Covid-19.Según pudo confirmar LA NACION, Susana presentó un nivel de saturación por debajo de los niveles normales durante la tarde del jueves y acusaba fuertes dolores corporales. En el sanatorio le realizaron análisis de sangre, una tomografía de pulmones y una placa de tórax, que determinó una neumonía unilateral en su pulmón izquierdo. En cuanto al tiempo que le resta para ser dada de alta, todo dependerá de su evolución, pero se descartó un traslado a Buenos Aires como se propuso en un comienzo.Informe de Pablo Montagna.

Fuente: La Nación

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